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Texto: Estela Zatania El segundo día del Festival de Jerez y ya hemos entrado en el habitual menú completo de actividades. Después de la rueda de prensa con Marco Flores, Elu de Jerez y los representantes del Nuevo Ballet Español, tuvo lugar la presentación del libro “Flamencos de Gañanía” de la que escribe, con la participación de un equipo de lujo compuesto por los cantaores veteranos Luis el Zambo, Fernando de la Morena y Ana Peña.
“Delaoperalflamenco” Lola Greco Baile: Lola Greco, Carmela Greco, Francisco Velasco. Cante: Tony Maya. Guitarra: Antonio Gabarra. Piano: Cristina-Alba Radial. Grabaciones líricas: Norina Greco.
Su delicada interpretación de Goyescas, un baile que rescata Lola del acervo clásico español, recuerda estampas de Argentinita y Pilar López, y la música de piano en directo es un auténtico lujo en los tiempos que corren. El primer baile de su hermana Carmela, una guajira, delata oficio, pero también nerviosismo y cierta falta de dominio, pero en su segunda intervención, un taranto, de pronto descubrimos a una personalidad con compleja vida interior, y la bailaora alcanza algunos momentos de intensidad que envían una descarga eléctrica a cada uno de los presentes. Nuevamente Lola revela la exquisitez de su baile en un paso a dos con Francisco Velasco. Un detalle que se agradece que Lola ha tenido que aprender de su padre, la guinda de cada baile: los saludos están cuidados como antiguamente, anda que no se nota la diferencia. Hace falta mayor nivel de cante y guitarra, pero queremos ver más de las hermanas Greco.
“Puertas Adentro” Antonio el Pipa Baile: Antonio el Pipa, Ma. Del Mar Moreno (colaboración especial), Macarena Ramírez, Christian de los Reyes. Cuerpo de baile: Claudia Cruz, Beatriz Morales, Natalia Meiriño. Sandra Rosán, Ana Utrera. Cante: Montse Cortés (artista invitada), Juana la del Pipa, Enrique El Extremeño, José de Joaquína, Joaquín Flores “Kini”. Guitarra: José Luis Montón (solista), Pascual de lorca, Juan A. Gómez. Coreografía, dirección artística: Antonio el Pipa. En el Teatro Villamarta este segundo día de festival, Antonio el Pipa, el bailaor más querido y carismático de Jerez y figura internacional del flamenco, ofreció su obra seudo biográfica “Puertas Adentro”, estrenada el pasado otoño en Málaga en Flamenco. Siempre me acerco a las obras de El Pipa con cierta sensación de reticencia, porque a pesar de su baile casi siempre ejemplar, ha habido montajes fallidos. Entonces observas los primeros minutos como a una película de terror, viendo sin mirar, mirando sin ver, rezando por que el bailaor se limite a bailar, a la vez que sabes que habrá “teatro”. En esta ocasión, no había nada que temer. A pesar de la temática de tres escenas tituladas respectivamente “La Muerte”, “La Vida” y “El Amor”, un mínimo de teatro abriga un máximo de buen baile y cante, pero más significativo: hemos visto a un bailaor más sentado y maduro. Algunos gestos y tics por los que ha sido criticado están ausentes, y queda lucido un baile de oscura serenidad, silencios e intensidad insinuada que incluso le vemos demostrar al pequeño Christian de los Reyes que es presentado como el Pipa de niño recibiendo sus primeras botas de baile, o aprendiendo los secretos del arte jondo de sus mayores. Los niños prodigios suelen empalagar, pero Christian promete casi tanto como la pequeña Macarena Ramírez que con unos 11 o 12 años (¿?) tiene oficio y una gran personalidad. El decir camaronero de la cantaora catalana Montse Cortés resulta un poco chocante a la primera, pero te vas acostumbrando, y las grandes voces de Enrique El Extremeño y Juana la del Pipa aportan el peso necesario. María del Mar Moreno vuelve al escenario del Villamarta por segunda vez en 24 horas, y esta vez no se le puede poner peros. El repertorio acaba siendo el de siempre, y bendito sea: bulerías, soleá, siguiriyas, y a estas alturas se puede decir que Antonio el Pipa representa lo más cercano a una “escuela” jerezana de baile en esta tierra rica en cante y guitarra, pobre en baile. José Menese Y todo acaba justo a tiempo para llegar corriendo a la Peña La Bulería para la actuación del grupo “Sabor a Plazuela” para redondear la jornada con un tipo de flamenco más relajado y con denominación clara de origen.
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Cuando sale al escenario de la Sala la Compañía la hija menor del gran José Greco, lo primero que te llama la atención son sus largos brazos y piernas, y la sorprendente flexibilidad con la que las mueve. Luego, te das cuenta de la extrema sensibilidad de los movimientos de su cuerpo; cada célula obedece la visión mental de la artista, perfectamente trabajada y plasmada. Sólo entonces te fijas en las hermosas facciones que recuerdan a su famoso padre que revolucionó la danza española a mediados del siglo pasado. Y en momentos puntuales una generosa y auténtica sonrisa hace que sientas el calor humano de Lola Greco.
En la bodega de González Byass, un recital de cante de José Menese. El que fuera niño prodigio del cante, aquel joven serio y formal elegido por Francisco Moreno Galván para ser el cantaor de La Puebla de Cazalla, ahora es el viejo león, mairenero a morir y fiel abanderado del cante más clásico. Fue el único de su generación que no se dejó llevar por el camaronismo y el vanguardismo, cosa que a estas alturas se agradece sobremanera. Con el sabio y sabroso acompañamiento de Antonio Carrión, y con sus facultades casi a tope, despachó un repertorio de cantes en semi desuso, como la mariana, la rondeña o caracoles, y otros absolutamente esenciales como la soleá or la siguiriya, terminando con un bis de guajira. 
