Texto: Sara Arguijo
Fotos: Antonio Acedo
Gala inaugural del ciclo Septiembre es Flamenco. Gala Giraldillos Bienal de Sevilla 2014.
Elenco: Ballet Flamenco de Andalucía (Dirección y coreografía de Rafaela Carrasco); El Lebrijano (Guitarra: Pedro María Peña Coros y palmas: Raúl Moreno Aguilera y Sergio Moreno Aguilera); Manuel Valencia; Antonio Reyes (Guitarra: Antonio Higuero Palmas: Diego Montoya y Tate Núñez; Farruquito (Cante: Antonio Villar y Zambullo Percusión: Antonio Moreno «El Polito» Guitarra: Román Vicente, Rafael Rodríguez «El Cabeza»); Artistas invitados: Soleá Morente, Esperanza Fernández y José María Gallardo Lugar: Teatro Lope de Vega de Sevilla Fecha: 8 de septiembre de 2015 Ciclo: Septiembre es flamenco Aforo: Lleno
Los frutos dulces
Había ganas de flamenco y emoción por el reencuentro. Sevilla, con todo su ombliguismo y sus torpezas, se ha acostumbrado a inaugurar el otoño reconciliándose con el arte que mejor la define y haciendo despliegue de un patrimonio del que quiere ser capital universal. Porque si de algo puede presumir es de lograr reunir a lo más granado del mundillo bajo las tablas y porque, al fin y al cabo, éste es el mes de la recogida de los frutos dulces. Aunque luego se empiecen a caer las hojas.
Con este ambiente se dio inicio este martes al ciclo ‘Septiembre es flamenco’ –bautizado ya como ‘La Bienalita’– homenajeando a los Giraldillos de la pasada Bienal en una gala precisa y bien dirigida que quiso no sólo para reconocer la contribución de estos artistas sino también la de la ciudad que los encumbra. “Lo que Sevilla te da no te lo quita nadie”, que dijo El Lebrijano al recoger el galardón y que terminó por convertirse en el manifiesto de la cita.
Así, se vivieron emotivos momentos como el recuerdo al ausente Rafael Riqueni (Giraldillo a la Maestría) con la Amargura de las sensibles guitarras de José María Gallardo y Miguel Ángel Cortés (Giraldillo al toque). O la sentida seguiriya que desde el palco le cantó Esperanza Fernández a este último, que con sus acordes la llevaba en volandas.
También disfrutamos especialmente de la profundidad y el eco ya eterno de las soleares de Juan Peña ‘El Lebrijano’ (Giraldillo Ciudad de Sevilla) que logró emocionado levantar al público de los asientos. De la jondura y sonoridad de la guitarra del joven jerezano Manuel Valencia (Giraldillo Revelación). De la delicadeza y gitanería que transmitió Antonio Reyes (Giraldillo al Cante) en la zambra o en el polo. Y, por supuesto, de la fuerza, el magnetismo y la rotundidad que desprendió Farruquito desde que empezó a recorrer el pasillo del patio de butacas.
Una vez más, no fue justo el recuerdo al otro Giraldillo Ciudad de Sevilla concedido a Enrique Morente que quedó reducido a una letra por tangos en la voz de su hija Soleá. Como tampoco se lució el Ballet Flamenco de Andalucía (Giraldillo al Mejor Espectáculo por ‘Imágenes’) cuya pieza aislada perdía sentido en el programa.
En cualquier caso, el espectáculo sirvió para poner de manifiesto la sintonía entre el pasado, el presente y el futuro de lo jondo y entre todas sus corrientes. También para propiciar felicitaciones complacientes que ojalá ahora Sevilla sepa entregar al mundo.