Ganas de bailar

Antonio Molina Choro - foto: Remedios Malvarez

Antonio Molina Choro - foto: Remedios Malvarez

Título: ‘Mi baile’ Elenco. Baile: Antonio Molina ‘El Choro’ Artista invitad al baile: Gema Moneo. Guitarra: Juan Campallo y David Caro. Cante: Jesús Corbacho, Pepe de Pura y Jonathan Jiménez. Percusión: Paco Vega. Ciclo: Jueves Flamencos de Cajasol. Fecha: Jueves 12 de abril de 2018 Aforo: Medio

Texto: Sara Arguijo
Fotos: Remedios Malvarez


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Viendo a El Choro bailar este jueves en Cajasol recordé ese entremés de los Hermanos Álvarez Quintero, que tanto representamos de pequeños en el colegio y que hablaba de lo fácil que es reñir cuando uno se empeña. Se me vino el título porque pensé en que ese afán del protagonista por buscar la pelea la tiene este onubense con el baile.

Desde que salió a escena arropado por los fandangos de su tierra, El Choro mostró sus infinitas ganas de bailar, como un modo natural de expresión, por mera satisfacción personal y artística. Las ganas que nacen de una pasión y que se contagian rápidamente en un público ávido de verdad y de naturalidad. Porque no hay nada que convenza más que ver a alguien contar aquello en lo que cree, vencer sus propias limitaciones, sin miedo al fracaso.

El Choro tiene un zapateado frenético, un lenguaje visceral y selvático y unas maneras propias que parten de lo clásico, del baile viril, pero resultan frescas por lo que tienen de personales. Es decir, lo novedoso de su propuesta es precisamente que su baile nace de sus intenciones, de lo que es capaz de responder desde sus pies o desde sus desplantes al cante, a la guitarra o al cajón.

Esto evidenció en el espectáculo cuando le bailó a su paisano Jesús Corbacho mientras éste le cantaba y le tocaba por cantiñas. O cuando dialogaba con Pepe de Pura por tonás, diciéndose el uno al otro sin palabras y con absoluta franqueza lo que cuesta alcanzar lo que se quiere. O en la soleá rota y abigarrada o en las preciosas zarabandas que interpretó junto a la bailaora Gema Moneo, en una coreografía que fue abrazo y fue sonrisa.

Moneo fue aquí y por seguiriyas la réplica perfecta para Antonio Molina porque, de algún modo, compartieron leitmotiv y una filosofía común, pero también perspectivas y sueños.

De destacar un atrás que en todo momento arropó al artista, lo comprendió, lo respetó y lo zarandeó para que se mantuviera arriba. Una hora justa le bastó para narrar su baile. Para qué decir más cuando está todo dicho.

Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Gema Moneo – foto: Remedios Malvarez
Gema Moneo – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
El Choro & Gema Moneo – foto: Remedios Malvarez
El Choro & Gema Moneo – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Antonio Molina Choro – foto: Remedios Malvarez
Choro & Moneo – foto: Remedios Malvarez

 

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