Texto: Estela Zatania
Fotos: Rafael Manjavacas
Videos: CNaf
30 noviembre, 2013. Gran Teatro de Córdoba
La gran máquina del flamenco es imparable. Algunos festivales desaparecen y otros se celebran por primera vez. En los pueblos de Andalucía profunda los mayores cantan en la cocina y de todo el territorio, o fuera de él, unos jóvenes ilusionados siguen apuntándose para el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, un importante escalafón, codiciado y disputado cada tres años desde 1956.
El grandísimo lujo de gozar de la presencia del que fuera ganador absoluto en aquella primera edición, el maestro Antonio Fernández Díaz, “Fosforito”, máximo representante del concurso y de su historia viviente. Ciento sesenta y seis aspirantes, entre cantaores, bailaores y guitarristas, acudieron a la fase selectiva del legendario evento que ha visto su formato y sistema de premios cambiar con el paso del tiempo, adaptándose a un clima económico poco favorable, pero con el mismo esfuerzo y dedicación por parte de la organización.
Once finalistas salieron de esa primera criba, y de ellos, fueron seleccionados los tres ganadores de primeros premios, y cuatro segundos premios, pero ganadores todos.
La velada empezó con la entrega de premios de esta vigésima edición: en baile, Mercedes Ruiz Muñoz “Mercedes de Córdoba”; en guitarra, Severiano Jiménez Flores “Niño Seve”; y en cante, Manuel Domínguez Gallardo “Manuel Cástulo”. Segundos premios fueron otorgados a Jesús Carmona Moreno “Jesús Carmona” en baile, a Pedro Heredia Reyes “Pedro el Granaíno” en cante, y ex aequo a Javier Conde y Santiago Lara en guitarra.
Después de un descanso para que los artistas pudieran prepararse, la gala empezó con el baile por taranto de Mercedes de Córdoba con Juan Campallo a la guitarra y el cante de Enrique Extremeño y Emilio Florido. Con temperamento, sorprendente en algunos momentos, suave y femenina en otros, con un fuerte aroma a Yerbabuena en cuya compañía ha trabajado, demostró ser merecedora del primer premio de baile.
A continuación Manuel Cástulo de Mairena del Alcor, primer premio en cante, con la sabia guitarra del Niño Elías, dio una muestra de su inspiración mairenera con cante minero, siguiriya y soleá apolá.
Con mucho jaleo de un público admirador, el Niño Seve tomó asiento en el venerable escenario para ofrecer su perspectiva contemporánea de la guitarra, el elemento flamenco que más ha evolucionado desde el primer Concurso de Córdoba. Demostró su capacidad de acompañante con la colaboración de Rocío Segura por siguiriyas, ahora con un toque más convencional como corresponde para el cante, demostrando conocimientos y buen gusto.
Volvió Mercedes de Córdoba para bailar por cantiñas con una larga bata de cola de color naranja que dominó con maestría. Con los tres ganadores en la pista, Manuel Cástulo cantó por romance en el más puro estilo mairenero, y un breve fin de fiesta por bulerías puso final a este concurso que sigue defendiendo su compromiso con el flamenco más clásico.
Niño Seve – Concurso Nacional de Córdoba
Manuel Castulo – Concurso Nacional de Córdoba
Mercedes de Córdoba
Mercedes de Córdoba