«La guitarra, hay que decirlo, es un instrumento acompañante»
Siempre pensé que José Antonio Rodríguez había sido discípulo directo de Manolo Sanlúcar. Su concepto del flamenco, dones pedagógicos, conocimientos en música académica y su edad lo emparentaban en mi mente con los Riqueni, Amigo y compañía. Pero no, aunque las coincidencias fueron totales y siguen ahí, este cordobés ha unido fuerzas con el maestro fuera de las aulas, no dentro. Razones del destino y fabulosa precocidad ganadora. A él y a otros de sus artistas vitales, en pocas décadas le ha cundido, los ha juntado pero no revuelto para levantar este “Anartista”. Último trabajo que nos explica en una hora de conversación. He perdido la cuenta de qué número de disco es este en tu carrera. Porque algunos ya no se encuentran, otros aparecen en algunas referencias y en otras no… “Calahorra y Callejón de las Flores salieron en vinilo. Fantasía es la versión en CD de Callejón de las Flores, son lo mismo. Con lo cual…este es mi sexto disco.” Generoso en metraje, en temas, ecléctico, con cosas de pop… y ese título que tanto llama la atención. Porque no sé por dónde van los tiros… “El disco es largo y eso que han quedado temas fuera. El planteamiento inicial era un disco de guitarra, como hay dos o tres temas aquí, esencialmente guitarrísticos. La farruca, la toná…empecé por ahí. El título también fue de las primeras cosas en las que pensé. Y es una cuestión de anarquía personal. No trato de investigar, ni descubrir nada. Lo que he hecho es integrar la guitarra flamenca en otras circunstancias vitales y artísticas mías. Llámense artistas o estilos.” Si, porque sólo falta Alejandro Sanz “Y él no sale por el blindaje que tiene con su casa discográfica. El resto son voces muy personales para mí. Gente del pop. Otros de rock, otros flamencos, claro. Es un disco de un guitarrista flamenco que muestra la naturalidad de su instrumento en otros estilos. Y todos los artistas en los que pensé están, además con su tema, en su terreno. En ese sentido sí está muy calculado. Además he tenido un año y medio para hacerlo y por eso se ha hecho tan acabado”.
Desde “Córdoba en el Tiempo” han pasado cinco años. ¿Qué pasó justo después? “Cuando acabé aquello no me planteé nada. Es lo que suelo hacer. Después de estrenar un trabajo no me apetece ni pensar ni crear nada diferente.” Y la anarquía entonces ¿Dónde está? “Me refiero a lo personal, que ha sido lo que me ha pedido el cuerpo y mi propia existencia. No me doblego al flamenco en este caso sino a mi propio deseo de evocación de mi biografía. Yo no sé cómo será el próximo disco, lo mismo hago una fantasía para guitarra y trompeta (Risas). No lo sé.” ¿Con qué patrón te guiaste para la toná? ¿En el de la seguiriya? Es que debe ser complejo plantearse hacer la guitarra en un estilo que no la lleva… “Me he guiado más por lo que puedo decir que en qué tonalidad o cuadratura puedo estar. Me daba igual la rítmica, buscaba más lo que iba a ayudar al cante de la toná. Cogí cosas de tonás de Morente, el Gallina, Fosforito, Poveda…tonás clásicas. Y una sobre todo que pude escuchar de Fernanda de Utrera que no sé si pudo llegar a publicarse, que es una maravilla. En la toná lo difícil es mantener el “sustain” de la nota, que dure en el tiempo y no se apague el sonido.” ¿Y cómo se le entra a Manolo Sanlúcar para hacer con él una rumba? “Sinceramente yo tenía reparos en plantearle al maestro su participación en el disco porque este trabajo es como es. Pero se lo dije, y no le hablé casi de los temas más flamencos. Me dijo: “pero bueno, qué quieres, ¿Qué hagamos un tema?”. Y me propuso que hiciéramos algo en modo mixolidio, que es algo en lo que, como sabes, lleva mucho trabajando. Claro, eso puede ser algo árido de oír, así que entre los dos concluimos que lo mejor sería hacerlo más accesible metiéndolo por rumba.” ¿Cómo está el maestro? “Bien, haciendo una enciclopedia sobre la guitarra flamenca. En ella toco cuatro temas yo, además de esta rumba. Y aparecerán muchísimos artistas importantes. Va a ser una obra magna.” Antes me dijiste que este disco tenía elementos comerciales “Cuando te dije eso es porque hay estilos, está claro, mucho más comerciales que el flamenco. Ahora bien, no hice este disco pensando en eso. Lo hice porque me interesaban las voces de amigos míos como Antonio Orozco, Mafalda Arnauth, David Demaría, etc.” Mafalda que es toda una revelación, no parece portuguesa nada más que cuando ella quiere. “Es una voz prodigiosa de Portugal. Habla cinco idiomas perfectamente y es una revelación. Mete el portugués porque se lo pedí, que si no parece de Sevilla.” Pero suena más a Piazzolla que a fado “Sí, porque lo que busqué de Mafalda fue su expresión. Trato de juntar los estilos de flamenco, fado y sobre todo el tango urbano de Piazzolla”. A quien llegaste a conocer “Sí, en Lieja, en un festival en el que también conviví con Leo Brouwer, el guitarrista paraguayo Baltasar Benítez…un lujo. Llegué a grabar los ensayos de Piazzolla, pero no me preguntes donde eché esas grabaciones. Igual que grabé cosas de Chano Lobato cuando vino a casa y lo perdí…” Volviendo al “Anartista”, ¿Qué vinculación tienes con estos “poperos”? “A Antonio Orozco lo conocí colaborando con Malú. Sus padres son de Osuna, y respeta muchísimo el flamenco. Trabaja mucho con Arcángel. Comencé a tocar directamente con él en un festival benéfico en Sevilla y me dí cuenta de que su voz es perfecta en mi forma de entender esto, porque a la guitarra flamenca le encaja perfectamente lo expresivo. Sea del estilo que sea. En el caso de David de María, jerezano que vive en Chiclana, estamos ante otro artista súper respetuoso con el flamenco. Tengo emails de todos ellos en los que me dicen el honor que les supone colaborar en un disco de flamenco. Pero no iba por ahí, yo quería hacerles un tema para ellos, en su estilo, y que mi guitarra fuera la flamenca, pero ellos que estuvieran a gusto en su onda.” “Ahora ha vuelto un poco la estrechez de oportunidades y no soy optimista. Hay gente que toca excepcionalmente bien, preparadísimos, que nunca grabarán un disco, aunque hagan música original estupenda. Y eso es triste” El caso de Santiago Auserón es el más exótico, por decirlo así. “Él es más rockero y sí, puede que sea el nombre que más llama la atención de los colaboradores. Yo, cuando era pequeño, escuchaba sobre todo los discos de mi padre, de Fosforito, Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar…pero también los de mi hermano, que tenía cosas de Radio Futura, Bob Dylan…y claro, entre que me gustaban y que he tenido una especial predilección por las voces personales, pues la de Santiago Auserón siempre estuvo en mi punto de mira. Me encanta. Coincidí con él en un evento con el Taller de Músicas de Barcelona y fue una grata experiencia. Me costó mucho que se uniese a “Anartista” porque está acabando la carrera de filosofía, terminando de escribir un libro…pero aún así está. Y es un fenómeno. La letra que hace aquí está basada en ideas de Maimónides, con eso te lo digo todo. Y su fraseo, su forma de cantar el tema es total, porque además hacerlo así era dificilísimo. Dicho por todos los que estábamos en el estudio oyéndole.” “Francisco Alegre” ¿por qué? “Esta pieza siempre la utilizo para calentar, para afinar, en las pruebas de sonido…y lo tengo variado, arreglado, dado la vuelta de mil formas. No sé por qué pero siempre me gustó mucho. Y supe que la voz que necesitaba era la de Carmen, pero ella súper accesible. También está Carles Benavent y me encanta.” Tu trayectoria como compositor es muy contrastada y quizá para entender todo esto haga falta saber con quién te rodeas y para quién has trabajado “Sí. Tengo dos conciertos para guitarra y orquesta que están estrenados pero me gustaría grabar y sí, lo que dices, me llaman para componer y ya son muchos años conociendo a artistas de todos los estilos. A los cuales doy importancia y quiero que se vea, como aquí sucede. La última vez que hablamos estaba componiendo para un cuarteto de guitarras clásicas. Era un encargo para el cuarteto “Eos”. Y me pidieron un tema, además de tocar cosas de Gismonti, Paco de Lucía…” “Tú le dices a cualquiera que eres guitarrista y te preguntará que con quién vas, o a quién acompañas. Hay que verlo así y oye, no pasa nada. El mismo Manolo Sanlúcar cree que lo que pasó con “Caballo Negro” y “Entre dos Aguas” no volverá a pasar. La música instrumental pura difundida de esa manera…ahora es imposible” Y luego tu faceta pedagógica “Sí, sigo haciendo master classes, cursos en el extranjero… hemos venido de Suiza y Rusia. Por ahí ves lo que hay, y te das cuenta de que a nivel flamenco no se ha hecho nada. Que tienes que partir de cero. Le dices a los guitarristas que van que toquen y hacen “Cielito Lindo”, por ejemplo. Es normal por ahí pensar que tocar flamenco es tocar con cierta pasión, no tanto asocian a que existe una música con reglas y estrictas además. No se asocia y tienes que empezar con ellos de cero. Ahí te explicas cuando te dicen que no distinguen una granaína de una malagueña, cuando el folclore le parece flamenco, etc. Claro, eso tiene que explicarse, y no sólo vale con los discos que compren. Porque además sólo tienen lo último de lo último.”
Es importante saber lo que se toca, está claro “Pues hay mucha gente que toca flamenco por inercia, por gusto, sin saber de dónde viene lo que le gusta, o qué es.” Me imagino a tu maestro Manolo Sanlúcar pensando lo mismo, y muy angustiado “Claro, es que no se puede poner una seguiriya con letra alegre, por ejemplo. Oye, pero todo el mundo cree que he sido alumno de Manolo, pero desgraciadamente no. ¡¡Que más quisiera!!! Hemos coincidido mucho y por eso todos lo pensáis, pero no tuve ese honor. En su época con Riqueni y Vicente yo estaba por ahí dando conciertos, en otro momento de mi vida, y desgraciadamente no coincidimos.” Tú fuiste de los precoces, ¿tiene ventajas a la larga? “Era la única manera entonces. Ir a concursos y ganarlos. Tocar solo en los escenarios pasaba por ahí. Ahora ha vuelto un poco la estrechez de oportunidades y no soy optimista. Hay gente que toca excepcionalmente bien, preparadísimos, que nunca grabarán un disco, aunque hagan música original estupenda. Y eso es triste. Al final la guitarra vuelve a ser un instrumento acompañante. Lo dice el mismo Manolo Sanlúcar.” Pues eso puede doler a muchos guitarristas “Este disco es eso. La guitarra siempre fue acompañante y, para el gran público, más. Tú le dices a cualquiera que eres guitarrista y te preguntará que con quién vas, o a quién acompañas. Hay que verlo así y oye, no pasa nada. El mismo Manolo Sanlúcar cree que lo que pasó con “Caballo Negro” y “Entre dos Aguas” no volverá a pasar. La música instrumental pura difundida de esa manera…ahora es imposible. Aquello fue novedoso, un punto en la historia. Llama ahora a cualquier emisora y a ver qué hacen. Gracias a este disco mucha gente me ha conocido y se ha adentrado en la guitarra flamenca. No sabían ni que eso existía.”
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