El Pele – Paco Serrano – Manuel Silveria – Edu Lozano – Flamenco Viene del Sur – Teatro Central – Sevilla

 

El Pele, Paco Serrano, Edu Lozano

TEATRO CENTRAL 10/04/07
FLAMENCO VIENE DEL SUR

“CALIFAS DEL FLAMENCO”

Texto: Rubén Gutiérrez
Fotos: Paco Sánchez

Guitarra flamenca en concierto: El Pele. Guitarra: Manuel Silveria. Percusión: Israel Carrasco. Baile: Edu Lozano. Cante: Jeromo Segura, Pepe de Pura, José Valencia. Guitarra: Paco Jarana y Salvador Gutiérrez. Percusión: El Pájaro.

Buen programa,a priori, el que presentaba esta entrega del ciclo Flamenco Viene del Sur. Los artistas venían de la ciudad de los califas, a unas horas de navegación de Sevilla por el Guadalquivir, pero que no ha supuesto que dichos artistas se contaminen de la versión sevillana del flamenco, e incluso han creado una propia, destacando el personalísimo estilo del Pele.

Aperturó la bajañí la velada, mejor dicho, dos fueron las guitarras que se vieron sobre el escenario. Pese a su juventud, Paco Serrano tiene el grado de maestro, y también por partida doble. Por un lado es un muy buen tocaor, y por el otro, un gran pedagogo. Ha sido uno de los impulsores de la Cátedra de Guitarra Flamenca en el Conservatorio Superior de Córdoba. También fue un pionero al marchar a Rotterdam, y obtener su licenciatura en guitarra de la mano de Paco Peña. El espectáculo fue muy vistoso y entretenido, y sobre todo original.

Las dos guitarras interpretaron diversos estilos del flamenco a modo de diálogo, y ambos tocaores demostraron su calidad técnica por soleá por bulería, zapataedo, guajira y bulería. Nunca he tenido la oportunidad de ver un recital de estas características pero los añoraba, después de tanto escuchar al Paco de Lucia con Ricardo Mondrego, o Sabicas con Escudero.

Le tocaría el turno al cante, en boca de un gitano cordobés, el Pele. Se encuentra en una segunda juventud, bien de facultades cantaoras, sobrado de compás, pero sobretodo manteniendo su anarquía dentro de la ortodoxia. Es un creador en todos los estilos que interpreta, a lo que podemos añadir la velocidad que imprime al fraseo de los tercios, y a las capacidades de agónica que presenta, con continuos crescendos y diminuendos que embellecen aún más el cante. No fue una de sus mejores actuaciones, con la malagueña anduvo unpoco cortito, y en general no terminó de rematar bien los tercios, pero mantuvo el alto nivel que caracteriza a este cantaor. Muy bien secundado por el tocaor Manuel Silveria, que hizo una gran labor por soléa y seguriyas, así como en unas muy especiales alegrías y las bulerías. El Pele nos regaló fuera de programa unos martinetes muy sentidos.

Facultades cantaoras, sobrado de compás, manteniendo su anarquía dentro de la ortodoxia

Cerraría la velada el bailaor Edu Lozano. Ya habíamos tenido la oportunidad de observar sus evoluciones con compañía propia en el pasado Festival de Jerez, y aunque en el Teatro Central nos gustó algo más, no terminó de convencernos, y les comento porqué. Principia por tangos, con un atrás muy bueno, y él, con su gracia y su desparpajo, hace un baile muy sensual con sus ondulaciones del cuerpo, sus guiños con los hombros y demuestra su gran velocidad y técnica de pies. Un baile corto y con mucho gusto, pero a partir de ahí, su genio se va diluyendo. El atrás canta abandolaos, y cuando él vuelve a salir a escena, la música y el cante desaparecen para marcarse una serie de pasos, que aunque ligeramente marcan el compás de los verdiales, no es capaz de sincronizar música con el baile, como si han conseguido diversas bailaoras como Rafaela Carrasco.

Los bailes por bulerías y seguiriyas fueron prácticamente similares, lo cual no deja de asombrarnos. Aunque sus movimientos corporales son originales, no creo que deban ser los mismos para todos los estilos, lo cual demuestra la poca capacidad de creación del bailaor, y lo que es más flagrante es que esboce una sonrisa bailando por seguiriya. También quisiera remarcar la falta de profesionalidad de los tocaores, Jarana y Gutiérrez, pues aunque no dudamos de su gran calidad con la guitarra, incomprensiblemente se pusieron a afinarlas en la ronda por tonás que ejecutaron los cantores. Hay que ser más humilde y respetar al compañero, pues a Jeromo Segura se lo cargaron, y José Valencia tuvo que gritar más de lo que lo hace habitualmente.

 



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