Texto: Curro Velázquez-Gaztelú
Fotos: Marta Vila Aguilà
Segunda mitad del Festival Flamenco on Fire. Ballet Nacional de España, Farruquito, María Juncal, Cumbre Flamenca Latin Jazz, Estrella Morente
Especial II Festival Flamenco on Fire 2015 – Toda la información
Unos de los platos y apuesta fuerte de “Flamenco on Fire”, fue el jueves 27, que una vez pasado el ecuador del Festival, le tocaba el turno al Ballet Nacional de España, dirigido por Antonio Najarro. “Alento y Zaguán”. Nada que envidiar a Broadway. La primera parte, “Alento”, más centrada en el clásico español con tintes contemporáneos, con una puesta en escena sobresaliente. La música inspiradora, grabada en la primera parte, corrió a cargo del barakaldés Jesús Torres. La segunda, “Zaguán”, la más flamenca y con coreografías del gran Marco Flores, en el que nos propuso una Seguiriya y Toná y Guajira y Milonga. En todo momento el sello indiscutible del arcense salió a borbotones por los bailaores y bailaoras. Sobre todo en la segunda coreografía exclusivo para bailaores, fue donde parecía estar presente el propio Flores. Blanca del Rey, propuso una trascendental Soleá del mantón, que sin música, la bailaora Esther Jurado demostró su capacidad para llegar al fondo del alma. La Lupi puso unos Tangos de su cosecha sobre las tablas y Mercedes Ruiz, unas de las disciplinas que ella conoce a la perfección, la bata de cola, a través de unas Cantiñas de Córdoba, una pieza poco común en los tiempos que corren. El final fue una aportación colectiva. Una producción en donde se cuida hasta el más mínimo detalle y sin que nada pase fortuitamente.
Este mismo día, en el “Palacio del Condestable”, un espacio distinto a Baluarte, que es donde se centra el groso de la programación, hubo un taller de Farruquito sobre la improvisación. Éxito total. Y es que todo lo que toca Juan, lo convierte en éxito asegurado. Y en el mismo lugar, en salas distintas, se proyectó el documental de Vicente Pérez Herrero, “Flamenco de raíz”. Un ciclo que ha tenido éxito de público, ya que por tan sólo un Euro, se podía disfrutar cada día de una proyección. Algunos documentales fueron amateur y otros profesionales, dando a demostrar que el Festival apoya a la gente que empieza. El bailaor del Sacromonte granaíno, Iván Vargas, fue el que en el Hotel “Los Tres Reyes” y dentro del Ciclo Nocturno, bailó tan bien como él sabe hacerlo. Y es que de casta le viene al galgo.
El siguiente día, viernes 28, fue uno de los más esperados. Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, nos trajo a Pamplona-Iruña el espectáculo “Improvisao”, que con un casi lleno, volvió a sus orígenes. Sin colorantes ni conservantes, siendo la improvisación el hilo conductor de la propuesta. A la guitarra Román Vicenti y el jerezano José Gálvez, haciendo éste de las suyas en todo momento y poniendo al espectáculo en su sitio. Al cajón Polito. Al cante Antonio Villar, Mari Vizarraga, Pepe el de Pura y al no poder venir Fabiola Pérez por su avanzado estado de gestación, vino su marido Manuel “Zambullo”. Desde deflamenco.com les damos nuestras felicitaciones a ambos.
La conferencia de la tarde corrió a cargo de Joaquín Albaycín, que repite año y que nos habló de su tía abuela María Albaycín. “Diaghilev y el Amor Brujo”. Este fue el último día de las proyecciones, tocando el turno de “La Búsqueda” de Curro Sánchez. El Trasnoche corrió a cargo de Josemi Carmona, el pamplonés Javier Colina y Bandolero.
Empezaba el fin de semana y se notaba que venía público de distintos puntos de la geografía: Sur de Francia, Japón, País Vasco, Aragón, La Rioja, Castilla León, Santander, Valencia, Andalucía y los que más de Madrid y Barcelona. Este ha sido el año de la consolidación, sin duda. Las administraciones y los propios pamploneses y pamplonesas, se han dado cuenta que este proyecto es un bien común, donde se genera espacios de convivencia, aunando voluntades. Y es que la Cultura es una plataforma necesaria y aunque ésta esté machacada por ese maldito 21% de IVA, sí es cierto que ésta es necesaria para que los pueblos y las personas crean criterios propios, sin ningún tipo de elementos distorsionantes que hagan el sometimiento la moneda de cambio. Sí es cierto que “Flamenco on Fire” es un proyecto aperturista, con lo que la continuidad puede estar asegurada para años venideros. En tan sólo dos años se ha puesto entre los mejores festivales del género. Porque “Flamenco on Fire” va más allá de un Festival al uso. “Flamenco on Fire” es un Festival trasversal y con una parte importante de capital privado, algo que no suele ser común entre los Festivales Flamencos de este corte y en donde la Administración corre a cargo de la mayor parte del presupuesto.
El día 29 fue el único día en el que hubo dos espectáculo en el mismo Baluarte. El de mediano formato en el escenario “Flamenco on Fire” a las 19.00 y el de gran formato, en el escenario “Sabicas” a las 21.00. El año pasado hubo más días con propuestas a la tarde, pero esta segunda edición, la única fue María Juncal y su “Encierro de Ana Frank”, en el que la expresión plástica tiene un importante papel en esta historia, ya que así lo requería. Una producción muy teatral, en donde momentos del contemporáneo se hacía visible inevitablemente. El bilbaíno Yago Santos, uno de los discípulos del maestro Riqueni, hizo los arreglos musicales junto con Basilio García, que allí estaba con la guitarra y Diego Villegas. Una música ecléctica inspiradas, no todas, en algunos palos del flamenco, las otras era composiciones libre, sin ataduras de ningún tipo. El violín y el clarinete no podían faltar en esta historia, ya que son dos instrumentos que tocaban mucho las personas de la religión a la que pertenecía la protagonista del diario. Cante y percusión también formaban parte del elenco. En esta propuesta gana la esperanza, el alma, los sueños frente a la barbarie, el autoritarismo, la guerra… María Juncal abre sus brazos sin prejuicios a cualquier forma de explotación, de injusticias y de vehemencia religiosa, siempre a través del arte, del flamenco y del baile.
A primera hora de la tarde estuvo con nosotros José María Velázquez-Gaztelu, homenajeando al homenajeado, Pepe Habichuela. La conferencia se titulaba “La Guitarra en Rito”, o sea, en “Rito y Geografía del Cante”. En estos programas de principio de los 70´s, producido y emitido por RTVE, se hizo especiales a la guitarra y sus tocaores, entre ellos a Juan Habichuela y al propio Pepe, disfrutamos de proyecciones de la serie.
A las 21.15, empezó “Cumbre Flamenca Latin-Jazz”. Música a raudales en los que músicos de altura, nos hizo comprender que somos unos privilegiados al tener una música y un arte como el flamenco tan cerca nuestra y de la posibilidad que tiene de abrirse a otras músicas del mundo, sin perder un ápice de pureza, sin desprestigiar la fuente, respetándose mutuamente. Casi tres horas de la mejor música. Jorge Pardo, el culpable de tal “despropósito”, acompañado de Javier Colina al contrabajo, Jerry González a la trompeta, Rycardo Moreno a la guitarra, Caramelo al piano, Antonio Serrano a la armónica y Piraña a la percusión, siendo después invitado Bandolero a que se subiera al escenario. Y es que cuando hay tanto talento juntos, la noción del tiempo se pierde por completo. Soleá, Soleá del Chaqueta, Tangos, Taranta… y también temas de Piazzola, Boleros, Joropo venezolano… ¿ Cuánto tiempo puede pasar para que de nuevo se vuelvan a juntar estos pedazos de artistas para hacer de las suyas encima de un escenario…?.
El domingo fue el día… el día esperado por muchos. Empezó la tarde con la conferencia de Balbino Gutierrez, con el título: “Pepe Habichuela y Enrique Morente” (Hermanos en el Arte). Ya a las 21.00 y con todas las entradas vendidas. 1.500, el día 30 va a dar mucho que hablar. Estrella Morente con la Orquesta Sinfónica de Navarra y Paco Suárez. “El Amor Brujo”. La presentadora y actriz Eva Hache presentó el espectáculo con su inteligencia habitual, sin perder el respeto y sin caer en tópicos, algo común cuando se refiere al flamenco y a los flamencos. Pero ella, siempre en su sitio, dio paso a la primera parte: La Estrella más ortodoxa, con la guitarra del portentoso Montoyita y las palmas y jaleos de Ángel Gabarre y Antonio Carbonell. Cantes de Pregón, Bulerías por Soleá, El Polo y Alegrías. También nos hicieron unas Granaínas líricas, al más puro estilo de Estrella Morente, Seguiriya, con Montoyita en éxtasis, que la bordó de una forma magistral y Bulerías por Cuplé. En la segunda parte y con toda la Orquesta Sinfónica de Navarra subida al escenario, junto con el ubicuo Paco Suárez, nos hicieron, antes de meterse con el compositor gaditano, unas coplas populares: “Viva Sevilla”, “Las Tres Morillas de Jaén, Axa Fátima y Marién”, popular del siglo XV, el himno gitano “Gelem Gelem” y “La Oración del Torero” de Joaquín Turina. Después de hora y media, empezaron las notas del “Amor Brujo”: “Danza Ritual del Fuego”, “La Canción del Fuego Fatuo” y “Danza del Terror”. La orquesta, a tempo, en todo momento, pese a algunas lagunas que se iban produciendo según iba avanzando las partituras, son una apuesta segura, por su profesionalidad y su amor a la música. Seguro que los entendidos en música clásica notaron con más evidencia todo cuanto pasaba entre las tablas. Pese a todo, el privilegio de escuchar y ver a una orquesta de este calibre no es posible hacerlo todos los días. Estrella también se marcó unas danzas en la parte de nuestro compositor universal, rematando la faena con “Volver” sinfónico. Siendo esto la guinda al pastel que duró 8 días con sus días y sus noches Un pastel que está recién hecho y que parece que va a ver para muchas porciones, gracias al arduo trabajo del equipo organizador de “Flamenco on Fire” y de todas las persona y entidades que de alguna forma u otra apoyan y colaboran para que este proyecto se haga realidad, con dignidad, coherencia y clase, que es al fin y al cabo como lo están haciendo. Y es que saben que desde un principio hay que saberlo cuidar con esmero y mimo para que así no se convierta en uno de tantos festivales que hay por nuestra geografía.
La gente no tenía ganas de celebrar el cierre de esta segunda edición, pero sí de al menos de acabar como se merecía. Así que nos esperaba con el remate el “Ciclo Nocturno”: Juan Carmona “El Camborio”, Saúl Quirós y Kike Morente. No vea…! Saúl hizo de las suyas con esa voz tan particular y esa forma de conocer los cantes, acompañado siempre por Juan Carmona, que ya sabe latín y griego su guitarra. Pero José Enrique Morente fue la locura contenida por los allí presente. Y es que la vena morentiana lo tiene por cada poro de su piel, pero de una forma natural, no impuesta. Con una sensibilidad que atrae a neófitos o a los ya doctorados en la materia flamenca. Kike Morente va a ser uno de los grandes, porque lo lleva en su saber estar, encima del escenario. Y es que su voz natural, atrae como hierro al imán. Porque a pesar de que nos recuerda a su padre, él lo lleva a su terreno como un portento fuera de lo común. Tendremos a Kiki Morente por muchos años, al igual que tendremos “Flamenco on Fire” también por muchos años. Y que así sea…!!