Resumen: Festival «Puerta Flamenca» de Puertollano. Rubio de Pruna, Pele, Paco del Pozo, José de la Tomasa
Festival ‘Puerta Flamenca’ de Puertollano |
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Texto y fotos: Estela Zatania Cante: José de la Tomasa, El Pele, Paco del Pozo, Rubio de Pruna Parece que los aficionados pasamos la vida esperando el momento culminante, el cante perfecto o la actuación extraordinaria que luego contamos a los amigos con frases que reservamos para estas ocasiones: “cante de lujo”, “una velada excepcional”, “una pasada”. El milagro de la afición, la fuerza del cariño de la peña flamenca “Fosforito” de Puertollano y el patrocinio del Ayuntamiento de la misma localidad, una vez más dieron lugar al festival “Puerta Flamenca” que cada año hace la competencia a las actividades de Semana Santa para ofrecer cante de calidad en plena Castilla-La Mancha. A pesar de estar lejos de los centros habituales para este tipo de evento, los puertollanenses no son ajenos al arte jondo. Décadas de emigración de las regiones de Andalucía y Extremadura, y la tradición minera, han dejado un gusto por el mejor cante flamenco. El escueto cartel, compuesto por dos figuras consagradas y dos jóvenes, cuatro serios profesionales, no prometía nada fuera de lo normal, pero ocurrió que los cuatro dieron lo mejor de sí, y pasamos un par de horas de emociones fuertes, cortesía de un flamenco absolutamente pelado – voces y guitarras, la buena voluntad de los artistas y para de contar.
Abrió Antonio Flores, “Rubio de Pruna”, flamante ganador del último concurso de cante de Puertollano, uno de los concursos que mayores premios ponen en la mesa, y que más talento atraen. Acompañado por la sabrosa y sabia guitarra de Antonio Moya, y vestido de un deslumbrante traje blanco, deslumbró todavía más con su voz flamencamente rozada, y la admirable capacidad de abrir el grifo del duende a voluntad. El taranto de Torre, pero a su manera, y levantica, siempre personalizando, sorprendente en uno de tan sólo 25 añitos. Cosas importantes tuvieron lugar por siguiriyas, con el cantaor y el guitarrista compenetrados, y ya empecé a tener aquella sensación de que “esta vez no tendrán que contármelo”. Más de lo mismo por soleá, evocando Alcalá, Utrera y Cádiz, con conocimientos y entrega, antes de cerrar por fandangos. El poder comunicativo del Pele… A continuación, el milagro llamado “Pele”. Manuel Moreno Maya, cordobés, carismática figura de culto todavía en ascenso a sus 55 años gracias en parte a una grabación que para muchos fue lo mejor del año flamenco 2008. Como dijo el presentador, “ejemplo exacto de cómo se puede aportar personalidad, respetando la tradición”. Con el Niño Seve y Patrocinio hijo acompañando, dos guitarras jóvenes para un veterano intemporal, Pele empezó con una caracolada a compás libre, jamás imitando, sino inspirándose y creando. Una buena tanda de soleá es empezada por apolá, cantes que antes se empleaban para rematar, ahora aparecen más habitualmente como preámbulo. Las cuerdas transportadas de las guitarras aportan misterio y jondura a una siguiriya ya misteriosa y jonda gracias al poder comunicativo del Pele, capaz de perderse, en el mejor sentido, por los senderos del cante clásico. Por bulerías, una brillante mezcla de estilos cortos, cachitos de cuplé y creaciones originales, termina con el bailecito igualmente sorprendente del cordobés, que se ve obligado a bis, y se despide con una petición: “que seáis felices y hagáis muchos niños para que no se termine el flamenco”. Pero el público hace que vuelva una vez más, y termina definitivamente con saeta y martinete. La segunda parte empieza con Paco del Pozo, un joven madrileño a descubrir, con el sólido y clásico acompañamiento de Antonio Carrión. Martinete, debla y toná, de corte tradicional, ligados y rematados con guitarra, hermoso arreglo. Del Pozo quita el polvo a caracoles “de mi Madrid”, que cobran vida y se actualizan con su interpretación. Malagueña y el fandango de Frasquito provocan oles que hacen que el cantaor felicite al público por su nivel de afición. Por soleá, Paco del Pozo pone su parte a lo que está quedando como una noche antológica de este palo, y una colección de cantes antiguos por bulería es rematada con “El poeta lloró” del utrerano Bambino que será homenajeado este mes en el décimo aniversario de su desaparición.
La realeza del cante… José de la Tomasa, “auténtica realeza del cante”, dice el presentador, y la melena plateada y porte del cantaor parecen confirmar esa descripción incluso antes de que abra la boca para cantar. Suelto y dinámico, bromea con el público: “mi alumno Paquito ha hecho to’s mis cantes, así que voy a cantar por tientos”. Nuevamente es Antonio Carrión que pone a vibrar las seis cuerdas al son del cante, y de la Tomasa remata por tangos incluyendo los distintivos estilos de Triana. Más cantes por soleá para completar la soberbia antología que estamos gozando esta noche, y el cantaor, normalmente algo reservado, alcanza cotas altas por alegrías, fandangos y un bis que no es saeta como piden algunos, porque “o se canta flamenco, o se canta saeta”, sino bulerías. Ocho hombres en total, cuatro guitarras, cuatro gargantas entregadas, cuatro localidades, Pruna, Córdoba, Madrid, Sevilla, fue la receta que nos llevó por una ruta con destino al meollo del cante, sin desvíos ni distracciones: cante de lujo, una velada excepcional, una pasada… |