Josemi Carmona & Javier Colina «De Cerca»

Josemi Carmona & Javier Colina

Josemi Carmona & Javier Colina

Jose Manuel Gómez «Gufi»

Fotos: Rafael Manjavacas

Josemi Carmona, Javier Colina, Bandolero
Teatro Lara Madrid

«Codo con codo»

Josemi Carmona y Javier Colina llevan muchos años codo con codo tocando en docenas de aventuras propias y ajenas. Tienen una familiaridad que se nota en la música, se hablan, se arropan y se respetan los silencios. Josemi, ya saben, viene de los Habichuelas y Javier viene de Pamplona y del jazz. Han dado juntos alguna vuelta al mundo y por separado algunas más.

Escuchamos por primera vez este repertorio en el “Flamenco on Fire” y allí quedó clara la trascendencia del disco “De Cerca” (Universal) que entonces estaban grabando. Hemos escuchado muchos discos de boleros trasladados al flamenco y al jazz pero en este hay ese “algo más” que buscamos los oyentes en las obras indiscutibles y en el teatro Lara se respiraba el aroma de las grandes ocasiones. Comenzaron por “Morente-Habichuela” por alegrías y ahí comenzó a cantar Javier Colina con los dedos y lo hizo por Camarón: “a-la luz-del-cigarro-yo-vi-el-molino…”. El contrabajista desvelaba sus cartas, Colina ejerce de cantaor y toma prestados sonidos de aquí de allá. Una costumbre muy flamenca que tienen los músicos de jazz. Así que nos olvidamos de la advertencia de Javier Krahe: “a la luz del cigarro ni se ve el molino ni se ve na”. Palabra de fumador.

Josemi se fue entonando con “Muñequita linda” y con “Historia de un amor” dos boleros, el primero de la mexicana Maria Grever y el segundo de Carlos Eleta que ha interpretado medio mundo (a destacar las versiones de Lola Flores y el Pesca y de Manuel Malou). A esas alturas Colina cantaba sones viejos escuchados al lado de Bebo Valdés mientras Bandolero le ponía el compás desde el cajón y la batería. En el disco “Verdad amarga” de Consuelo Velázquez está interpretado de manera magistral por La Negra y en el Lara apareció Antonio Montoya (del grupo Montoyas y Carmonas) que , al principio, se pegó a la vocalización grabada para desmarcarse a continuación con un montuno más personal aunque pegado a la herencia que dejó el grupo Ketama, cosas de primos.

Salió Jorge Pardo para interpretar “El incomprendido” el inmortal bolero de Bobby Capó que en su día interpretara Ismael Rivera y del que Antonio González “Pesca” hizo una fabulosa versión rumbera en directo (la que grabó fue un desatino de producción). Josemi recordó que esa era la versión que escuchaba de niño en el tablao Los Tarantos.

 

Colina siguió cantando con los dedos en la granaina escuchada a “Tía Marina Habichuela” y aquí nos dejó la evidencia de que no hay otro contrabajista en el mundo que toque lo que toca Javier (y mira que tenemos una legión de contrabajistas excelentes en el territorio del jazz flamenco). Colina toca lo que ha vivido (Cuba, Colombia, el Magreb, el jazz, Mali… y ese largo etcétera que está por escuchar) y en su ser más íntimo está el acordeón, el instrumento de casa; y la pareja estrenó una farruca construida junto a la calle de La Mañueta donde nació Sabicas, y así Josemi cerró otro círculo, el de la excelencia en las seis cuerdas que conduce de Sabicas a Los Habichuela con vuelta a Pamplona. Tras las aclamaciones remataron con “Moon river” la de Mancini y Jorge Pardo sacó su flauta a pasear por el patio de butacas. Una puñeta para los espectadores del gallinero, pero un síntoma de la calidad de un músico que no quiso robarle un aplauso a los protagonistas de una noche que acabaron en la jam de Diego Guerrero en el café Berlín. Pero, esa es otra historia.

 

 



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