Especial IX Festival Internacional de Jerez 2005. María del Mar Moreno & Antonio Malena, Israrel Galván, Chano Domínguez

 

IX
FESTIVAL DE JEREZ 2005.

María
del Mar Moreno
& Antonio Malena
“Jerez puro, esencia”

Viernes, 26
de febrero, 2005. 2100h.
Teatro Villamarta, Jerez.

Israel
Galván
“La edad de oro”

Sábado, 26 de febrero, 2005. 1900h.

Sala la Compañía, Jerez

Toda
la información del Festival de Jerez, reseñas

“Jerez puro, esencia” Baile: María
del Mar Moreno, Andrés Peña, Diego de la Margara,
Rafael Romero, Israel de Juanilloro. Cante: Antonio Malena,
Juana la del Pipa, Luis el Zambo, Jesús Méndez,
Manuel de Malena, Luis de Pacote, Fernando de la Morena, Macarena
Moneo. Guitarra: Moraíto, Santiago Moreno, Antonio
Maleno Hijo, Domingo Rubichi. Palmas: Luis de la Tota.

“La edad de oro” Baile: Israel Galván.
Cante: Fernando Terremoto. Guitarra: Alfredo Lagos.

Texto: Estela Zatania

El caso especial de Israel Galván

Hemos empezado la segunda jornada flamenca del Festival
de Jerez con Israel Galván y su presentación
“La edad de oro”, y ha sido francamente… Señor
José Galván, se lo ruego ¿a qué
se debe esto? Es inconcebible que su hijo Israel haya creado
esa forma de bailar tan rara, tan fuera de lo normal, tan
chocante, casi esperpéntica. Lo hemos visto muchas
veces, y no lo acabamos de asimilar.

Fernando Terremoto, espléndido, Alfredo Lagos, altamente
competente, pero su hijo…. Esas posturas que recuerdan las
fotos antiguas de boxeadores decimonónicos con sus
espaldas y bigotes curvilíneos, esos brazos que no
ha podido aprender en ninguna academia de baile, esos curiosos
saltitos, la estética egipcia, ¡y esas manos!


Es obvio que domina sobradamente la técnica, entonces
¿porqué no baila como los demás? ¿Porqué
sólo dedica dos o tres minutos a cada palo y luego
de pronto, pierna suspendida en el aire, media vuelta y tenemos
que comprender que otro pequeño happening ha concluido?
¿Cómo se atreve a bailar los fandangos naturales
y mover las caderas como fideos cocidos?

No hay aceleraciones ni paradas para que podamos aplaudir,
apenas hace pies, no pone muecas agresivas (con lo que ambientan)…y
esa ropa que lleva…

Señor José Galván, es inconcebible que
su hijo haya creado estas formas tan originales y sorprendentes,
tan endiabladamente, aplastantemente flamencas que ninguno
de los presentes esta tarde del sábado 26 de febrero
del 2005 en la Sala la Compañía de Jerez quiso
apartar la mirada por un nanosegundo por si perdiera algún
detalle inspirado.

 

En el mismo instante en que te
preguntas “¿estaré gustando?” te
la has cargado

Una hora después de volver de la excursión
al país de Israel Galván, aterrizamos en el
Teatro Villamarta para el evento central de la noche de sábado,
y el contraste con lo anterior resultó edificante.
La pareja artística de la bailaora María del
Mar Moreno y el cantaor Antonio Malena ha querido llamar su
obra “Jerez puro, esencia”, pero por desgracia
ese prometedor título quedó en promesa incumplida
– el camino hacia el fracaso está sembrado de
buenas intenciones. En la rueda de prensa María del
Mar habló de la frustración que siente al no
saber qué es lo que quiere el público, si vanguardismo,
si purismo, si esto, si lo otro.

Quizás el mayor error ha sido ese, un desorbitado
deseo de “quedar bien”, pecado mortal de cualquier
artista, porque la broma más cruel de las musas es
que en el mismo instante en que te preguntas “¿estaré
gustando?” te la has cargado. (De hecho, tienes la sensación
de que a Israel Galván le tiene sin cuidado si gusta
o no).

Después de unas bulerías a palo seco con los
dos principales, el simpático comienzo con todos los
artistas desfilando en plena fiesta por los pasillos laterales
desde la parte de atrás del patio de butacas, quedó
igualmente simpático cuando al final de la presentación
abandonaron el escenario de la misma manera, pero a la inversa.
Fue lo que venía entre ambos momentos lo que decepcionó.

En el programa de mano se hace referencia a un espectáculo
antecesor llamado “Jerez puro”, concebido ex profeso
por una bailaora norteamericana con la colaboración
de Antonio Malena para un festival californiano. Nueve husos
horarios y muchos siglos de historia separan la costa occidental
de los Estados Unidos de esta fecunda tierra de vinos, caballos
y flamenco, y es posible que las modificaciones realizadas
para presentar esta obra en el Villamarta hayan sido insuficientes.
O quizás haya sido un error no contar con coreógrafos
y directores de escena para domar, coordinador y canalizar
los talentos de los diversos intérpretes. Muchos de
los críticos nos quejamos de tanta obra rebuscada en
el panorama actual del baile flamenco, pero tampoco es cuestión
de “aquí estoy yo” – pocas tareas
teatrales requieren más ensayo que la de hacer que
lo ensayado parezca espontáneo, y para presentarse
al natural, hay que hacerlo muy, pero que muy bien.

Hay otros problemas, y la deficiente amplificación
ha sido lo de menos. Por mucho que se esfuerce, y saltan a
la vista su sinceridad y dedicación, María del
Mar Moreno no logra salir del estudio de ensayo. O demasiadas
horas de academia, o demasiado pocas en ‘reuniones’,
o quizás ambas cosas, pero su proyección es
puramente académica y calculada. Superficial incluso.

Para presentarse al natural, hay
que hacerlo muy, pero que muy bien

“Jerez puro, esencia” pudo haber cumplido su
misión con haber asignado mayor protagonismo a Luis
el Zambo, Fernando de la Morena, Juana la del Pipa, Moraíto
y otros representantes del aquella “esencia” del
título. Uno de los momentos más conmovedores
fue la proyección de una película de hace 35
años en la que vemos a un jovencísimo Moraíto
acompañando a un Antonio Malena de nueve añitos
que canta por siguiriyas para herir a cualquiera. Te preguntas
¿qué se ha perdido desde entonces?

Un baile de Andrés Peña por martinete dura
eternidad y media y lo que es peor, está basado principalmente
en las combinaciones percusivas de los pies. El prometedor
cantaor Jesús Méndez canta seria y dignamente.
Un par de malagueñas de Chacón conducen al fandango
abandolao de Frasquito Yerbabuena que poco tiene de jerezano
para el baile de María del Mar, pero luego todo vuelve
a ubicarse con el fin de fiesta por bulería.

A las doce de la medianoche el pianista Chano Domínguez
con el respaldo de Mario Rossi al contrabajo y la batería
de Guillermo McGill ofreció su recital en la bodega
de los Apóstoles, y para los gustos más tradicionales,
a la una de la madrugada en la Peña Flamenca la Bulería,
pudimos gozar del cuadro de la casa.

Chano Dominguez
1993-2003

 

 

 

 



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