José
Valencia con Antonio Malena a la guitarra.
Curro Malena con Antonio Malena a la guitarra.
Manuel de Paula con Antonio Carrión a la guitarra.
Al baile Concha Vargas con la guitarra de Antonio Moya, Pepa
de Benito y Curro Malena al cante.
En el programa de la actuación unos textos que hablan
de unos carteles – «'bayles jitanos' en los que el 'diablo'
poseía a la bailora hasta entrar en trance» –
en la Venta de Caparrós a una legua de Lebrija, en
la segunda mitad del siglo XVIII, cuando aún no se
hablaba de flamenco y sí de 'bayles jitanos'. De ahí
el título del penúltimo espectáculo del
patio del Hotel Monte Triana, de la XII Bienal de Flamenco.
Diferentes cantaores, originarios de la tierra, preservadores
del cante de la tierra, José Valencia (José
de Lebrija), Curro Malena y Manuel de Paula y el baile racial,
gitano, de Concha Vargas, muy lejos de los grandes montajes
y escenarios de la otra parte de la ciudad y más cerca
del arte flamenco ancestral. No estaba lleno, pero el público
si sabía lo que quería ver, todas las partes
presentadas.
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José Valencia con Antonio Malena
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Curro Malena con Antonio Malena
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El más joven de todos tenía que abrír
la noche, José Valencia, es el examen de la Bienal,
si la actuación sale bien, vendrán más
cosas y más actuaciones. Comenzó con una soleá
dedicada a su abuelo José Vargas Aguilera, una soleá
que cantó con todo el alma y mucha flamencura, a mi
me sorprende siempre cuando un cantaor arranca así
una actuación, parece que el que no ha calentado es
el público, una buena forma de silenciar el patio del
Monte Triana. Por Seguiriyas demuestra toda su valentía,
todo el poderío de su voz, muchas gesticulaciones,
algo nervioso, parecía poseído por la seguiriya,
los exámenes nunca son fáciles, José
Valencia tiene todo el futuro por delante, a pesar de haber
elegido el difícil camino de la ortodoxia. Cerró
por bulerías acompañado con dos jovenes palmeros,
mucho más tranquilo y más suelto, resolvió
su parte con un notable.
La veteranía en la noche (cante se refiere) la puso
Curro Malena, a pesar de que en el programa indicaba Seguiriyas,
este ópto por Cantiñas, para en este caso si,
preparar al público y ofrecer una actuación
de menos a más, titubeante al principio, enderezó
rapidamente las cantiñas rematandolas de forma brillante.
Ahora sí, por Seguiriyas, la lidia de su actuación
sigue su curso, 'dale ya… Antonio', templadas, obtiene los
silencios del público, más difícil que
los aplausos, sin duda, entre tercio y tercio, el público
respira y afirma con olés, Curro bebe agua, Antonio
Malena se encarga de ligar los tercios. Hasta aquí
sería suficiente, podría acabarse su actuación
e incluso la noche entera, satisfechos todos.
Pese a todo, Curro cierra por bulerias, que no sobraron,
completaron una brillante actuación. Manuel de Paula
tenía el listón muy alto y si que comenzó
a las bravas, por Seguiriyas, no con la misma decisión
y entrega que sus antecesores, pasó más desapercibido
y todos los cantes los hizo mucho más cortos, una Soleá
de allí (Lebrija) y de aquí (Triana), breves,
pero cortitas. Por bulerías dio el paso adelante, sin
micrófono, acercándose al público e intentando
completar una actuación digna.
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Concha Vargas
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Concha Vargas & Pepa de Benito
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Mucha parte del público estaba esperando el baile,
eso uno lo nota al final, cuando todo el público se
pone en pie y aplaude casi de forma unánime la actuación
de Concha Vargas, que acompañada de un buen grupo y
con la guitarra de Antonio Moya hicieron un cante por seguiriyas
preparatorio. Concha espera detrás su turno, majestuoso
silencio y entrada pausada al centro de las tablas, en apenas
unos pasos nos muestra su tarjeta de visita, baile racial,
gitano, pausado -no puede ser de otra forma- sin ninguna floritura,
las innovaciones son de otra generación. Quizás
algo escondida, casí las tres cuartas partes bailó
espaldas al público, dejando claro que lo fuerte de
su baile se basa en la emotividad, a veces carente en el baile
de hoy.
Mención especial a la cantaora Pepa de Benito, siempre
es un lujo contar con su presencia, su cante es también
referente de la campiña sevillana.
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