Ganas de Paula Comitre

Paula Comitre - Après vous, madame - La Bienal

Paula Comitre - Après vous, madame - La Bienal

Título: Après vous, madame. Dirección, coreografía e idea original: Paula Comitre. Asesoramiento dramatúrgico y escénico, La Ejecutora: Fran Pérez Román y Julio León Rocha. Artista visual, creadora de la pieza Bata de cola inflable: María Alcaide. Creación musical: Orlando Bass. Visión externa: David Coria. Lugar: Teatro Central. Bienal de Flamenco de Sevilla. Fecha: Martes 24 de septiembre de 2024. Aforo: Lleno.

Con la experiencia me doy cuenta de que se sabe si una obra gusta según se hable de ella o no justo a la salida del teatro. Si al echarse el telón el público sale al hall deseando compartir sus impresiones y se le nota la alegría o la congoja en la cara es que funciona. Si por el contrario la gente evita el tema y prefiere preguntar por cualquier otra cosa, como sucedió este martes después del estreno nacional de Aprês vous, madame de Paula Comitre en la Bienal de Flamenco de Sevilla, es que algo ha fallado.

Es verdad que el nuevo espectáculo de la bailaora sevillana, una de las más prometedoras de su generación, cuenta con una duración correcta (60 minutos), una exquisita iluminación de Benito Jiménez, una estética interesante, y un buen punto de partida fruto de una labor de estudio e investigación realizada por la creadora durante su beca en la Citè des Arts de París. Esto es, revitalizar la figura de Antonia Mercé ‘La Argentina’ a través sobre todo de la correspondencia que mantuvo con compositores y artistas, como Falla, ya que apenas existen grabaciones de ella en movimiento.

También que el diálogo que mantiene entre la tradición flamenca, lo contemporáneo y las danzas clásicas españolas que triunfaron en el país vecino a principios del siglo pasado, y la transversalidad del trabajo, permite a Comitre desarrollar un lenguaje corporal más rico y profundizar en su búsqueda como bailaora versátil que a ratos se muestra grácil, delicada y vaporosa y en otros tajante y firme. Igual que le sirve para construir figuras desde lo plástico y recrear en seis piezas el legado de la desconocida bailarina con las castañuelas o en los salones de variedades.

Lo que ocurre es que su inquietud y su elogiable valentía para asumir riesgos, nos lleva a una obra lineal que desvela a una artista en construcción a la que le faltan recursos para llenar una hora de un espectáculo minimalista, con dramaturgia plana (a cargo del colectivo La Ejecutora, que la dirigió ya en La mujer tigre) y sin escenografía, en el que el peso recae al completo sobre ella y el sobrio acompañamiento musical del piano contemporáneo del francés Orlando Bass, que recrea el repertorio de música española de conocidos compositores como Falla, Joaquín Nin, Albéniz o Granados entre otros.

Es decir, como ya nos sucedió en Alegorías (los límites y sus mapas) su anterior estreno en la cita jonda donde compartió escenario con la bailarina de contemporáneo Lorena Nogal -también bajo una gran gasa-, sentimos que Comitre se queda en lo epidérmico, escondiéndose en la poética visual y en la estampa, en lugar de descubrirse y desnudarse como la bailaora/bailarina que empezamos a no recordar.

En este sentido, más que indagar en recursos dancísticos que asienten su personalidad, la Giraldillo Revelación 2020, pone el foco sobre elementos externos basando el discurso en torno a una falda inflable, obra textil de la artista María Alcaide, inspirada en los dibujos originales de Bacarisas o en artistas contemporáneos como De Prada Poole y que según señala el programa “explora la tensión entre el peso simbólico de la tradición y la ligereza de una reinterpretación moderna”.

Así, el sugerente y atractivo juego con los volúmenes de la bata roja que en un principio empezó resultando sugerente y atractivo terminó por convertirse en un lastre para la artista, formada en el Ballet Flamenco de Andalucía y en las compañías de David Coria (aquí visión externa) y Rafael Carrasco. Esperábamos, de hecho, que en algún momento se despojara del tejido para ofrecernos otra Comitre pero, al contrario, cantando una farruca que nos hubiera gustado verle bailar, la creadora acabó atrapada entre el tejido y nosotros con las expectativas desinfladas y ganas de más.

 
 
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