Un espectáculo absurdo maravillosamente bailado por los pies
La primera parte del espectáculo se parece mucho al programa de David Broncano en el que durante los primeros minutos no ocurre NADA. No hay telón. Hay una mesa en el centro del escenario, aparece Oruco con un vaso, se sienta, bebe y canta. Aparece Rocío Molina con un vestido rojo, después de unos minutos baila y bebe, mucho minutos más tarde, se levanta y baila alrededor de la mesa, a veces fuera del foco. La primera parte del espectáculo consiste en esperar algo que no ocurre como en el clásico de Samuel Beckett “Esperando a Godot”. Cuando aparece Yeray Cortés tampoco ocurre nada. Nudillos en la mesa, tacones en un suelo que está rodeado de zapatos de baile presuntamente usados. El espectáculo se subtitula “Improvisación sobre una o más cosas”. No debería quejarme, está anunciado así y Rocío baila maravillosamente con los pies. Me aburro.
Luego arrastra la mesa hacia la izquierda del escenario donde se desarrolla la acción, al fondo. Veo señales de humo, ha aparecido Eduardo Trasierra en la guitarra y Pepe de Pura al cante (ambos estupendos en lo suyo), parece que la intención de cuadrar el círculo no se logra. Vuelve la bailaora con encaje negro e interpretan desde el fondo a la derecha algo con sabor a ron. Todo está mal iluminado, los movimientos en escena parecen descuidados; al final Rocío recupera el centro del escenario y baila con la vara de medir. No parece suficiente, parece uno de esos chistes del programa de Broncano sin peso y sin sustancia. Todo está lejos. Como en la obra de Beckett, Godot no se presenta, todo es absurdo, ese puede ser el mensaje. Somos unos ilusos, estamos mirando donde no es. ¿Es posible la tele conceptual? Ni idea, es comparar a Broncano con Marc Giro. Cambiar de sala, poner a Belén Maya y Alfredo Lagos en la sala Roja y enviar esta improvisación a la negra, la de los ensayos. Poner el show de Marc Giró en la uno y enviar a Broncano a la teletienda. Quizá se pierdan algunos espectadores pero como dijo Manuel Manquilla con “Airbag”: “el concepto es el concepto”.
Me encantaría escuchar el resultado musical por si acaso toda al enjundia está en la música y nos estamos perdiendo un gran disco.
Vídeo & fotografías @Manjavacas.flamenco
FICHA Y SINOPSIS: Rocío Molina. “Cuadrar el círculo. Improvisación sobre una o más cosas”
Suma Flamenca Madrid. Teatros del canal, sala roja – duración prevista: 75 minutos (real: 2 horas)
Rocío Molina, bailaora
Eduardo Trasierra y Yeray Cortés, guitarras
Pepe de Pura, cantaor
Oruco, palmas/baile
Rocío Molina, idea original y coreografía
Julia Valencia, dirección de arte
La inspiración, dirección musical
Carlos Soto, diseño de escenografía
Enrique Fuenteblanca, textos
Jaime Tuñón, fotógrafo
Carmen Mori, dirección técnica
Javier Álvarez, técnico de sonido
María Agar, regiduría
El Mandaito Producciones S.L., dirección de producción
Sinopsis:
Cuadrar el círculo es una performance que parte de algo sencillo. Se disponen antes algunas formas y limitaciones: dos cuerpos, luego tres, cuatro, y quizás más; una estructura ovalada, casi un círculo; una mesa, bastante cuadrada, por cierto; en ella, un vaso, más que por cilíndrico por llenarlo de ron, a poder ser Zacapa; una pregunta, de esas importantes, pero, ¿cuál?; un código, la cosa flamenca, que es a la vez técnica y memoria; por último, para rematar, unos zapatos muy usados, usadísimos. Después hay que echarse a bailar, medir el espacio hasta agotarlo, si es que es posible. Vaya, no hablamos de nada nuevo, más bien de todo lo contrario. Volver a intentar resolver ese problema antiguo que no podía resolverse tan solo con compás y regla. Intentar, si se puede, cuadrar el círculo.