Pablo M. Caminero – Lunes Flamencos del Teatro Flamenco Madrid
Segunda jornada de los lunes flamencos con un brillante concierto de jazz
José Manuel Gómez Gufi
El jazz-flamenco vive un momento de eclosión paralelo al flamenco mismo. Sin embargo conviene precisar que lo que vimos el lunes en la madrileña calle del Pez tiene de flamenco lo mismo que discos como “Sketches of Spain” de Miles Davis o el “Olé” de John Coltrane; lo que nos trae Pablo son aromas de cante jondo, rastros de melodías, paisajes sonoros y una música extraordinaria…
Los grandes del jazz flamenco han pasado de la tarea de reglamentar los procesos creativos de un estilo que se ha consolidado sin reglas en un sálvese el que pueda. La primera generación de músicos transformados por Paco de Lucía son alérgicos a las definiciones, es el caso de Jorge Pardo que se parece mucho al “Perseguidor” de Julio Cortazar que busca cada noche la senda con docenas de proyectos y músicos de todas las hechuras y latitudes.
Pablo M. Caminero busca su lado flamenco en los últimos años al lado de Rocío Molina y Rosario La Tremendita así que el lector se puede ir haciendo a la idea de que está para ir a la Bienal o para triunfar alrededor del mundo. Si se están haciendo la idea de que el contrabajista es uno de esos músicos de jazz caóticos e imprevisibles se equivocan. El concierto de Pablo Martín Caminero y su O.F.N.I. (Objeto Flamenco No Identificado) ha sido el concierto de jazz más serio y rigurosamente planificado que he visto en los últimos 40 años, incluidos los de Wynton Marsalis. Recuerden que Wynton interpretó una soleá dedicada al festival de jazz de Vitoria donde aseguran que sonrió y levantó un ceja tras un baile de Tomasito.
El caso es que el quinteto se subió al escenario y anunció que iban a interpretar el disco OFNI en orden y cumplieron con un sonido imponente y sin intenciones aparentes de saltarse una nota. Dicho y hecho, nos colocaron el disco, a la segunda “Trianatrón” supuestamente un reggaetón de Triana que no se lo recomiendo a ningún dj que quiera poner la pista de baile a perrear.
Pablo avisó de que iban a interpretar la “Soleá de Gasteiz” y vino a contar que allí son muy suyos para la soleá y, por no parecerse, no se parece ni a la de Miles Davis. Siguieron en la misma onda y escuchamos la palabra “seguiriya” en “Catarsis” donde se pudo escuchar un ratito al saxofonista Ariel Brínguez que posee uno de los sonidos más apasionantes del mundo mundial y, claro, nos supo a poco la susodicha “Catarsis”. Ariel ha grabado “The Camaron experience” una composición a la que cuesta encontrarle el compás hasta que entra la impresionante voz de David de Jacoba.
Total fue un concierto de jazz brillante que arrancó más aplausos que ¡oles! En el que daba la sensación que el jazz y el flamenco se miran de reojo. Así que, si quieren ver al contrabajista entregado a la pasión flamenca vayan a verle con La Tremendita, en OFNI van a encontrar una grabación “cool”, refrescante, nada que ver con esos discos de “free” con los que se podía calentar un apartamento en Nueva York en invierno. Y esa es la lección que tenemos que aprender, que estos músicos de jazz tienen múltiples facetas. Recuerden sus nombres porque siempre están del lado de la excelencia, nos falta mencionar a Toni Belenguer, trombón, Michael Oliveira, batería y el pianista Moisés Sánchez que es uno de los talentos indiscutibles de la música española.
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Rafael Manjavacas