A mediados de septiembre, después de una larga
enfermedad, falleció en Granada a los 66 años
el guitarrista Juan Maya Santiago 'Marote', el que fuera ídolo
de los jóvenes tocaores en los años sesenta.
La reacción en su tierra natal ha sido algo apagada,
pero no por falta de cariño, sino porque Juan llevaba
unos años apartado del día a día del
ambiente flamenco, en parte debido a su enfermedad, en parte
porque no se identificaba con el llamado 'nuevo flamenco'.
Pero su grandeza ha sido recordada por algunos, más
notablemente quizás, por su sobrino, el bailaor Juan
Andrés Maya que la noche del 12 de octubre, 2002 ofreció
un recital en honor a su tío.
Juan Andrés, de 30 años, se formó en
Sacromonte en la cueva de la Rocío, hoy regentada por
su madre La Salvaora. Su currículum incluye actuaciones
en los mejores teatros de Europa, Estados Unidos y Japón.
Con sólo dieciocho años montó su propio
grupo con la obra 'Passion', ha bailado para el rey Juan Carlos
y ha colaborado con los bailaores Manolete, Antonio Canales
y la Yerbabuena. Igual que su tío Marote, se siente
más identificado con el flamenco tradicional, a la
vez que el montaje de su grupo presenta rasgos decididamente
modernos. De hecho, logra un sabio equilibrio entre el vanguardismo
y el flamenco 'de raíz'.
Si el triángulo geográfico formado por Sevilla,
Jerez y Cádiz representa el núcleo más
importante del cante flamenco, Granada es territorio bailaor.
Mario Maya y Manolete, ambos tíos también de
Juan Andrés, son mundialmente conocidos. La gran bailaora
Mariquilla es una institución granadina y gracias a
la labor de enseñanza de estas figuras, Granada sigue
produciendo bailaores de fuerza y calidad.
El espectáculo ofrecido por el grupo de Juan Andrés
Maya se componía de solea por bulerías, rondeña
de cante, siguiriyas, soleá, tientos tangos, alegrías,
y una espléndida evocación del baile de Carmen
Amaya realizada por Juan Andrés donde logró
captar el estilo personal e impactante de la legendaria catalana
que siempre se sentía muy vinculada con los gitanos
de Sacromonte.
Después del saludo final Juan Andrés rogó
silencio y brindó su baile al homenajeado: «Este
espectáculo se lo dedico a mi tío, el maestro
Juan Maya 'Marote', que me ha enseñado todo».
Luego en el camerino había
tiempo para una breve entrevista:
ez: ¿Qué proyectos inmediatos
tienes?
JA. Pues me voy a México y Agrentina, a Holanda dos
meses y luego a Japón, o sea, hasta mayo al menos está
la cosa muy apretada. Ahora mismo tengo una idea bastante
fuerte y estamos allí luchando porque me gusta hacer
una cosa bien hecha, con gente muy buena detrás.
ez: ¿Te sientes limitado
profesionalmente por seguir una línea tradicional?
JA: Pues quizás sí. Pero yo creo que cuando
la gente tiene admiración, como la que tengo yo por
Mario Maya o por Manolete, no es imitación…intenta
parecerse a esa persona. Luego claro, me fui creciendo y tengo
más trabajo, me estoy esforzando en más cosas
y tomando tablas…voy creando mi propio lenguaje, pero claro,
tienes que tener una fuente, sentir admiración hacia
algo.
ez: ¿A quién admiras
más en el baile?
JA: A Mario Maya, a Antonio Gades, a Manolete, a El Güito.
Hay mucha gente nueva también, muy buena.
ez: Tú pasas mucho tiempo
en Madrid donde hay una movida fusionista, ¿te encajas?
JA: ¡Sí, la verdad es que sí! Yo llevo
diez años ya en Madrid y me siento muy bien allí,
tengo mi casa, tengo mis amigos y tengo mi trabajo.
ez: ¿Piensas que tu tío
Marote recibió todo el reconocimiento profesional que
ha merecido?
JA:En su juventud sí…ha tocado a las máximas
figuras del flamenco, para Carmen Amaya…ya después
que eso….
ez: No obstante en los últimos
años ha quedado un poco en el olvido…
JA:Sí claro, su enfermedad, su añoranza
a Granada…también empezaban a salir jóvenes
guitarristas muy buenos y era otra forma de tocar…con su
desaparición acaba una época.