Homenaje 17 de enero, 2004, |
Vargas, José Mercé, Curro de Utrera, María
Jiménez, Macarena del Río.
Baile: David Morales Toque: Moraíto,
Diego Amaya, Niño Elías, Francisco Javier Jiménez
“La historia deberá recordarlas entre
otros elogios como dos personas sencillas, auténticas,
sin falsedades, que han llegado a ser máximas figuras
gracias al arte que atesoraban en sus entrañas, y que
para Bernarda las bulerías no tenía secretos,
así como la soleá para Fernanda, y cogidas de
la mano, nos han trasmitido la más pura esencia del
cante de Utrera.”
Son
palabras que aparecen en el programa del homenaje que el sábado
17 de enero Utrera ofreció a sus niñas, a las
dos hermanas, Fernanda y Bernarda Jiménez Peña,
porque Utrera no tolera que se honre a la una sin la otra.
Y juntas aparecen en el monumento diseñado por el escultor
Pedro Hurtado Molina y cuya construcción será
financiada por los beneficios recaudados en el homenaje, el
tercer acontecimiento de esta naturaleza en menos de un año.
Con todo vendido hacía semanas, ni siquiera la no
presentación de Rocío Jurado o de Tomasa la
Macanita, ambas por causas justificadas, pudo disuadir al
numeroso público local y foráneo. Después
de una presentación a cargo de Manuel Martín
Martín donde habló de las niñas como
las “abanderadas de toda la historia y tradición
del cante de Utrera”, abrió la primera parte
el veterano Curro de Utrera cuya peña organizaba el
homenaje. Con el Niño Elías al toque interpretó
soleá y rondeñas.
David Morales se ocupó del apartado del baile y se
entregó con una larga soleá. José de
la Tomasa lo siguió con Tomatito a la guitarra por
soleá y unas bulerías francamente inspiradas,
y la primera parte se cerró con la tonadillera Macarena
del Río.
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Curro de Utrera
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David Morales
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Aurora Vargas
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Emociones fuertes
y momentos inolvidables para la historia.
Después del descanso, José Anaya, presidente
de la Peña Curro de Utrera, respaldado por el señor
alcalde de Utrera, D. Francisco Jiménez y miembros
de la familia de las hermanas, presentó a Bernarda
el boceto para el monumento que aparece en el titular de este
artículo. Bernarda, emocionada, pidió, como
tiene costumbre, un gran aplauso para su hermana y a continuación
se armó una minifiesta improvisada, a palo seco por
bulerías, con el cante de Inés, sobrina de las
hermanas. Bernarda se animó, convirtió su emoción
en cante como tantísimas veces ha hecho y llenó
el teatro Enrique de la Cuadra con su trompeta de voz y su
ráfaga de aire puro puro utrerano. Emociones fuertes
y momentos inolvidables para la historia.
José Mercé y Moraíto, por segunda vez
actuando para “la tía Fernanda” (también
ofrecieron sus servicios en el homenaje madrileño el
pasado marzo), nos regalaron malagueñas y bulerías.
Pansequito también puso su parte en esta flamenquísima
noche. El presentador Martín destaca que este mes de
mayo hará treinta años que el cantaor del Puerto
fue otorgado el premio creado exprofeso al “Sentido
renovador del cante” en el concurso de Córdoba.
Por soleá y por bulería con el exquisitamente
esculpido acompañamiento de Diego Amaya.
Pansequito
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Bernarda de Utrera
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José Mercé &
Moraíto |
Aurora Vargas. Las explicaciones sobran. Baste decir que
la señora se entregó al 200%, que mostró
una bienvenida madurez y matización y el público
por poco la come viva con sus gritos de “¡gitana
guapa!”. El broche de oro llegó en la persona
de María Jiménez, “Bambino en mujer”
como a menudo se dice de ella debido a su amistad con el mítico
utrerano y su manera personal y estilizada de interpretar
el cante festero. A estas alturas es más artista y
personalidad que cantante o cantaora, pero es muy querida
en Utrera y su rumba estilo pop, seguida de bulerías
por derecho con pataítas de la familia de Fernanda
y Bernarda se llevaron todos los aplausos.
Texto y fotos: Estela
Zatania