Texto: RFM
Fotografías: Pepe Zapata
El arte gitano-andaluz ha llegado a la capital mundial de la danza.
Y lo ha hecho para quedarse. Del 2 al 8 de diciembre, la ciudad del Neva ha acogido de muy buen grado al primer gran festival flamenco de su historia que no solo ha obtenido éxito de público y crítica, sino que ha demostrado ser un modelo de gestión ejemplar.
Si hay una ciudad en el mundo que tenga a la danza integrada en un lugar preferente dentro de sus coordenadas culturales esa es sin duda San Petersburgo. Solamente mencionar los ballets Mariinski o Mikhailovsky (actualmente dirigido por Nacho Duato) ya es motivo de respeto, y son solo algunas de las referencias de esta ciudad que, además, cree profundamente en la convivencia con la cultura en general.
Un festival necesario
Aunque en el pasado se había hecho alguna experiencia escénica flamenca, lo cierto es que esta Festival Flamenco En Rusia-San Petersburgo 2013 ha sido el primer evento serio planteado desde España con criterio de rigurosa calidad artística y, además, con un modelo de gestión novedoso en el flamenco. Porque al margen de actuaciones esporádicas, lo cierto es que el flamenco necesitaba estar representado en la segunda ciudad más importante de Rusia: “Quizá lo que más faltaba en San Petersburgo era un festival consolidado. El pueblo ruso tiene una gran sensibilidad musical y tiene una gran afinidad con todo lo que tiene un origen popular en el sentido más genuino: como el flamenco”, comentaba al programa El Callejón del Cante (Radio Exterior) Manuel Hernández Gamallo, Consejero para Asuntos Culturales de la Embajada de España en Moscú.
Flamencos de altos vuelos
Si el baile es hoy día el mejor embajador del flamenco en el mundo, en San Petersburgo no podría serlo menos. Así, la apuesta de Endirecto FT (promotora española del festival) ha querido estar a la altura de las exigencias rusas proponiendo en el cartel a Andrés Marín, Manuel Liñán y Patricia Guerrero. Tres formas distintas pero exquisitas del entender la danza flamenca, con el plus añadido de que Patricia Guerrero formaba parte del espectáculo “Giraldillo”, integrado por Dani de Morón y José Valencia.
Andrés Marín demuestra día a día ser una de las mentes más lúcidas de nuestro baile. Todo lo que plantea es fruto de una profunda reflexión. No en vano es un artista tan inquieto como investigador. Bailaor y coreógrafo de sello propio, inconfundible, Andrés Marín sube al escenario con la conciencia limpia de la honestidad. En “Mi baile” incorpora nuevas piezas a algunas más rodadas, pero siempre en su línea de sobriedad expositiva: rico en detalles, pero sin recursos superfluos. Con él, una doble red de seguridad: José Valencia y Salvador Gutiérrez. Solo tres artistas –y uno de ellos, Salvador, casi fuera del escenario-, fueron capaces de llenar de forma natural el espacio escénico del Concert Hall Finlandsky, que no es precisamente pequeño. Espacio escénico, por cierto, que en los saludos fue invadido por espectadores con flores para los artistas. Un detalle bonito. O, al menos, colorista.
Al día siguiente, el escenario se llenó de premios: los “Giraldillo”. Así se ha titulado este espectáculo estrenado en este festival y protagonizado por tres de los artistas que recibieron este galardón en la pasada edición de la Bienal de Sevilla: Patricia Guerrero, Dani de Morón y José Valencia. Tres artistas muy diferentes entre sí, con trayectorias distintas a los que les ha unido su calidad… Y San Petersburgo. La propuesta no la encabeza ninguno de ellos (aunque quizá José Valencia sea el que más lidere la formación), sino que es del trío, de manera que hay espacios para el lucimiento personal de cada uno de ellos. Y como los tres van sobrados de talento, el espectáculo despertó la pasión del público desde los primeros compases.
Sinergias
“Sinergia”, en singular, ha sido el tercer y último espectáculo del Festival Flamenco en Rusia-San Petersburgo 2013. Lo firma ese gran bailaor y coreógrafo que es Manuel Liñán. En realidad el trabajo de Liñán no se circunscribe solo a la parte dancística, sino que la huella de su talento está en todos los aspectos de sus espectáculos. Frente al minimalismo que exigen hoy las producciones (no por opción estética, sino por cuestiones más prosaicas como son los presupuestos), Manuel Liñán aplica una de sus mejores armas: la creatividad. Así, no solo baila que da gloria, sino que además sabe exprimir al máximo los recursos: recursos “humanos” (los artistas que le acompañan) y recursos materiales, escénicos (atrezo, iluminación, etc.) y narrativos, porque cada vez más va exponiendo su capacidad para que las obras no sean solo una sucesión de números, sino discursos articulados. El público, desde luego, quedó entusiasmado.
Como entusiasmados quedaron los asistentes a las conferencia de Andrés Marín y Manuel Moraga, así como a la proyecciones de “El fabuloso Sabicas” (Pablo Calatayud) y “Tan cerca tan lejos. Orquesta Chekara y el Flamenco” (Pepe Zapata). Y muy interesantes resultaron los encuentros que los artistas tuvieron con el público nada más terminar sus funciones: una gran idea que no hace sino afianzar la afición de quienes se acercan a este arte y pueden hablar de tú a tú con los protagonistas del flamenco.
Pero hablamos de sinergias, en plural, porque el éxito de este festival ha consistido precisamente en la unión de esfuerzos: la clave ha estado en el modelo de coproducción que se ha seguido en el diseño y la ejecución del proyecto. La promotora española ENDIRECTO FT ha contado con el trabajo en Rusia del centro de lengua española y cultura ADELANTE –el único asociado al Instituto Cervantes en este país-, del centro de baile EL DORAD@ -uno de los centros de baile más activos de San Petersburgo- y de la compañía RONA PROMOTION, empresa de servicios de producción muy vinculada al flamenco y con base en Moscú.
Desde España para el mundo
El mundo del flamenco debe felicitarse, por tanto, de que esta primera incursión en la escena cultural de San Petersburgo haya resultado tremendamente positiva en todos los sentidos, pero sobre todo por la acogida del público y de los medios de comunicación rusos, que han destacado precisamente el éxito de la convocatoria.
Una vez más, queda claro que, como dijo la directora del Instituto Andaluz del Flamenco, Mª Ángeles Carrasco, en la presentación del festival en Sevilla, “La promoción y la difusión del flamenco pasa por la internacionalización”. En este caso, la internacionalización tiene un plus importante: la lleva a cabo una empresa española, de manera que las ayudas financieras –y también de otra índole- han servido no solo para posibilitar que el flamenco se exporte, sino también para apoyar una iniciativa con sede fiscal en nuestro país y que genera puestos de trabajo directos en España. Y ese es otro de los éxitos de este festival.