Son de la Frontera / David Palomar / Leonor Leal |
Fotos: Ana Palma José Manuel León, David Palomar En el Palacio de Villavicencio el joven algecireño, José Manuel León, comenzó la décimo tercera jornada del Festival de Jerez con su recital de guitarra. Hoy en día cuando la juventud sigue rindiendo homenaje al genio de Paco de Lucía, incluso muchas veces sin darse cuenta, no es necesario haber nacido en Algeciras para recibir tamaña influencia. Y tanto seguir al maestro ha dado lugar a un estilo universal contemporáneo donde echas de menos las bien definidas personalidades de antes. José Manuel, que interpretó taranta, soleá, alegrías y bulerías, éstos dós últimos con el apoyo de un cajón, cae dentro de este grupo homogéneo. Las introducciones libres a cada pieza, popularizadas por Paco y que ahora parecen imprescindibles, son cada vez más almibaradas y más largas, hasta ocupar más de la mitad de las composiciones sin delatar la naturaleza del palo que están preludiando. José Manuel es un excelente músico e intérprete que goza del aval nada menos de Gerardo Núñez, pero le daría el mismo consejo que Sabicas ofreció a Paco en su día: busca tu propia personalidad. El joven gaditano David Palomar llega al Festival de Jerez con el importante aval de dos premios en el último concurso de Córdoba celebrado en 2007. Entra por la puerta del reducido salón cantando a palo seco los romances de Alonso el del Cepillo y del Negro del Puerto, terminando con la curiosidad del pregón de Macandé. Viene acompañado por la excelente guitarra de Rafael Rodríguez; ambos sacan un sobresaliente en la asignatura de sabor y personalidad en una serie de cantes que incluye siguiriyas, alegrías, soleá dedicada a Gaspar de Utrera y José Millán fallecidos en los últimos días. David comenta lo mucho que le gusta las cosas del anárquico cantaor aficionado Chozas y recrea estilos suyos. Finaliza su actuación con una ristra de cuplé nostálgico con pataíta incluida. Son de la Frontera Cante: Moi de Morón, David el Galli (artista invitado). Guitarra: Paco de Amparo. Guitarra y tres cubano: Raúl Rodríguez. Baile, compás y coro: Pepe Torres, Manuel Flores. El grupo Son de la Frontera, recientemente regresado del Flamenco Festival USA, es imposible de encasillar…y de ahí, gran parte de su éxito. Cante, baile y toque de lo más rancio…y de lo más fresco. Jóvenes intérpretes con la sabiduría que sólo procede de auténticas vivencias, música concebida e interpretada con imaginación y con el mayor cariño imaginable. Como explicó Raúl Rodríguez que encabeza el grupo, “somos buenos amigos, siempre nos entendemos”, y esto se nota en sus actuaciones. También son únicos porque es un pequeño cuadro flamenco de plantilla permanente, sin ser un grupo instrumental propiamente dicho. Estos cinco hombres saben poner el flamenco más tradicional en bandeja para el gran público con una variada oferta que incluye desde la sobria soleá bailada de Pepe Torres, hasta la rumba antigua de sabor caribeño, las sevillanas preciosistas del Mellizo de Morón o el inconfundible soniquete de la bulería como se siente en Morón de la Frontera situado en el extremo noreste del triángulo del cante. Hasta ahora sólo Son de la Frontera y los Farrucos han venido al Festival de Jerez atreviéndose a hacer gala de la bulería en la tierra de la bulería. Cada componente del grupo es experto en su especialidad, y el bien aprendido código del flamenco cumple su función al permitirles crear libre y armoniosamente. Gracias a este mismo código, el exótico sonido del tres cubano de Raúl se incorpora sin alterar el tejido: habiendo compás y habiendo cante, todo es posible en el flamenco. Baile: Leonor Leal, Antonio Molina “El Choro”. Cante: Javier Rivera, El Pulga, Jeromo Segura. Guitarra: Tino van de Sman, David Vargas. Dulce, discreta, sutil, femenina y muy flamenca. Es el conjunto de adjectivos que mejor describe a Leonor Leal. Cuando presentó su espectáculo el día anterior, recordó sus comienzos en el baile cuando asistía a cursillos en una de las primeras ediciones del Festival de Jerez. Desde entonces ha pasado por las compañías de Antonio el Pipa, Andrés Marín, el Ballet Flamenco de Andalucía o Javier Barón, y luce un estilo contemporáneo que refleja aquellas influencias.
Se atreve a bailar con el pelo cortito cortito, un look refrescante que hace juego con su línea limpia y su sencillez. En solitario baila farruca y alegrías, y con Antonio Molina “El Choro”, bulería por soleá. Este bailaor causó buena impresión en la última Bienal de Sevilla con su estilo personal y detalles originales. Y a todo esto, a la una de la madrugada todavía pudimos disfrutar el cuadro flamenco de Saray y Fernando Jiménez en la Peña La Zúa.
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