José Mercé, Moraíto, Pansequito,
Nano de Jerez, Enrique Extremeño, Diego Amaya, Antonio
Moya, Tomás de Perrate, Aurora Vargas, Curro Fernández,
Paco Gandía, Manuel de Angustias, David Gutiérrez,
Pitín hijo, Domi de Ángeles, Tate Montoya, Pitín,
Las Corraleras de Lebrija con Juana Vargas, José de
la Buena. Presentador, Alberto García.
Utrera no se olvida de los suyos. Sólo tres días
después de un emotivo homenaje a Bambino, el pueblo
mostró su afecto por otra figura del flamenco que adorna
la larga ristra de personajes que han difundido y engrandecido
el nombre de esta localidad. El cantaor Gaspar Fernández
Fernández, «Gaspar de Utrera» (Utrera, 1932)
es un artista complicado, admirado por una élite, casi
figura de culto, y desconocido para gran parte de la afición.
Pertenece a la generación de Fernanda y Bernarda, y
juntos representan la cantera de cante que siempre ha sido,
y esperamos siga siendo Utrera.
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José Mercé con Moraíto
Chico
Enrique el Extremeño con Antonio
Moya
Mercé y Moraíto
abrieron la noche
de manera espectacular
El gran afecto que siente los artistas del flamenco por el
veterano bohemio quedó patente con la intervención
desinteresada de figurones como José Mercé y
Moraíto, que abrieron la noche de manera espectacular.
José se entregó, se volcó, prácticamente
perdió el conocimiento por siguiriyas levantando el
vello colectivo del público entendido. En dos palabras
ubriqueñas, «im-presionante». Mercé,
hijo mío, adelante con tus pilas alcalinas digan lo
que digan, que parece que te dan toda la energía que
necesitas para seguir agasajándonos con tu cante de
categoría. Por soleá, soberbio, y por bulerías
salpicadas de sus simpáticas letras lamentando el no
encontrar aparcamiento o el tener el móvil fuera de
cobertura. Y que no falte nunca ese bailecito, ni la larga
y sentida ovación del público emocionado y agradecido.
Fue seguido por el humorista andaluz Paco Gandía,
después de cuya intervención le tocó
el turno a un cuadro local compuesto por el bambinero Manuel
de Angustias, David Gutiérrez, y el toque de Pitín
hijo y Domi de Ángeles. A continuación, otra
pieza del mobiliario artístico de Utrera, el cantante
y personalidad televisiva, Tate Montoya con el toque de Pitín.
José Cortés Jiménez
demostró que
sigue siendo mucho Pansequito
Pansequito con Diego Amaya
Tomás de Perrate
Volviendo a provincia de Cádiz, un hombre que logró
la cima de la popularidad en los años de Camarón,
cuando pocos lograban competir profesionalmente con el isleño,
José Cortés Jiménez demostró que
sigue siendo mucho Pansequito. Inexplicablemente olvidado
por la afición, con una de las voces más hermosas
del cante flamenco masculino actual, el cantaor empezó
por sus emblemáticas alegrías, siguió
por solea ¡qué soleá!, y se despidió
con esas bulerías tan personales y sabrosas – para
envolverlo y llevárselo a casita este Panseco. Le tocó
airosa y sabiamente Diego Amaya.
Una noche de lujo para
cualquier aficionado a este arte
El Nano de Jerez… es que es una noche de lujo para cualquier
aficionado a este arte… con Pitín a la guitarra,
por tangos y por bulerías. Dos utreranos adoptivos,
Enrique el Extremeño, habitual cantaor para baile donde
mejor luce, interpretó soleá por bulerías
y tangos extremeños con la guitarra de Antonio Moya.
Tomás de Perrate, la no tan joven esperanza de Utrera,
Artista Revelación en la última Bienal de Flamenco
de Sevilla, por soleá y bulería, con Antonio
Moya.
Aurora Vargas con Diego Amaya
El homenajeado Gaspar de Utrera
Párrafo nuevo para la extravagante gitanería
de Aurora Vargas que armó su acostumbrado taco cantando
y flamenqueando por tientos tangos y bulerías, con
Diego Amaya al toque. Después, un cambio de aires con
Juana Vargas y las Corraleras de Lebrija con sus sevillanas
a la antigua usanza de cuando no había tanto violín
y se cantaba al son de la pandereta, la campanita y la cuchara
contra la botella de El Mono. Antonio Malena, hijo del cantaor
Curro Malena, las acompañó.
La última intervención la realizó el
cantaor normalmente de 'atrás' Curro Fernández,
padre de Esperanza y Paco, dos jóvenes estrellas del
flamenco… de tal palo… A pesar del frío de la noche
de mayo, y el público ya pasado de copillas cuando
eran las tres y algo de la madru, Curro no se apuntó
por lo fácil, y cantó valientemente por siguiriyas,
terminando por bulerías con la guitarra de Antonio
Moya.
En un breve y casi simbólico fin de fiesta, el homenajeado
cantó cortito por su emblemática bulería
y luego dos fandanguitos, no sin antes dar las gracias al
numeroso público y a todos los artistas que habían
colaborado.