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Vuelve como cada año el festival Flamenco Pa Tos
ya en su quinta edición. Una cita que nos permite volver
a reír con Juan Luis Cano y Guillermo Fresser del dúo
Gomaespuma, contribuir a la fundación Gomaespuma con fines
benéficos y ver buen flamenco.
Tomatito aprovechaba la cita para presentar su último disco
“Aguadulce”, aunque abrió el recital con la taranta
de su anterior trabajo. Unas alegrías de su amplio repertorio
contribuían a calentar el ambiente. Con su grupo tocó
soleá por bulerías, bulerías y tangos donde
ya atisbamos temas nuevos. Tonos orientales, melódicos se
mezclaban con ese toque tan flamenco del almeriense. A pesar de
ser un músico inquieto el guitarrista ha optado de nuevo
en este último trabajo por un repertorio netamente flamenco,
pero siempre con una nota de frescura que él acopla a la
perfección a su guitarra. Como de costumbre estuvo perfectamente
compenetrado con los miembros de su grupo. El resultado siempre
es seductor, eficaz y muy grato. Tomatito con su guitarra eleva
lo que toca y elevó al público de sus asientos.
Nada mejor que un festival de carácter solidario para una
guitarra generosa. Tomatito siguió tocando en una faceta
que hacía mucho que no le veíamos, acompañando
al cante. Tomatito y Diego el Cigala se juntaron en el escenario.
El cantaor madrileño no se estaba en plenas facultades. Como
ya adelantó Gomaespuma en su presentación no se encontraba
bien de la garganta “no va a cantar boleros” dijo Juan
Luis Cano. “Yo le dicho que si esta mal, aunque sea que cante
flamenco” añadió Guillermo Fresser. Diego aprovechó
al máximo lo que la voz le permitió, cantó
suave y se atrevió con uno de los estilos fuertes, una soleá.
La guitarra de Tomatito en segundo plano, pero de primera línea.
Diego se extendió en los tangos, para luego cantar unas bulerías.
Aunque no sea su mejor día Diego el Cigala siempre se luce
en los fandangos y así lo hizo, con ellos nunca decepciona.
Aunque no estuvo tan destacado como en otras ocasiones el público
agradecido al Cigala su esfuerzo y el detalle de su acompañante
Tomatito, por brindarnos la oportunidad de escucharlo también
tocando para cantar.
Tras
el descanso el baile de Rocío Molina fue seduciendo al auditorio
con una guajira de bella factura. Jugando con el abanico y con la
bata de cola demostró su destreza.. Con sus gestos y los
movimientos de su cuerpo fue desbordando sensualidad.. El dibujo
de sus brazos delicados y con toques contemporáneos nos dejó
ver a una bailaora con influencias de las destacadas figuras del
baile flamenco femenino actual, pero con un estilo y personalidad
propios. La limpieza de los giros dan a su baile mayor envergadura.
Fuerza y pellizco no le faltan como volvió a demostrar en
la soleá. Muy bien arropada por su grupo nos dejo constancia
de su amplitud de registros. Una grata sorpresa el baile en solitario
de la joven Rocío Molina, que se va haciendo un nombre en
el panorama flamenco, que seguro que irá aumentando con el
tiempo. En este festival también ella tuvo su momento de
gloria. De nuevo to el público se puso en pié.
Texto: Sonia
Martínez Pariente
Fotos: Rafael Manjavacas