Texto: Susanne Zellinger, Fotos: Albrecht Korff
Espectáculo: Cruces. Baile: José Manuel Álvarez. Cante: Pepe de Pura. Guitarra: José Almarcha. Percusión: Lucas Balbo. Dirección: José Manuel Álvarez. Concepto: Jose Manuel Álvarez y Marta Piñol. Música original: José Almarcha. Diseño de iluminación: Olga García. Diseño de sonido: Pepe Cervera. Puesta en escena: Marta Piñol. Espacio sonoro: Carlos Cuenca. Producción: Flamenco Projects, Tanzhaus Nrw y Dansa Quinzena Metropolitana. Lugar: Tanzhaus Nrw, Düsseldorf, Alemania. Fecha: Viernes, 9 y sábado, 10 de octubre.
Después de una residencia de 10 días en el Tanzhaus nrw, el estreno de la nueva pieza de José Manuel Álvarez tuvo lugar el fin de semana pasado y, al menos la segunda noche, con las entradas agotadas. Con esto, Dorothee Schackow también dio su último adiós al Tanzhaus y su carrera llegó a su fin. Los aficionados esperaban desde hace tiempo un solo de José Manuel, sobre todo desde su aclamado Paso a dos con Ana Morales en «Sin Permiso» y el éxito le dio la razón.
José Manuel Álvarez juega con los movimientos, no anuncia el siguiente movimiento, su baile ocurre como por arte de magia, una cosa sigue a la otra y sin vacilar rompe la rígidez de las líneas verticales con una suave curva.
Sus movimientos son enteramente suyos, no se prestan ni se copian y resiste la tentación de repetirlos porque le gustan, excepto a propósito, como elemento dramatúrgico. Carece de toda agudeza y los movimientos de sus brazos no cortan a través de una hoja de papel como un cuchillo afilado, sino como una espada invisible a través de una nube imaginaria. Tiene una increíble ligereza y sorprende con estos pequeños saltos, que sólo se piensan pequeños pero lo hacen volar a través del escenario porque dejan esperar un suave aterrizaje, que luego sucede, pero aún tiene poder y peso.
Baila en el aquí y ahora, es completamente él mismo. Deja su pasado atrás, no levanta ninguna expectativa para el futuro. No quiere pertenecer a ninguna corriente en particular. No hace preguntas y no da respuestas, pero tampoco acepta la posibilidad de un fracaso. Aunque si su cuerpo parece a veces frágil y vulnerable, se siente detrás una fuerza, pero una que no es agresiva.
Una famosa prima bailarina le preguntó una vez al renombrado coreógrafo John Neumeier: «¿No te cansas de verme bailar?» y él respondió: «No, porque siempre es diferente.“ – Bueno, lo mismo me pasa con José Manuel Álvarez. En «Cruces» baila solo, pero viene muy bien acompañado: el argentino Lucas Balbo con su juguetona y variada percusión, que siempre está presente pero que nunca se impone, también demuestra su talento interpretativo, es un poco el «Niño travieso» de la compañía.
El guitarrista José Almarcha viene de Tomelloso, al igual que Félix Grande, y ya emocionó al público en el último Festival de Jerez, porque él, que también es responsable de la composición general, siempre crea pequeñas obras de arte. Cada entrada conduce a un sueño, del que sólo se despierta de nuevo cuando el último sonido ha desvanecido. Por cierto, su nuevo CD «Alejandra» será lanzado en noviembre.
Encontrar las palabras adecuadas para el cante de Pepe de Pura no es tan fácil, pero él es definitivamente EL cantaor del momento. Su voz es sensible y tiene este toque rancio que es necesario para llevarnos a otros tiempos. Su afinación es impecable y las melodías que crea encantan también a quien no entiende del cante porque su musicalidad supera todos los obstáculos incluyendo la ignorancia. No se parece a nadie y a muchos les gustaría parecerse a él. No deja a nadie indiferente porque emociona, e incluso el público alemán, a veces un poco frío, se le puso la piel de gallina en su los Tarantos.
No es necesario mencionar que la luz y el sonido eran perfectos, teniendo en cuenta que Olga García y Pepe Cervera fueron los responsables de ello.
Lo que sorprendió un poco fue que «Cruces» parece ser relativamente tradicional en su estructura y puesta en escena, pero esto fue de nuevo puesto en su lugar por la danza contemporánea de JMA. Los textos del OFF estaban en alemán y en el folleto del programa también se tradujeron algunas de las letras, una buena idea que ayudó a la audiencia a entender, después de todo «Cruces» habla también de los propios artistas. Ya hay algunas fechas programadas en España, en esta ocasión fuimos los primeros y lo disfrutamos mucho.