Festival de la Mistela. Los Palacios. Sevilla. Isabel Bayón

Isabel Bayón «Del Alma»
Festival de La Mistela

Miércoles, 19 de octubre de 2005. 2130h.
Teatro Municipal, Los Palacios y Villafranca (Sevilla)

 

Baile: Isabel Bayón, Fernando Romero. Guitarra: Jesús Torres, Juan José Amador. Cante: David Lagos, Juan José Amador. Percusión: Nacho López. Chelo: Manuel Nela

Texto y fotos: Estela Zatania

El Festival de la Mistela es de los longevos – ya ni se cita el número de la edición – y es de los reinventados. Lo que empezó en la década de los setenta como la típica noche de cante al aire libre con abundancia de artistas y escasez de tecnología, ahora es un producto pulido que cada octubre llena seis días con actividades paralelas y actuaciones en la localidad de Los Palacios y Villafranca, a la vera de Utrera.

Isabel Bayón, la niña prodigio del baile que con cinco años daba clases con Matilde Coral, con dieciséis obtuvo el título de danza española en los conservatorios de Sevilla y Córdoba y que fue presentada en el sevillano Teatro Lope de Vega por nada menos que el gran Antonio Ruiz Soler, ahora tiene 36 años y ha logrado defender y mantener su hueco particular dentro de la nueva generación mezclando lo clásico con lo novedoso. En la gran y nueva tradición del flamenco actual, Bayón es más cerebral que inspirada, pero sus condiciones para el baile son admirables. Precisión, fuerza, movimientos impecablemente realizados y un cuidado atrás que delata muchas horas de ensayo y preparación.

Juan José Amador & Isabel Bayón
Isabel Bayón

La obra “Del Alma” se estrenó hace varios años y sigue su línea de bailes sin argumento alternando con solos de cante y guitarra, vanguardismo aliviado por momentos de flamenco tradicional y un alto nivel de competencia en todos los elementos. Con una estética egipcia de líneas geométricas, no sólo de la coreografía sino también en el cuerpo y hasta en las facciones de la bailaora, se proyecta una placidez que se acerca peligrosamente a lo glacial. Israel Galván, el genio del baile con el que la Bayón ha colaborado estrechamente, ha salido como el abanderado de este nuevo look en el flamenco anunciado por Mario Maya hace tres décadas, pero aquél logra una dimensión expresiva que en general no vemos en sus seguidores.

Los artistas vestidos de negro, telón de fondo negro, poca iluminación y focos cenitales…uno se pregunta si de aquí a equis tiempo no será una puesta en escena irremediablemente ligada a la época actual. En el vestíbulo del teatro hay una exposición en torno a la historia del gramófono y su relación con el flamenco. Un anuncio antiguo presume de “un solo mueble de líneas elegantes y de sólida construcción” y vemos la imagen de un armatoste seudo barroco. Está claro que Isabel Bayón representa la elegancia del baile flamenco actual, pero “elegante” no es un valor estático ni universal y siempre se corre el riesgo de que tanta austeridad y ausencia de emoción comunique frialdad sin más.

Defendiendo y manteniendo su hueco particular dentro de la nueva generación mezclando lo clásico con lo novedoso

La sobria presentación es un baile libre con chelo con poca identidad española pero bello a su manera. Una “caña” conserva los rasgos mínimos para ser identificada como tal, no es queja sino observación, y Juan José Amador transforma el tradicional lamento que se coloca entre los versos en melisma contemporáneo. Los tocaores dan mayor protagonismo a los acordes en tono menor que lo habitual, dando lugar a un aire tenso debido a la ausencia del alivio emocional del Do mayor normalmente tan importante en la caña y unas falsetas libres desmontan aún más la estructura. Experimentos interesantes que no carecen de valor.

Fernando Romero & Isabel Bayón
Isabel Bayón

Bamberas por fandangos es la elección poco común para uno de los solos de cante en la voz cálida, tan agradable al tacto auditivo como un osito de peluche, de Juan José Amador. Pero espera…no…¡bulerías después de todo!, con La Leyenda del Tiempo como colofón y sonando bien después de tantos años. Sale Isabel en bata de cola negra sin tirantes como si fuera a un cóctel de la beautiful amenizado por tonás y siguiriyas y los tocaores sacan excelente provecho de una afinación alterada. Dios bendiga la impagable dignidad y afición del joven cantaor David Lagos que ofrece su respetuosa interpretación de “Mal fin tenga este sueño” al acompañamiento contemporáneo permitiéndonos escuchar con oídos nuevos una de las siguiriyas más clásicas. Pasamos al martinete sin costura alguna, el tiempo se redobla para un feeling de bulerías e Isabel acude quizás en exceso a un vocabulario “cool” para un baile estilizado que hace juego con su bata de cola.

Fernando Romero luce otro tipo de elegancia, la del ballet clásico, porque cada movimiento, cada detalle reitera esa influencia y preparación. Un paso a dos con la Bayón a chelo y percusión étnica desemboca en un ritmo ternario no identificable. De pronto Juan José Amador nos ubica con cante abandolao seguido de verdiales folclóricos, Isabel y Fernando se sueltan el pelo un poco, los tocaores lo pasan bomba imitando el sonido de las pandas malagueñas y así queda el simpático y novedoso final de una obra muy trabajada y cuidada.

Siguiendo la pauta establecida por otros festivales, los organizadores de La Mistela han programado trasnoches flamencos en la Tertulia Flamenca El Pozo de las Penas. Esta noche el cante de María José Carrasco y la guitarra de Manolito Herrera se encargan de que nadie tenga por qué volver a casa sin haber encontrado un tipo de flamenco a su gusto.

 


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