Texto: José Manuel Gómez Gufi
Fotos: Pablo Sánchez Valle
Rosalía cante Raúl Refree guitarra
Auditorio El Batel Cartagena
Tomatito, guitarra. Michael Camilo, piano
Auditorio Parque Torres. Cartagena
Alguien le debería contar a Michael Camilo y a Tomatito que la combinación entre piano y guitarra es una insensatez, algo que casi nunca sale bien. Algo que no se hace porque tiene más defectos que virtudes, más enojos que alegrías. Pero ahí están, Tomatito y Michael en su tercer disco, pletóricos queriéndose y dándose mimos porque han hecho un disco de baladas. Algo excepcional en unos superdotados que viven en el vértigo. Al dominicano Michael le conocemos desde los años ochenta cuando se coronó en Nueva York en el campeón mundial de los pianistas de jazz, versión pesos medios, record de velocidad y dinamismo y, no obstante, un buen músico de jazz. A Tomatito no hay que presentarlo en esta página.
Y la cosa sonó fetén.
-¿No te apetece hacer un disco de flamenco mano a mano con un cantaor?
Tomatito- “Es que después de estar con el más grande…”
-El otro día contaba Jorge Pardo que se pasó Camarón tres días durmiendo en el sofá de su casa para enseñarle una taranta.
Tomatito –Claro en el piso que tenía con su hermano el teclista Jesús Pardo, por ahí estaba yo.
Años setenta, Tomatito acaba de llegar a la órbita de Camarón y aún era más tímido y discreto que el cantaor. Casi nadie cita a Tomatito cuando se habla de las andanzas de Camarón. Estamos en los camerinos del auditorio Parque Torres con Tita la nieta de Violeta Parra y el elenco de músicos chilenos que participan en el homenaje a la gran Violeta Parra (Gracias a la Vida). Entre los chilenos destaca la cara de asombro de Manuel Garcia (una estrella en su país) que está viviendo un sueño conocer a Tomatito en tres dimensiones, el siguiente sueño es regalarle a su hijo adolescente y guitarrista la cinta de casette que le regaló su padre conteniendo el disco de Paco de Lucía en el que interpretaba clásicos de la música latinoamericana como “Tico Tico”. Manuel García viene de la escena folk pero conserva la mitología de rock y el flamenco (especialmente a Camarón y Morente).
El concierto de Tomatito y Michael Camilo ha sido un repaso por esos tres discos con recuerdo especial a Chick Corea pasando por un estimulante “Nuages” de Django Reinhart y obras de Egberto Gismonti, Piazzola y Satie. “ahora no le tengo miedo al silencio” sentencia el tocaor.
No es ni flamenco ni jazz ni todo lo contrario dos músicos que tocan a la vez o se responden, se complementan pero que siempre se escuchan el uno al otro.
Revolución y polémica
No sabemos si Tomatito volverá a acompañar a otro cantaor como lo hizo con Camarón “o con Morente, un tío que siempre aportaba ideas” y no sabemos si algún día acompañará a una cantaora como Rosalía que después del homenaje a Violeta Parra se subió al escenario junto a Refree ante un millar de nuevos fans que convirtieron el escenario de El Batel en la Nueva Iglesia de la Cosa Flamenca, un suponer.
Para empezar se saltaron la etiqueta, ella con un intenso traje pantalón blanco con campanas grandes y él con camiseta. Mano a mano, sin más acompañamiento que un silencio cómplice. Daban ganas de gritar ¡Viva Francia!
Desgranaron su disco cante a cante, un disco que Rosalía vocaliza muy cerca de los originales y que Refree acompaña como puede. Así que el espectador de flamenco pierde las referencias de los palos de orígen puesto que el guitarrista se inventa el acompañamiento.
Raul Refree, es un gran músico, un artista excelente, un productor de futuro y presente pero no es para nada un tocaor flamenco al uso. Así que se salta todas las normas y códigos aceptados en ese terreno y lo hace para una cantaora que no parece que tenga voluntad de provocar o transgredir el flamenco. Total que nadie toca como Refree y esa es la jugada, tan audaz como minimalista y probablemente es eso lo que vuelve locos a la grey “indie” o “hipster” o lo que sean que van a escuchar a esta chica cante lo que cante. Es verdad que impresiona escuchar de una tirada las canciones del disco dedicadas a la muerte con esa voz que recuerda a Pepe Marchena, a Valderrama o Angelillo. En directo matiza el mensaje intercalando coplas que vienen de Enrique Morente “Aunque era de noche” o una milonga cubana que no me atrevo a asegurar si era del repertorio de Pepe Marchena o de Pepe el de la Matrona. Cantó la de la hija del enterrador y acabó por las seguiriyas de Caracol “de plata”.
Las aclamaciones de un público virgen para el flamenco provoca debates dentro de las filas de “hipsters” y modernistas y muy pronto entre los flamencos. Al tiempo.
Rosalía «Los Ángeles» – Vinilo
Michel Camilo & Tomatito «Spain forever» CD