Festival de la Mistela. Los Palacios. Sevilla. Capullo de Jerez – Fernando Terremoto

Fernando Terremoto
Capullo de Jerez

Festival de La Mistela

Jueves, 20 de octubre de 2005. 2130h.
Teatro Municipal, Los Palacios y Villafranca (Sevilla)

Cante: Fernando Terremoto, Capullo de Jerez. Guitarra: Manolito Jero, Manuel Valencia. Percusión: José Rubichi. Palmas: Jesús Flores.

Texto y fotos: Estela Zatania

En el programa de mano ponía “Mano a mano flamenco”, pero Fernando Terremoto y el Capullo de Jerez no tienen nada que demostrar el uno al otro, ni a nadie porque son dos piezas fundamentales de la máquina flamenca jerezana, cada uno a su manera.

Fernando Terremoto, encargado de una herencia cantaora de mucho peso, está llevando su destino con inteligencia y entereza amparado por su natural buen gusto y unas facultades extraordinarias. Este hombre se mira en el espejo cada día, ve la semejanza con su legendario padre cuyo mote ha adoptado y luego sale al escenario, no a imitar sino a recrear y honrar toda esa tradición que tanto nos gusta y que tanto sabe a Jerez.

Bulería por soleá, y las primeras vibraciones que alteran el silencio llegando a más de 400 pares de oídos anuncian poderío, orgullo cultural y la intención de comunicar ambos con la mayor urgencia. Fernando es un hombre joven cuyo arte y dominio crecen velozmente – habiendo empezado su carrera de cantaor a un edad relativamente tardía después de haber sido guitarrista, es como si quisiera recuperar el tiempo perdido.

Dos piezas fundamentales de la máquina flamenca jerezana, cada uno a su manera

La malagueña, palo obligatorio de todo jerezano, es trabajada de manera singular por estos lares. Si el taranto de Manuel Torre es valiente y agitanao comparado con la versión levantina, la malagueña del Mellizo en boca del jerezano muestra una alternativa a los etéreos hilos de melodía de Antonio Chacón, el mayor responsable de la evolución y desarrollo de las malagueñas. Fernando Terremoto logra una interpretación dinámica y flamenca de esta forma que con demasiada frecuencia se presta a un exceso de almíbar.

Algunos reclaman “¡por bulerías!” Fernando se ríe y sigue con siguiriyas clásicas de corte jerezano que el tocaor Manuel Valencia sabe respaldar sin superficialidad alguna a pesar de su juventud, y al estilo de la tierra. Curioso resulta que por siguiriyas todos los tocaores jerezanos, sola y exclusivamente los jerezanos, reivindican un intervalo libre de compás entre letra y letra, la técnica del rubato, que no es más que un fraseo libre, llevada a sus últimas consecuencias, y no queda mal cuando te acostumbras. Salimos de la siguiriya por aquella ventana que al campo salía y el cantaor demora el momento de la fiesta con unos fandangos. El público respira expectación cuando suena el soniquete inconfundible de la bulería, Fernando canta al borde de la pista sonando casi igual de potente sin amplificación y se despide con ese bailecito suyo, cortito y recogidito.

Habitando el terreno entre el pop y la pureza sin concesiones

El Capullo de Jerez ha visto crecer su popularidad exponencialmente en los últimos años debido, dicen, a haber grabado un disco de éxito. Más bien es un hombre que ha nacido en el lugar y época acertados. El flamenco en todas sus manifestaciones está de moda y el Capullo encarna la esencia logrando habitar el difícil terreno entre el pop y la pureza sin concesiones. Después de abrir con bulería por soleá, algunas voces del respe piden determinadas canciones de su repertorio pero el cantaor explica “es que tengo dos aficiones, los jóvenes y los viejos”. Sigue tocando el turno a los “viejos” con unos fandangos naturales y sólo entonces llega el momento “joven” con unos tangos en clave de pop terminando con sus letras anti guerra. Un giro de ciento ochenta para las tonás que siguen, luego bulerías estilizadas y su canción “Apágame la luz”. Es un artista que se repite y se reinventa con cada actuación gracias a la fuerza de su carisma y un público de incondicionales.

Después del sabroso empate en el imaginado mano a mano de los dos cantaores, la fiesta sigue en la peña de la localidad con el cuadro del guitarrista Fernando Moreno con su hijo Isaac y las festeras Sara Salado, Tamara Tañé y Anabel Rosado para no romper con la línea jerezana del día.


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