Enrique Morente. 'De Juan Breva a María Zambrano' ciclo siete caracolas. Bienal Málaga en Flamenco

Texto: Ruben Gutierrez
Photos: Rafael Manjavacas

SEVEN

Cante: Enrique Morente. Guitarra: David Cerreduela. Segunda Guitarra: José Carbonell. Palmas y Coros: José Enrique Morente, Angel Gabarre, El Poto, Pepe Luis Carmona. Percusión: Bandolero

Y por fin llegó el ansiado comienzo de la bienal de Málaga en Flamenco. Una avaricia que a todos los que nos encontrábamos en Vélez Málaga nos convertía en seres supremos. El resultado final de esta velada seguro que ya había pasado por la cabeza de José Luis Ortiz Nuevo, director artístico de esta cita, y es que todo lo que tocan él y Enrique Morente se convierte en flamenco de veinticuatro quilates. Déjenme que tenga envidia sana.

Con todo el aforo completo, la capital de la Axarquía nos recibía engalanada para subyugarnos con las melodías de la Panda de Verdiales de los Romanes. Esa manera tan vertiginosa de tocar los primitivos fandangos no es compatible con la pereza, pues se necesitan auténticas dotes de virtuoso del instrumento para tocar a cuerda pelá. La guitarra sólo consta de rasgueo y pulgar, y el violín es un trémolo continuo que produce un ostinanto rítmico capaz de dejarnos en trance junto con los panderos.

Durante el próximo mes Málaga se va a convertir en el objeto del deseo de los amantes del flamenco

Por momentos coinciden ambos grupos en el escenario, la Panda y el de Morente, para entonar conjuntamnete el abandolao, que posteriormente se convertiría en la malagueña del Canario, y no al revés. Como no podía ser de otra forma, el granadino apareció acompañado de siete músicos, donde su hijo José Enrique cada vez tiene un papel más destacado, llevando el peso de los coros en las alegrías. Otra muestra de la genialidad de Morente fueron las cabales, y por soleá y seguiriya dejó constancia de su paso por esa cuna de la lujuria flamenca llamada Jerez.

Estando en Velez Málaga, no podia faltar cantar a Maria Zambrano. El tema de Morente “Generalife” del CD “Morente sueña la Alhambra” vence a la ira de las inclemencias meteorológicas, y cuando se puso a llover, solamente cayeron siete gotas. Igual de soberbia fue la interpretación que realizó de la carta que Miguel de Cervantes escribió en su lecho de muerte al Duque de Lerma. El manco de Lepanto residió un tiempo en la mudéjar Vélez Málaga y no podía faltar a esta cita, así como el recuerdo que se efectuó de Juan Breva y de Pablo Ruíz Picasso.

Terminaría el espectáculo con la ronda de tonás y martinetes, con debla incluida, mientras nos relamíamos pensando que la provincia de Málaga durante el próximo mes se va a convertir en el objeto del deseo de los amantes del flamenco. Para tanto atracón sólo se necesita un poco de gula flamenca. Enhorabuena Málaga.

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