Festival de Jerez – Pastora Galván «&dentidades» / Tomás de Perrate «Perraterías»

Pastora Galván "Identidades"  Festival de Jerez

Pastora Galván "Identidades" Festival de Jerez

Texto: Estela Zatania

Fotos: Ana Palma

Pastora Galván «&dentidades»
Tomás de Perrate «Perraterías»
Viernes, 6 de marzo, 2015. Jerez de la Frontera

Especial XIX Festival de Jerez – Toda la información

El viernes 6 de marzo, penúltimo día del Festival de Jerez, una vez más la afición tuvo que asimilar la pérdida de un personaje querido por toda la afición.  Pilar Montoya Manzano «La Faraona», matriarca de la dinastía de los Farrucos, nos dejó con 54 años.

A las siete de la tarde en la Sala Compañía, el guitarrista malagueño Juan Requena presentó su trabajo discográfico «Arroyo de la Miel», con un completo atrás que incluía, entre otros, a los cantaores José Ángel Carmona y Anabel Valencia, el violín de Bernardo Parrilla y la artista invitada, Remedios Amaya. Video Galería fotográfica 

 

Estirpes de muchos quilates para el penúltimo día del Festival de Jerez

PASTORA GALVÁN «&DENTIDADES»
Teatro Villamarta, 2100h

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Baile: Pastora Galván. Cante: Miguel Ortega, Cristián Guerrero. Guitarra: Ramón Amador, Pedro Sánchez. Interpretación y palmas: María del Mar Montero «La Canija». Artistas invitados: Juana la del Pipa, José Galván. Dirección: Antonio Canales. Coreografía: Pastora Galván.

Después de un minuto de silencio en honor a la Faraona, el espectáculo de Pastora Galván, «&dentidades», estrenado en la última Bienal de Flamenco de Sevilla, dio comienzo con el aviso falso de que «el espectáculo comenzará dentro de cinco minutos», y vemos a Pastora preparándose para el maratón de baile que está a punto de realizar.  

Se basa en una elegantemente sencilla premisa: la bailaora recuerda a diversas figuras femeninas sevillanas del baile flamenco actual en una serie de escenas, como las tarjetas postales antiguas, en las que fácilmente identificamos a las respectivas homenajeadas.

Empezando por Matilde Coral y sus clásicas alegrías con mantón, bata de cola y andares garbosos que definen la «escuela sevillana»,  otra veterana, Loli Flores, menos conocida pero muy admirada dentro del gremio, fue representada mediante siguiriyas.  Taranto es el vehículo para plasmar el baile elegante de Milagros Mengíbar, y la caña sirve para evocar las formas clásicas de Eugenia de los Reyes, madre de Pastora.  A todo esto, es la misma Pastora explorando sus propias inquietudes en baile tras baile, sin descanso.

Se evoca el ambiente de los tablaos de los años setenta y ochenta, y el público recibe a José Galván, padre de la bailaora, como el maestro que es.  Su largo baile por soleá da fe del poder del flamenco clásico, y de las sólidas raíces de los hermanos Israel y Pastora.  Sin duda alguna José Galván quedó como la figura de la noche, y la efusiva ovación que le fue concedida, le conmovió visiblemente.  

Pastora, descalza, emplea el compás de «romance», aquella forma a caballo entre bulería y soleá, sin ser soleá por bulería, para evocar el estilo de Carmen Ledesma, aunque aquí es más Pastora que Ledesma.

Juana la del Pipa, ella misma en carne y hueso, ofrece un cambio de tercio con sus bulerías, y la majestuosidad de Manuela Carrasco por soleá es plasmada por la versátil Galván que reproduce las paradas y pellizcos más conocidos de la bailaora.  Juana vuelve y recita unos versos clásicos de cante para arrancar un dilatado fin de fiesta con bulerías y tangos, nuevamente con la participación de José Galván.

 


TOMÁS DE PERRATE «PERRATERÍAS»
Sala Paúl, 12 noche

Cante: Tomás de Perrate. Artista invitada: Belén Maya. Guitarra: Amador Gabarri. Violín: Eloísa Cantón.

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Se hubiera podido titular esta obra «Otrera», por la otredad de la personalidad artística de Tomás de Perrate.  Es utrerano al cien por cien, por su forma de cantar, su repertorio y su admirable  linaje.  Pero con algo más.  Con la inquietud de una generación que nació en pleno furor Paco/Camarón, y que sintió la necesidad de seguir ampliando los horizontes del arte jondo.

Como por ejemplo, con la novedad de abrir con tonás estilizadas y modernizadas, acompañadas a guitarra y con una discreta percusión.  No es que fuera mejor ni peor que la forma clásica, sino una manera de desempolvar y remozar unos cantes  en peligro de estancamiento.  Tomás tiene la valentía de explorar y arriesgarse.

A continuación, el cantaor se dirige al público con un emocionado «¡por fin Jerez!».  Sus tientos tangos son puro Gaspar de Utrera en la parte de los tientos, el cantaor que más define y ha personalizado dicho palo.  Habla de su parentesco con Manuel Torre y su tocayo Tomás Torre, antes de anunciar que va a cantar la siguiriya de Manuel Torre «pero la versión de Tomás».  Son detalles que enriquecen y dan dimensión.

La voz gruesa y densa de Tomás, combinada con el decir dulce heredado de su ilustre padre el Perrate de Utrera, interpreta las cantiñas del Pinini, pero lo más impactante fue la actuación de la bailaora invitada, Belén Maya.  Prácticamente le roba todo el espectáculo a Tomás en sus dos intervenciones.  Normalmente la vemos en teatros grandes, así que ha sido un placer especial poder apreciarla de cerca, su cara expresiva, los movimientos sutiles.  

En mi opinión, Tomás se tenía que haber venido con palmeros profesionales, con una segunda guitarra para respaldar al joven Amador Gabarri y un percusionista más preparado.  

Tomás homenajea a Enrique Morente con una canción, y a continuación destaca que este año se cumplen cien años desde el nacimiento de su padre Perrate.  Remata el variado espectáculo por bulerías con el más puro sabor de Utrera.

 


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