José del Tomate, cosas de juventud

José del Tomate - foto Belén Vargas

Guitarra: José del Tomate. Segunda guitarra: Cristóbal Santiago. Cante: Kiki Cortiñas. Violín: Bernardo Parrilla. Bajo eléctrico: El Maca. Percusión: Jony Cortés. Colaboración especial: Tomatito. Ciclo: Flamenco Viene del Sur. Lugar: Teatro Central. Fecha: Martes 19 de febrero de 2019. Aforo: Un tercio.

Sara Arguijo

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Elegante, con cierta timidez y nervios visibles, se presentó José del Tomate en Sevilla para exponer frente al público (ciertamente escaso) ‘Plaza Vieja’, su primer trabajo discográfico en el que rinde homenaje a su tierra almeriense y a sus maestros, desde su padre Tomatito y su tío Niño Miguel a Paco de Lucía o Sabicas.

Desde luego en las manos del joven guitarrista se le vieron influencias de todos ellos, en su sentido del gusto, en su capacidad rítmica, en su musicalidad y en el sonido amable y luminoso que imprime a su sonanta, como demostró sobre todo en su extenso repertorio de tangos y bulerías, donde a ratos sus cuerdas parecían cantar.

Sin embargo, es cierto que a su guitarra aún le falta empaque y sonido propio -lo más difícil, claro- y, más aún, necesita búsqueda. Es decir, ahora mismo José del Tomate parece estar más centrado en reproducir lo que conoce que en experimentar y perderse. De forma que lo suyo resulta poco novedoso y repetitivo, llegando a aburrir en determinados momentos. Como si todo eso lo hubiéramos escuchado antes.

De hecho, cosas de juventud, pecó de prudencia y pareció esconderse tras los músicos que lo acompañaban, cediéndoles gran parte del protagonismo, especialmente al flamenquísimo e inspirador violín de Bernardo Parrilla.

Por eso, donde más gustó fue en la taranta con la que abrió el recital, en la zambra factura de su tío Niño Miguel y en el mano a mano que llevó a cabo con su padre recordando la preciosa y melancólica pieza Two much, de Michel Camilo. Porque aquí, en el recogimiento, es donde vislumbramos al artista que es, donde nos empujó a la emoción y donde lo sentimos más sincero. Ojalá en el recorrido que le queda por delante se nos siga acercando así.

Fotografías por Belén Vargas

 

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