El Torta & Diego del Morao

Texto: Gonzalo Montaño Peña.
Fotos: India Roper-Evans.

Flamenco Viene del Sur

El Torta y Diego del Morao.
Flamenco Viene del Sur
Martes 27 de Marzo 2012. Teatro Central Sevilla.

Ficha Artística: Cante: Juan Moneo “El Torta”; Guitarra: Diego del Morao; Percusión: Ané Carrasco; Palmas: Chícharo y Gregorio.

Juan Moneo “El Torta” llegaba a Sevilla con la expectación que sólo pueden crear los artistas imprevisibles, aquellos que dependen mucho de su estado de ánimo o salud, pero que todos saben que con poco te desbaratan el alma. Traía tras de si las un tanto decepcionantes actuaciones recientes del Festival de Jerez en las que no había resultado ser lo que debió. Sin embargo, quizás esta noche Paula cortaría dos orejas en el Central.

Abrió Diego del Morao en solitario, por Bulerías, recordando a su padre y a toda su casta con falsetas de su familia que ya son parte del acervo cultural jerezano, acompañado como pocos pueden hacerlo por la percusión de Ané Carrasco.

Salió El Torta para lanzar, casi a desgana, un par de Tonás y arrancar los primeros olés de un público que ya venía entregado desde su casa o quizás desde hace años para disfrutar con poco que Juan les diera.

Siguió por Alegrías, de puro trámite y pasó a cantar por Soleá dejando detalles de la grandeza que atesora este gitano en la garganta y en la sangre.

Luego se templó para cantar por Siguiriyas con las formas salvajes del que grita su pena sin saberse llamado a ningún canon estético ni convención. Detrás de este primitivismo se escondía la largura de los sabios. Al escucharle da la sensación de que este artista está de vuelta de todo, que ya sabe todo lo que va a suceder un compás antes que suceda, quizás por eso ni siquiera espera la entrada de la guitarra, se anticipa siempre de forma anárquica e impaciente con la inquietud del que espera desahogarse gritando. Remató con una Cabal que puso a gusto hasta a los viandantes de fuera del teatro. El genio comenzaba a entrar en calor.

En este momento se buscó en la memoria genética y dejó una tanda de Fandangos al estilo de la plazuela totalmente antológicos. Bravíos como no los escuchaba desde Paco Toronjo y gitanos como si el propio Manuel Torre le estuviera soplando al oído.

De nuevo la guitarra de Diego Del Morao nos dio un paseo por la calle Marqués de Cádiz, por la Calle Nueva y nos paramos para recrearnos junto a la peña los Jucales con cada falseta, mecidos por el Swing de las palmas del Chícharo y Gregorio.

Volvió El Torta para cerrar por Bulerías en el momento en que mejor estaba. Dejó destellos de su magnitud, pero nos quedamos con las ganas saber que habría pasado si hubiera reservado la Soleá o la Siguiriya para este momento en que el león se había despertado.

El público no se podía creer que ya se acabara y se negó a marcharse hasta que Juan les regalara un poco más de eso que sólo él tiene. En este caso una letra de cuple y “vámonos pa Jerez que se hace tarde”…

 


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