Festival “Puerta Flamenca” de Puertollano Viernes, 14 de marzo, 2008. 2100h. |
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Texto y fotos: Estela Zatania Cante: Macanita, Miguel de Tena, Guillermo Cano, Alberto Sánchez de Jerez. Guitarra: Manolito Parrilla, Antonio Carrión, Rubén Levaniego. Baile: Inmaculada Aguilar y su grupo. Organizado por la Peña Flamenca “Fosforito” de Puertollano, con el patrocinio del Ayuntamiento de Puertollano, se ha celebrado la vigésima edición de este festival que cada año poñe un cartel de primera calidad, y todo el considerable entusiasmo de los organizadores.
En el hermoso Auditorio Municipal, la velada empezó con fuerza con el primer y último ganador del Concurso Internacional de Cante Flamenco “Puerta de Alcudia” celebrado en Puertollano en diciembre del 2006. Alberto Sánchez es un excelente cantaor joven de la Plazuela jerezana, que sin ser de una de las “dinastías” de cante, se ha criado en un ambiente de flamenco y afición. A pesar de 45 primeros premios al cante, no es el típico “ganaconcursos” que hace carrera reproduciendo versiones polvorientas de cante tradicional, sino que demuestra tener gran personalidad propia, a la vez que es absolutamente respetuoso con las formas. Con su voz y decir flamencos, y el hábil acompañamiento de Antonio Carrión, cantó alegrías de Cádiz, y con el primer tirititrán ya sientes la espuma de mar, con cierto aire al Beni. Por soleá, nuevamente derrocha personalidad, sabiendo dosificar su considerable fuerza. Con los fandangos llega el primer aplauso entusiasmado de la noche: por esta zona de la geografía hay cierta cultura al fandango y al cante andaluz en general. Carrión, ahora en la cima de su profesión, provoca aplausos con sus falsetas. Por bulerías, la salida de la Paquera nos sitúa en San Miguel con su correspondiente sabor, aunque luego el cuplé “Al Alba” rompe la magia: los jerezanos no acaban de dominar el arte de alternar cante corto y cuplé sin que choque demasiado. Alberto se despide “con una saetita porque estamos en vísperas de Semana Santa”. La actuación más fuerte y apreciada de la noche fue la de Guillermo Cano, de Bollullos Par del Condado (Huelva), que acaba de grabar su primer disco “Rincón del pensamiento” recientemente premiado como Mejor Primera Grabación por la organización de críticos “Flamenco Hoy”. Empezó con cante de ida de vuelta personalizado que directamente metió al público en su bolsillo. Igualmente personalizada y bien recibida fue la taranta, un cante muy apreciado en esta zona de minería. Fandangos por bulerías a lo Vallejo, otra gozada para el público, conduce a tangos más o menos clásicos donde logra encajar una malagueña del Mellizo. Después de una siguiriya menos lograda, y fandangos melismáticos de pie y con la chaqueta quitada, Cano se despide con la gran ovación del público. Su joven tocaor, Rubén Levaniego tuvo cosas interesantes que decir, y manejó bien este repertorio con el justo punto de sabor retro. El baile de la cordobesa Inmaculada Aguilar fue quizás el momento más flojo de la noche. La que es conocida por sus clases y cursillos, hace todo exquisitamente bien, pero no logra deshacerse del deje de la academia. Realizó un curioso arreglo que empezó por trillas y martinete, pasando por un compás ternario romanceado para terminar por soleá; una especie de popurrí jondo. Un notable para el cantaor Churumbaque.
En la segunda parte el extremeño Miguel de Tena defendió su Lámpara Minera del 2006 con la experta ayuda de Antonio Carrión, pero no logró superar la actuación del compañero Cano con quien comparte un repertorio y planteamiento similares. Malagueña con abandolao, tangos con más sabor a Camarón que extremeño propiamente dicho, La Salvaora de Caracol, una larga serie de fandangos personales terminando por Vallejo, y Carrión modulando habilmente entre “por arriba” y “por medio” según el caso. Igual que Sánchez, Miguel opta por despedirse con una saeta. Lo que tuvo que ser el broche de oro, quedó en las mejores intenciones y un público poco receptivo. Tomasa Guerrero “Macanita”, anunciada como “la voz femenina jerezana más importante después de Paquera”, llegó con su cuadro jerezano con Manuel Parrilla a la guitarra, y Chícharo y Gregorio apoyando con palmas y jaleo. Empezó por tientos con la voz sensiblemente tocada, pero quizás por eso, doliendo y llegando más. Por soleá, recrea el paso vivo del compás de Utrera, buscándose en Fernanda en cada momento, a tal extremo que acaba realizando un homenaje a la desaparecida cantaora. El público ahora se muestra frío, pero por siguiriyas la temperatura colectiva desciende todavía más, y Macanita se entrega menos, estableciendo una desafortunada dinámica que sigue en la bulería final y me hace recordar otros tiempos cuando la afición no estaba tan tristemente dividida en “equipos”.
Tomasa Guerrero 'La Macanita' |