Texto: DeFlamenco.com
Fotografías: Daniela Incoronato
Dorantes, Tremendita, Belén Maya, Patricio Hidalgo, Amparo de Triana… Reseña y fotos.
“NO QUIERO QUE SE ME OLVIDE NADA”
En plena capital mundial de la danza contemporánea irrumpe el Festival Flamenco en Berlín, que precisamente tiene como objetivo principal posicionar el flamenco como arte escénica. Quienes seguimos y contamos la actualidad del mundo flamenco sabemos que el flamenco ya goza de ese estatus, pero quizás este el concepto no esté tan claro para los espectadores ajenos a este arte, y especialmente cuando nos situamos fuera de España. La Tremendita, Belén Maya y Dorantes han sido los principales artífices del reto.
Había mucho interés y muchas expectativas en que Berlín se reencontrara con un festival flamenco de este perfil. Finalmente, dos productores españoles (Endirecto FT y la Asociación Flamenco en el Mundo), en alianza con el Instituto Cervantes de Berlín lo han logrado. Eso sí, han contado con el apoyo y la colaboración de muchas instituciones y entidades: Marca España, Secretaría de Estado de Cultura, INAEM, Instituto Andaluz del Flamenco, Turismo Andaluz, Festival de Jerez, flamencoArt Berlin o Deflamenco.com, entre otros. Hasta el mismo embajador de España respaldó con su presencia esta iniciativa.
El resultado ha sido una semana intensa de exposiciones, mesas redondas, acciones de pintura en directo, proyecciones y, desde luego, mucho arte en los escenarios. La primera en desplegarlo fue La Tremendita, recién finalista en los Latin Grammy compitiendo nada más y nada menos que con Paco de Lucía y Morente. Esta artista sin precedentes en el mundo del flamenco fue la primera en derribar clichés con sus composiciones innovadoras y con su original puesta en escena. Su estampa con el bajo eléctrico haciendo los tangos de Triana se habrá quedado pegada en la retina de más de un espectador. La energía escénica de esta flamenca es impresionante y nadie queda indiferente ante sus propuestas. La Tremendita es hoy por hoy la heredera más clara de ese concepto dinámico del cante que tenía el maestro Morente.
Por su parte, Belén Maya ha llevado a Berlín su vertiente más tradicional, aunque todos sabemos que esa etiqueta no es la más exacta para definir su baile, aunque siga los patrones más clásicos. Incluso en estos registros, Belén Maya ha tenido la habilidad de crear una estética propia que le nace de dentro, sin imposturas. Y así fur como Belén Maya desató la euforia en en público que llenó la AdK (Academia de las Artes). Desde luego, iba inmejorablemente acompañada por José Valencia, Rafael Rodríguez, Vanesa Montero y Laura González, pero es que además tuvo una de esas noches en las que a la artista le sale lo que ha soñado. Su bata de cola gravitaba como si ese fuera su estado natural. Sus brazos, sus manos, su torso… todo estaba en su sitio en el momento justo, y con gracia: parecía que ese despliegue de energía (y mover una bata cuesta lo suyo) era al final fruto de una brisa tenue, delicada, casi imperceptible. No hay que darle muchas vueltas: esas son las cosas del arte. Amparo de Triana, una de las maestras berlinesas más prestigiosas, comentó a la salida “me voy a mi casa a recordar lo que acabo de ver. No quiero que se me olvide nada”. Una frase que lo dice todo.
Tampoco olvidará en mucho tiempo el público berlinés la actuación que Dorantes ofreció en el mismo escenario un día después. Sus cómplices de “interacción” fueron Leonor Leal y Javi Ruibal. Tres artistas de perfiles distintos pero que saben acoplarse y complementarse con una naturalidad que parece derivada de semanas de ensayo juntos: nada más lejos de la realidad. Precisamente se trata de un espectáculo en el que si algo se impone es la improvisación y, por tanto, la libertad. Hasta dos bises tuvieron que improvisar (improvisar sobre la improvisación) los tres artistas para contentar a un público emocionado y puesto en pie que no quería marcharse sin una dosis más de arte.
Así finalizó un festival que, por el camino, homenajeó también a los pioneros del flamenco berlinés, como Almut Dorowa Ballhaus, Adela Rabin, Pedro Carreño, Amparo de Triana o Manuel Moreno. El espectáculo “Berlin in Flamenco” (dirigido por Michael Schuldt) es un tributo a esos maestros para los que el famoso muro no fue ningún impedimento a la hora de entenderse en torno a nuestro arte. Este reconocimiento lo hicieron los propios artistas de la escena berlinesa actual, entre ellos, Ari La Chispa, Ana Menjíbar, Olga Iturri, Barbara Cieslewicz, Ulrich El Rizos, Carlos El canario, Tomasito, Ute La Antonia o la misma Amparo de Triana, entre muchos otros, incluido el cantaor morisco (Puebla de Cazalla) Juanlu Cárdenas. Por cierto, que no deja de sorprender que existan en Berlín más de 2.000 personas vinculadas activamente al flamenco.
También el pintor Patricio Hidalgo (autor del cartel) tuvo varias intervenciones: dos exposiciones y dos acciones de pintura en directo. La guitarra estuvo también representada por Antón Jiménez y hay que destacar además el homenaje que Amparo de Triana y el periodista Manuel Moraga tributaron al maestro Mario Maya.
El Festival Flamenco en Berlín ha logrado que esta ciudad vuelva a encontrar con el flamenco de élite. Era un clamoroso vacío que finalmente ha logrado llenar la iniciativa conjunta de productores españoles y el Instituto Cervantes. En estos tiempos de escasez de recursos, la imaginación y la voluntad de cooperación han hecho posible que nuestro arte más universal siga conquistando espacios en el panorama de las artes escénicas del mundo: una de las mejores formas de potenciar la imagen internacional de España, porque a diferencia de algunos deportes de masas, el flamenco solo despierta admiración y cariño. Algo que siempre queda en el recuerdo.
