Espectáculo: Íntimo. Baile: Farruquito. Artista invitada: Remedios Amaya. Cante: Mari Vizárraga, Pepe de Pura, Ismael de la Rosa ‘El Bola’ y Ezequiel Montoya. Guitarra: Antonio Santiago ‘Ñoño’. Percusión: Antonio Moreno ‘Polito’. Baile: Marina Valiente. Lugar: Auditorio Baluarte de Pamplona. Ciclo: Festival Flamenco On Fire. Fecha: Viernes 28 de agosto. Aforo: Lleno. Especial Flamenco on Fire 2020
Llegó mandando, con la seguridad y la templanza de quien se sabe el rey del baile. Dispuesto a hacer disfrutar al público con lo que mejor sabe hacer, sin apenas esfuerzo. Por eso, le bastó una mirada, un zapateao, un remate, para hacer honor a su nombre y desatar ovaciones.
No hizo nada nuevo, apenas un gesto, ni tampoco regaló una noche memorable, pero poco le importó a los espectadores, que le atendieron ensimismados sin apartar la vista de sus pies y de su porte. Porque ahí está la grandeza de Juan Fernández Montoya, en desprender ese carisma que genera un magnetismo inevitable.
Esta vez regresaba a Pamplona con ‘Íntimo’, una propuesta sin discurso ni contexto, en la que venía a bailarle al cante, a interpretar con sus pies aquello que le inspiraba cada letra. Por eso se le veía tan cómodo y feliz. Porque su cuerpo conoce a la perfección cómo responder a cada palo. De todo, brilló en las alegrías donde vimos a Farruquito luminoso, creativo y descarado, que acabó poniendo al público a hacer compás mientras simulaba el latido de su corazón. Igual que antes hizo Remedios Amaya con la letra de su Turu Turai, que coreó el teatro entero. Ambos demostraron por qué son dos de los artistas más imitados y seguidos, aunque ninguno estuviera pletórico y se pecara, una vez más, de exceso de impostura. Como digo, el mejor Farruquito estuvo en sutiles pinceladas que enseñó cuando parece olvidarse de quién le ve.
Video & fotografías – Rafael Manjavacas