Texto y fotos: Estela Zatania
Jueves, 30 de julio, 2015. Baluarte de la Candelaria, Cádiz.
La veterana serie de los Jueves Flamenco de Cádiz alcanza 33 ediciones
Cante: Remedios Reyes, David Lagos, la Familia Montoya con Angelita Montoya, El Vareta, El Canastero y El Rampli. Guitarra: Alfredo Lagos, José de Pura. Baile: El Junco y su grupo.
En estos tiempos que corren, es absolutamente admirable la labor de la peña Enrique el Mellizo, y su presidente Antonio Benítez, que cada año organiza los Jueves Flamenco, una serie estival de espectáculos semanales de cante, baile y guitarra al aire libre en el histórico Baluarte de la Candelaria de Cádiz. No es un festival propiamente dicho, aunque sigue una fórmula con rasgos típicos de los festivales tradicionales: cantaores «alante», en solitario, un grupo de baile, comida y bebida, las sillas de plástico y la larga extensión (en este caso cuatro horas). Y es una fórmula que funciona en Cádiz desde hace ya 33 años.
De hecho, la noche del jueves, 30 de julio, al preguntar a varias personas aquello típico: «¿qué es lo que más te ha gustado?», muchos respondieron que acuden por el delicioso ambiente…poder escuchar cante, comer pescaíto y tomar cerveza helada bajo un cielo estrellado al lado del mar. Es que no había figuras de las que el gran público acude a ver sólo para respirar el mismo aire. Sin embargo, había arte y había emoción para el aficionado serio, porque nunca sabes qué puede pasar.
Por ejemplo, Remedios Reyes, hermana de Antonio, artista madura e impactante a pesar de ser relativamente desconocida por la afición. O su sorprendente guitarrista, José de Pura. «Sorprendente», porque su toque está empapado de la cuerda pelá y pulsación de Diego del Gastor, técnicas que actualiza y adapta a la sensibilidad contemporánea.
Y David Lagos, Lámpara Minera 2014, con su hermano Alfredo Lagos a la guitarra, el gran profesional del cante, curtido en mil batallas por los escenarios más importantes del mundo. Declaró que «Cádiz es una ciudad que sabe distinguir, y lo manifiesta», antes de interpretar minera y levantica porque se sentía «endeudado con la ciudad de La Unión y su Festival del Cante de las Minas». Después de unas siguiriyas sustanciosas, los palmeros Diego Montoya, Tate Núñez y Javier Peña le arroparon los cantes de Cádiz dedicados al maestro Chano, con detalles originales que gustaron mucho al exigente público local. Jerezano que es, remató su actuación por bulerías.
El bailaor, Juan José Jaén, «El Junco», bailó por tientos y por soleá con el cante de David 'El Galli' y Jonathan de los Reyes, el toque de Oscar Lagos y las palmas de Roberto Jaén. Su gracia gaditana está templada por la serenidad sevillana, una combinación de irresistible elegancia. Pero esta noche problemas técnicos, un escenario encharcado de humedad según explicó el Junco, impidieron la perfecta actuación que estamos acostumbrados a disfrutar con este bailaor, que luego puso todo bien con su sabrosísimo cante por fiesta.
La segunda parte fue responsabilidad de la «Familia Montoya» con el Vareta, el Canastero y el Rampli a la guitarra, pero fue Angelita Montoya, hija de «la Negra» y hermana de Lole, que logró mantener la coherencia con su poderoso cante que le mereció una fuerte ovación.
