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Los hermanos Lola y José Greco con una
gran carrera artística a sus espaldas en el mundo de la danza
estrenaron el 21 de febrero el espectáculo «Latido».
Ha sido curiosamente un tablao, el Corral de la Morería de
Madrid el que ha acogido esta obra. Para los encargados del local
es un lujo contar con el montaje de estos dos artistas, que a su
vez sienten un gran cariño y agradecimiento a esta sala.
Lola y José han actuado juntos en contadas ocasiones y es
la primera vez que lo hacen bailando flamenco.
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Este espectáculo ha sido un reto especialmente
para Lola, porque aunque el flamenco siempre ha estado muy presente
en ella su formación es fundamentalmente clásica.
Lola ha logrado en su danza una fusión perfecta de ambos
artes(el clásico y el flamenco) creando un baile netamente
personal de gran belleza y sensibilidad. José si que ha orientado
más su carrera hacia el baile flamenco en sí y en
Latido se encuentra más en su campo que su hermana, que consigue
superar con su sobrado talento esta prueba. La obra es introducida
por Javier Espada que recita una poesía de Miguel Hernández.
Posteriormente Lola y José ejecutan un paso a dos en una
soleá por bulerías, que lleva el titulo del espectáculo
«Latido». Ambos logran una bonita compenetración;
la ligereza de los brazos de Lola y el delicado movimiento de su
cuerpo contrastan con la fuerza que adquiere la figura de José
en cuyo baile se perciben también registros de otros géneros.
En solitario Lola Greco interpreta una seguiriya:
«Mi sentir», con un elemento que no vemos usualmente al
ejecutar este palo como son las castañuelas, logrando una
original creación. Como siempre Lola se desliza fragilmente
por el escenario. En la bailarina se percibe que siente de una forma
especial lo que hace y su emotividad y sus dulces formas atrapan
completamente al público. Para ello no le hace falta a Lola
hacer un trepidante zapateado, con todo su cuerpo de pies a cabeza
denota un arte sin igual aun en la ejecución de un palo flamenco
donde quizás no posee tanta experiencia como en otros campos.
José Greco elige una farruca para representar
«Su fuerza» y con la que demuestra que su baile posee
una gran calidad técnica. A parte de demostrar raza y poderío
José Greco introduce algunas piruetas que recuerdan a las
de las danzas húngaras, sin salirse de madre. Aporta giros
de excelente factura y además incluye un tono chulesco en
su baile que resulta muy gracioso. Es un bailarín con una
planta extraordinaria en escena y que al igual que su hermana demuestra
que tiene un tipo de baile muy personal, bastante a valorar en la
actualidad.
Para finalizar la pareja baila unos tangos dándose
protagonismo el uno al otro para despedir esta actuación
en la que los hermanos Greco expresan con gran dignidad y mucho
corazón como el arte flamenco late en ellos.