IV FESTIVAL DE OTOÑO DE GRANADA JOSÉ 4 diciembre, 2003. Teatro |
Anoche el cuarto Festival de Otoño de Granada se
inauguró de manera espectacular con el actual duo dinámico
del flamenco, jerezanos José Mercé y Moraíto.
Las actuaciones de Mercé deberían de ir clasificadas
como las películas: una C para contemporáneo, una
T para tradicional o CT para la combinación de ambos, en
función del correspondiente repertorio a ofrecer. Anoche
el cantaor anunció directamente que lo que venía a
ofrecer a los granadinos era su repetorio T, y a continuación
se entregó al cante como él solito.
La
pareja melenuda está en su mejor momento artístico.
Moraíto no deja de crear y sorprender, y su exquisito gusto
jerezano hace que todo suene flamenco. Con su cante rancio y fresco
a la vez, Mercé sigue fiel a las raíces y da la espalda
a las mezcolanzas contemporáneas.
Con un aforo de sólo tres cuartos, en gran parte debido
al pésimo tiempo de frío y lluvia, y con un público
entendido y atento, el cantaor empezó con malagueña
del Mellizo, y su voz gruesa, potente y sabiamente matizada, llenó
el hermoso Teatro de Isabel la Católica.
Pilas alcalinas, teléfonos
móviles, desastres ecológicos… todo es flamenco
en boca de Mercé.
Por soleá iba entrando en calor, mimando cada tercio de
tal manera que hasta la letra que se permitió acerca del
chapapote resultó sumamente digerible. Pilas alcalinas, teléfonos
móviles, desastres ecológicos…como el rey Midas
que convirtió todo en oro, todo es flamenco en boca de Mercé.
Hace unos años el cantaor Luis el Zambo me comentó
cariñosamente acerca del cantaor: “no entiendo cómo
este niño sabe tanto”, y el niño por siguiriyas
demostró ser merecedor de tal admiración. Su primer
lamento “por los rincones” no fue más que el
prólogo de una serie de estilos difíciles interpretados
con la acostumbrada pericia de José Mercé, convirtiendo
el teatro en un reservado a la vieja usanza. Aquellos aficionados
que dan la espalda a este artista por su repertorio álternativo’
de canciones pop, se lo pierden ellos.
Moraíto no deja de crear y sorprender,
y su exquisito gusto jerezano hace que todo suene flamenco.
No
todo el mundo es capaz de levantar el vello colectivo por alegrías,
pero así hizo la parejita, templando la energía jerezana
con la gracia de Cádiz, y terminando por mirabrá.
El público pidió granaínas pero se conformó
con fandangos, seguidos de tientos tangos, “y ahora una mijita
por bulerías”. Esos cantes cortos, luego el bailecito.
Más cante, “En un lagar de Jerez, bailé mi primera
juerga, por eso llevan mis pies, lo mejor de la solera”. Ahora
de pie al borde del escenario canta por el de la Pica, y el compás
le pertenece, sin palmeros ni na’, los dos muchachos armaron
el taco.
Para la despedida, Al Alba de Eduardo Aute por bulerías
con la absoluta complicidad del público al que Mercé
animó a cantar el coro, y un villancico tradicional.
Texto y Fotografías: Estela
Zatania
Día 5 de diciembre: