1ª parte. Cante: Fosforito. Guitarra: Antonio Soto.2ª parte. Baile: Mercedes Ruiz, Manuel Liñán. Guitarra: Antonia Jiménez, Arcadio Marín, Santiago Lara. Cante: José Valencia, Jesús Méndez. David Palomar. Percusión: Perico Navarro. Palmas: Tacha y Ana.
Después de una semana de intensa actividad, haciendo frente a las temperaturas bajo cero, los trasnoches flamencos en el hotel, el camenbert y el vino francés, el Festival Flamenco de Nimes de 2007 ha llegado a su conclusión.
Esta jornada final empezó a las 11 de la mañana con la clase magistral de Andrés Marín, y a las 12.30 había un homenaje de la ciudad de Nimes a Fosforito, así como a las señoras Olga de Pascua, directora del Centro Andaluz de Flamenco, y María Ángeles Carrasco, coordinadora general de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco. Seguidamente Norberto Torres ofreció la última conferencia, «Las llaves de oro del cante, medio siglo de historia del cante jondo», y las actividades paralelas terminaron por la tarde con la clase de compás ofrecida por Diego Carrasco.
Fosforito homenajeadao por la ciudad de Nimes
En el teatro, había un cartel cargado de emoción: la sabiduría cantaora de Antonio Fernández Díaz «Fosforito», y la nueva generación del baile representada por la jerezana Mercedes Ruiz y el granadino Manuel Liñán.
Los logros de un artista no caducan, y los de este cantaor son considerables
Los que hemos sido testigos del auge de Fosforito y lo admiramos incondicionalmente por lo que ha representado en el cante y lo que ha aportado, nos acercamos a sus recitales con la reseña mental pre escrito:»el maestro cantó espléndidamente por los cantes que le han hecho famoso a lo largo del último medio siglo». Si la realidad difiere sensiblemente de esa valoración, no tiene importancia, porque los logros de un artista no caducan, y los de este cantaor son considerables. Empieza dándole las gracias al público «porque sin ustedes, esto no tendría sentido», y sabemos que el viejo cantaor está dispuesto a hacer todo lo humanamente posible para sacar de su cabeza los cantes que allí residen, y dejar que fluyan por su boca.
Antes de meterse por su famosa soleá apolá, con Antonio Soto a la guitarra, habla de la Triana histórica, de Estébanez Calderón y «Un baile en Triana»… su espíritu docente no conoce límites. Cierras los ojos y Fosforito tiene 30 años, y su voz potente y conmovedora llena el aire de mil noches de verano con el cante de los titirimundi, o su versión de la petenera, o el taranto de Almería, o bulerías de Cádiz, o diversos fandangos abandolaos o los tientos que interpretó en el bis.El público francés sabe apreciar estos momentos inolvidables con el último Llave de Oro del Cante y los aplausos son largos y calurosos.
Un baile compacto e intenso…un par de pellizcos extraordinarios y perfectos envían una carga eléctrica por todo el público
En la segunda parte los bailaores Mercedes Ruiz y Manuel Liñán abren con una pincelada a dúo por taranto tango.Un atrás de ocho personas incluye una guitarrista, ya van tres que hemos visto tocar en público en los últimos doce meses, el tabú se da por roto y ahora la mujer es «tolerada» como tocaora de flamenco. Después del solo de malagueña y cante abandolao del siempre interesante José Valencia, la voz de Jesús Méndez da la entrada por soleá para el primer baile de Manuel Liñán. Este granadino de 27 años, con grupo propio desde los 24, tiene un concepto clásico a la vez que muy estilizado.Su baile es compacto e intenso y un par de pellizcos extraordinarios y perfectos envían una carga eléctrica por todo el público. El baile es demasiado largo, por mucho, un error también cometido por Mercedes Ruiz. Chicos, estos bailes de formato tablao ya no se llevan, si no puedes decir lo que tienes que decir en menos de cinco minutos, a lo mejor es porque no tienes nada que decir.
Mercedes Ruiz, 26 años, Premio de Córdoba y de la Bienal de Sevilla, aparece en un hermoso vestido de terciopelo color oliva, y Jesús Méndez empieza por martinete. El joven promesa de Jerez ha cogido muchas tablas y confianza desde que ha empezado a cantar para baile. Mercedes se permite un exceso de taconeo, imperdonable en una bailaora capaz de tan bellos movimientos, y nuevamente el baile se hace pesado por largo. Vuelve Liñán vestido de blanco para unas cantiñas, y el baile es largo. Luego Mercedes por soleá, y el guitarrista abusa de la sexta cuerda transportada dando un sonido opaco y deprimente, negando la naturaleza cristalina y dulce de la guitarra. La extrema delgadez de los brazos de Mercedes hace posible figuras hermosas de manos, muñecas y hombros. Y el baile es largo.
Después de tres horas, y un antológico fin de fiesta, termina la gala de clausura y nos dirigimos al Hotel Atria para otra noche con la Tropa Santiaguera, en esta ocasión, con la colaboración especial de Diego Carrasco.
La décimo séptima edición del Festival Flamenco de Nimes se da por terminada con gran éxito, y hay que felicitar a la organización por su inteligencia, dedicación y cariño al haber diseñado un prototipo de evento absolutamente viable y culturalmente enriquecedor para esta ciudad que tanto ha aportado al flamenco.