Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma
XXI FESTIVAL DE JEREZ
Teatro Villamarta
Sábado, 25 de febrero, 2017. Jerez de la Frontera
Especial XXI Festival de Jerez – Toda la información
GRILO Y CANALES, CANALES Y GRILO…Y EL FLAMENCO ESTÁ SERVIDO
Baile: Joaquín Grilo, con el cante de Carmen Grilo y Makarines, la guitarra de Juan Requena y la percusión de Ané Carrasco. Baile: Antonio Canales, con el cante de El Galli y Gabriel de la Tomasa, la guitarra de Paco Iglesias y la percusión de José Carrasco. Dirección artística y coreográfica, idea original: Joaquín Grilo, Antonio Canales.
Hay obras que se sirven de elementos del flamenco para plasmar conceptos o contar historias, otra manera de exponer los temas eternos de la condición humana a través del arte. Luego…hay Grilo y Canales.
La noche de sábado, 25 de febrero, en el Teatro Villamarta de Jerez, estos dos grandes del baile compartieron escenario y obra, sin hilo argumental ni conceptualidad más allá de la propia del flamenco en su estado más abstracto. “Soniquetazo”. El título alude a que este es un viaje por el compás, el soniquete, que tiene vida propia sin necesidad de rebuscamientos. Más que bailes completos y definidos, son los compases de bulerías, tangos, soleá, alegrías o siguiriya que dan forma a la presentación.
En la nota de prensa, se indica que vamos a apreciar “las diferencias y semejanzas en Jerez y Sevilla”, una alusión a la procedencia de los principales: el jerezano Joaquín Grilo, y el trianero Antonio Canales. Pero no. De eso nada. No fue baile sevillano ni jerezano. Fueron dos bailaores flamencamente preparados e inspirados, medio improvisando sendos estilos sorprendentemente afines, con una pasmosa facilidad para convocar a los duendes. También dijo Grilo en la rueda de prensa que “será una noche memorable, una noche mágica”. Allí sí, Joaquín, allí has acertado, o más bien con tu arte y sensibilidad te has ocupado de que así fuera. Y Canales, el más veterano de los dos, todavía contándonos cosas importantes. Ambos tienen un glosario particular de movimientos, y el suficiente dominio técnico para exponerlos. No es un mano a mano, sino una colaboración perfecta. Contemporaneidad sin estridencias, un hábitat flamenco sin fecha de caducidad. Todo eso, además de buen cante y buena guitarra, y el público responde con entusiasmo que no es de compromiso.
A las siete de la tarde, en el Palacio Villavicencio, asistimos al recital acústico de jóvenes representantes de dos familias jerezanas. Manuel Moneo Carrasco recordó cantes y formas de la Plazuela con Fernando Carrasco, hijo de Fernando de la Morena, a la guitarra. Después le tocó el turno a otro joven con historial familiar: Manuel Soto “Maloko”, nieto del gran Manuel Soto “Sordera”, que, entre otros cantes, fue notable en la bulería por soleá tan difundida por el abuelo.
Maloko – Galería fotográfica Ana Palma
Manuel Moneo Carrasco – Galeria fotográfica Ana Palma
A la medianoche, la Bodega González Byass se llenó hasta la bandera, con una multitud en la puerta buscando entradas. Así mandan la persona y talento de Mayte Martín, que con su arte, apto para todos los públicos, cruza las barreras de los gustos inamovibles; dulzura con algo más. Vino acompañada por las guitarras de Salvador Gutiérrez y Pau Figueres y la percusión de Chico Fargas.