Concierto de Rosario La Tremendita en el Fernán Gómez y estamos los de siempre. ¿Dónde está la gente? Yo descubrí a Rosario en el Youtube y fue la primera vez que tuve un escalofrío flamenco en diferido; antes de la pandemia vi su concierto en directo en Amsterdam, la sala estaba llena. Me dicen que estos días están fallando conciertos en Madrid que antes eran llenos asegurados. Será que todos tenemos agujeros en los bolsillos.
Aparece Rosario con su bajo en bandolera y ese aire de heroína de cuento postmoderno acompañada por una guardia “del ritmo y del compás” porque debajo de una fila de focos de luz blanca están situados un teclista, el bajista JuanFe Pérez y el batería Pablo Martin Jones, dos palmeros y mucho sitio para los invitados. El primero es Cristian de Moret con su guitarra eléctrica y no acaba de conectar. No importa, no pierdan la esperanza. Eso pasó mil veces en el “Omega” y otras tantas con “la Leyenda del tiempo”.
Esta banda tiene un “groove” tan imponente como su “tran tran”. Rosario canta por soleá, suena “Huye hacia el amo” y anuncia una taranta ¿por qué nos cuesta tanto reconocer los palos cuando no hay una guitarra implicada? Aparece Gema Caballero y acaban entonando “A tu vera”. En Tremendita todo suena a flamenco sin diminutivos y todo suena actual. Se adelanta un rato a los tiempos como si nos quisiera enseñar un resquicio de futuro pero no se va mucho más allá. Es un futuro cercano, como mucho el de mañana por la mañana. La banda tiene un sonido peculiar y anuncia a JuanFe Pérez por alegrías, hace mucho que los bajistas dejaron de ser ese tipo que se atragantaba con seis cuerdas y los colegas le quitaban un par de tormentos adjudicándole el bajo. JuanFe empezó de tocaor pero enseguida quiso enfrentarse a un bajo de cinco cuerdas que en sus manos es el instrumento con el que Jaco Pastorius y Carles Benavent revolucionaron el jazz-rock. Ahora anda en su primer álbum y tiene cosas pa contar.
Rosario disculpó a María Pelae que estaba indispuesta y apareció el Yiyo con intenciones de disfrutar y pasarlo bien intercambiando sus tacones con los compases de Rosario. Dejó para el final su temazo “Tremenda valeriana” que es una de esas composiciones que pasan a la historia por el poderío con el que caminan. Lo interpretó una tarde en canal sur ante un montón de mujeres que habían traspasado hace mucho la edad de la jubilación y casi asistimos al “pogo” de la tercera edad. Para la despedida dejó “Al mal tiempo buena cara” y salieron todos a gozarla y nosotros con ellos.
EL FLAMENCO Y EL CLIMA
El flamenco vive al borde del precipicio y es urgente que las fuerzas vivas nos comprometamos con nuestra música popular para evitar un cataclismo comparable con el del cambio climático. Se estrenó en salas comerciales la película “trance” de Emilio Belmonte con Jorge Pardo. ¿Ustedes la han visto programada? yo tampoco. Vayan a ver la película sobre Morricone, o esa sobre un concierto de soul. Son estupendas… pero si nos olvidamos de nuestras mejores armas ¿con qué vamos a luchar?Los festivales de flamenco no se llenan por arte de ¿magia? Así que a estas alturas, les he puesto “FALTA” a todos esos que repiten que el flamenco está de moda y que mola y tal. No les veo ni en los conciertos grandes ni en los pequeños. Ni con la vanguardia ni con los clásicos, igual están esperando a que les salve la Rosalía. Ahora que hace mucho calor apetece meterse en un teatro o en un cine pero lo mismo mñana lo único que hay para elegir es un héroe de esos que se lleva la pasta a otro lado.
Fotografías Fernando Tribiño – Madrid Destino