«Historias de Arte»
Chano Lobato y Matilde Coral, José Valencia, Venencia Flamenca
«Historias de Arte»
Chano Lobato y Matilde Coral, José Valencia, Venencia Flamenca
Sábado, 22 de octubre de 2005. 21. 30h.
Teatro Municipal, Los Palacios y Villafranca (Sevilla)
‘Historias de arte’: Chano Lobato, cante. Matilde Coral, baile. Ramón Amador, guitarra. Jesús Vigorra, la palabra. Venencia flamenca: José Valencia, cante. Miguel Iglesias, guitarra. Manuel Valencia y Carlos Grilo, palmas y jaleo.
Para la última gala del Festival de la Mistela los organizadores apostaron por una combinación de juventud y veteranía con muy buenos resultados.
La cara humana del flamenco sin la cual este arte no hubiera existido nunca
El show de Chano y Matilde sigue revolucionando después de más de dos años desde su concepción y tras haber pasado por los festivales de La Unión, de Córdoba, de Jerez y de Mont-de-Marsan entre otros. Nacido en 1927, el “año de los poetas” como dice Manuel Curao el presentador, Chano Lobato es hoy en día una de la figuras más queridas por la afición. Conocemos sus anécdotas de memoria – la de Ignacio Espeleta y el ‘tiri titrán’, la de Pericón y la partitura del cante flamenco que se encontró en el muelle o la del faro fenicio que pescó encendido son algunas de las favoritas, e igual que niños chicos escuchando el mismo cuento de hadas una y otra vez nos quedamos embelesados, con la sonrisa ya puesta desde el instante en que aparezca Chano en el escenario con sus andares y ocurrencias. Hoy en día cuando los jóvenes cultivan la estética del minimalismo a ultranza, Chano Lobato nos ofrece la cara humana del flamenco sin la cual este arte no hubiera existido nunca. Con Matilde Coral, la bailaora con la que comparte un historial profesional que abarca décadas, la palabra de Jesús Vigorra que encamina y conduce la tertulia de los traviesos veteranos y el guitarrista Ramón Amador, montan un numerito de cante, baile y buen humor que es la mejor clase magistral de flamenco que se ha dado jamás.
Bebiendo sólo agüilla porque “tengo asuca y la doctora Carmen me ha prohibío el alcó” Chano saca una voz potente y ricamente matizada por los años para unos tangos muy gaditanos, malagueña, soleá y alegrías para el baile de Matilde que se mueve con más soltura bailando que andando Matilde nos habla de Pastora Imperio y el Gitanillo de Triana, de Alejandro Vega, de Trini España, de la desaparición de la bata de cola… Vivencias y sabiduría se entremezclan y fluyen con la mayor naturalidad de esta dama del baile con más de medio siglo de currículo. O como dice Chano con su pícara sonrisa, “Mati, ¡a ti te bautizaron en el año del Rey León!”
Después del descanso, regresamos al 2005 y a una época en que el cante flamenco tradicional está pasando estrecheces. Las fuerzas del mercado hacen que las mejores voces se entreguen al mundo pop y hoy en día un joven cantaor difícilmente graba un disco de cante. El lebrijano José Valencia Vargas es uno de estos jóvenes, posiblemente el más experimentado y preparado para dar el salto a solista, pero a sus treinta años sigue luchando para hacerse un hueco. Por estos motivos, y por su trayectoria ejemplar, el jurado de la comisión realizadora del Festival de la Mistela ha otorgado la Venencia Flamenca al Cante de 2005 a José Valencia. El que ganara con trece años el premio Joaquín el de la Paula en el Concurso de Mairena salía al escenario del teatro municipal de Los Palacios y Villafranca vestido de traje y corbata para aceptar el trofeo de la Venencia, “la primera vez que cojo un premio de este peso”, dedicándolo a su padre, a sus abuelos y a su hija de siete meses.
Un fin de fiesta con escenas para la historia
Terminado el acto protocolario, el cantaor afloja la corbata, se quita la chaqueta y se dispone a ofrecer un recital de cante en toda regla: soleá, cantiñas “de mi tierra”, siguiriyas y bulerías con el aire de romance típico de Lebrija, además de los cantes de Antonia Pozo y el Choza que tanto se cultivan en aquel pueblo.
Para el fin de fiesta José solicita la presencia de Chano y Matilde dando lugar a escenas para la historia, más notablemente la pataíta de José con Matilde o el sorprendente baile de Rafael el Negro, esposo de Matilde, que sube al escenario a petición de todos los principales.
Anabel Valencia
En la peña El Pozo de la Penas, esta edición del Festival de la Mistela quedó ricamente clausurada con los tangos, fandangos y bulerías de Anabel Valencia, prima del galardonado que se presentó a última hora para celebrar su gran noche.