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María Pagés presentaba en
el Teatro Albeniz de Madrid dos de sus montajes: En una primera
parte «la Tirana» que estreno en 1998 en la Maestranza
de Sevilla y en la segunda su última creación «Flamenco
Republic».
Esta sevillana muestra su personal concepción
del flamenco en todo lo que hace y se contempla especialmente en
el espectáculo «La Tirana». La bailarina contó
con la colaboración del cineasta José María
Sánchez para su creación. Se trata de una fantasía
goyesca, que se desarrolla en el Museo del Prado. Un joven burlando
la vigilancia se queda dentro del museo para mostrar su amor a la
Maja de Goya, que sale del cuadro para danzar por la noche con su
enamorado, pero el espíritu de Goya permanece al acecho para
vigilar a su musa. A través de este argumento se baila flamenco
al compás de una canción pop, de una opera, del «Canon
de Pachelbel» o de «Cantando bajo la Lluvia». Quizás
a muchos les escandalice, pero al margen de que no se bailan seguiriyas
o soleá, el hecho es que el resultado es un espectáculo
de danza divertido y muy atractivo y con una puesta en escena que
con sencillez logra ser bastante original.
El principio del espectáculo es una especie de fama a la
flamenca, que a ritmo de pop baila toda la compañía
en su visita al Prado. Posteriormente Angel Muñoz con un
baile técnicamente perfecto, hace un solo mostrando su amor
por la maja, que a través de un cuadro situado al final de
escenario empieza a cobrar vida en el baile de María Pagés,
que está dotado de gran elegancia. Mueve sus brazos con mucha
delicadeza y juega con ellos y con el movimiento de todo su cuerpo
logrando una danza muy personal y bella, que da esa simbiosis ente
el clásico y el flamenco. Toda la escena es un cuadro cuando
María Pagés baila a través de la tela mientras
se proyecta su sombra, lo que resulta muy bonito. No falta el paso
a dos entre la maja y su enamorado.
Goya toma presencia en el baile de Manolo Marín, en unas
bulerías, que baila con la picardía y dominio que
dan la experiencia que posee una reconocida figura del baile flamenco.
Otros cuadros de Goya también cobran vida como la Familia
de Carlos IV al son del canon de Pachelbel terminado en tangos,
con un efecto muy cómico, al igual que los fusilamientos
del dos de mayo, creando una atmósfera más seria.
Es especialmente divertido cuando María, Manolo Marín
y Angel Gómez bailan a trío «Cantando bajo la
Lluvia».
Una obra al margen del flamenco al uso, en la que María
Pagés lleva a escena sus revolucionarias ideas con una estupenda
coreografía desarrollada con profesionalidad por todo el
grupo.
La
segunda parte «Flamenco Republic» vuelve a lo más
tradicional de este arte, pues se trata de una sucesión de
palos. De la soléa a los tangos. En este montaje María
pretende mostrar el contraste que existe en el flamenco, desde los
sentimientos más tristes y trágicos pasando por al
ironía hasta el humor y la simpatía. También
refleja los ritmos más primitivos como en las seguiriyas
en la voz de Rosalía de Triana, hasta los más modernos.
María Pagés interpreta sola un garrotín y
unas seguiriyas. Vuelve a hacerlo a su estilo, no es un flamenco
de fuerza, pero si refleja pasión en sus movimientos, es
un baile sensible, que resulta de bella factura.
Las alegrías de las chicas breves y concisas, dan paso a
la Farruca de los chicos. Los bailes de cuadro no se hacen monótonos
como ocurre en otros montajes, todos los bailarines demuestra una
estupenda formación y los cambios de colocación hacen
que no sea el típico baile de grupo.
La pieza más resultona y simpática es la denominada
«Percusiones». María Pagés con sus gestos
demuestra su gran capacidad interpretativa en el campo cómico
y resulta muy graciosa. Hay un número con abanicos de las
bailarinas y posteriormente un enfrentamiento de María y
Manolo Marín entre castañuelas y pies, muy conseguido.
Es algo muy novedoso que no es poco mérito.
Por tangos destaca la intervención de Manolo Marín
que demuestra la gracia de los viejos maestros al marcarse este
baile. También con un aire desenfadado toda la compañía
canta y baila para despedir este «Flamenco Republic».
En general un programa donde María muestra su visión
contemporánea del flamenco con mucho criterio y que resulta
muy seductor para el espectador.