Manuel Liñán “¡Viva!”
FESTIVAL FLAMENCO ALBURQUERQUE
Jueves, 20 de junio, 2019. 20h. Albuquerque Journal Theatre, USA
National Hispanic Cultural Center
Estela Zatania
Dirección, coreografía: Manuel Liñán. Baile y coreografía: Manuel Liñán, Manuel Betanzos, Jonatán Miró, Hugo López, Miguel Heredia, Víctor Martín, Daniel Ramos. Guitarra: Francisco Vinuesa. Cante: David Carpio, Ismael de la Rosa. Violín: Víctor Guadiana. Percusión: Kike Terrón. Música: Francisco Vinuesa, Víctor Guadiana, Kike Terrón.
Anoche la sorprendente obra “¡Viva!” de Manuel Liñán llegó al Festival Flamenco de Albuquerque 2019 en su estreno norteamericano.
Es un viaje interno psicológico, que puede resultar incómodo para algunos, revelador para otros, brillante e inspirado para la mayoría.
Diversos elementos conforman nuestras respectivas identidades: la edad, la nacionalidad, apariencia física, creencias espirituales, gustos…pero ninguno es más contundente y definitorio que el género. La identidad sexual. Independientemente de la vida íntima de cada uno, o eres hombre o eres mujer. Con ese bagaje, la imaginación hecha realidad de Liñán viene paseando por nuestros pensamientos más ocultos y los revuelve con la facilidad de un túrmix. El brillante coreógrafo, director y bailaor granadino, tiene la extrema osadía de vestir a un cuerpo de baile masculino de ropa flamenca de mujer – volantes, lunares de colores, batas de cola, pendientes con flores a juego y mantones con flecos.
Primero piensas, “ya…se visten de mujer para atraer la atención y si acaso escandalizar”. Pero sobre la marcha te vas dando cuenta de que hay mucho más. Porque Liñán no se conforma con la ruta fácil, sino que nos obliga a participar en su juego. Con su intenso diálogo visual, trastoca y desafía nuestros conceptos más fundamentales: “¿quién eres? ¿porqué te vistes ropa de mujer u hombre? ¿porqué te comportas de una manera establecida por la sociedad?” Manda a callar sin miramientos a aquella vocecita interior, la misma que te dice que hay que hacer ejercicio o evitar el colesterol.
Segmentos de baile convencional y bien interpretados, con el excelente cante de David Carpio e Ismael de la Rosa, y la guitarra de Francisco Vinuesa, están generosamente salpicados de humor a lo Chaplin. Últimamente la comicidad está encontrando su legítimo lugar dentro del arte jondo. De pronto estás viendo a Carmen Amaya en Los Tarantos, o los bailaores/as se mueven como muñecos de trapo de tu peor pesadilla, o suena la Niña de la Venta como jaleo de tablao o se representa lo que seguramente es el primer taconeo realizado sobre el techo, o sea, el cuerpo al revés, y no me pidáis que explique lo que acabo de escribir – es para verlo. Al final, el arte alcanza las alturas mediante modificaciones de vestuario, y los vestidos y mantones se quedan colgados sin dueños, meros trapos que nos sirven en un momento dado para comunicar quienes somos o queremos ser.
Fotografías: FarRuk
