Eduardo Guerrero «Guerrero» – Suma Flamenca

Eduardo Guerrero

Eduardo Guerrero

Texto: Silvia Cruz Lapeña

Fotos: David Mudarra -Suma Flamenca

Guitarras: Javier Ibañez Juan J. Alba
Artistas invitadas cante: Anabel Rivera, Sandra Zarzana, May Fernandez

 

Instrucciones para ver “Guerrero”

 

Imagine:

Que el escultor Miguel Ángel hubiera sido flamenco y que su Piedad, la virgen que sostiene a su hijo muerto, no fingiera movimiento y se moviera de veras. Y en lugar de blanco mármol, vistiera de negro encaje.

 

Sepa:

Que el bailaor que interpreta al hombre es gaditano, gasta una buena cabeza, se sabe la lección de sobras y sólo ha de persistir para acabar trascendiendo. 

 

Visualice:

Su cuerpo esbelto, de largos brazos y extensas piernas, elástico, infinito y perfecto para la danza. Y súmenle un rostro ideado para el flamenco. 

 

Apunte:

Ese bailaor hace los mejores giros del jondo actual. Baila al milímetro, conoce la velocidad pero goza la pausa, y mueve los brazos mejor que el resto de los varones con los que comparte profesión.

 

Escuche: 

La historia que cuenta es la de un varón rodeado de mujeres, mujeres a las que ama y a las que suma a su lucha, que es la vida, de guerrero.

 

Anote:

El flamenco con el que se cuenta esta historia no es del todo contemporáneo, ni tampoco inamovible, está lleno de referencias y tiene un aire que no tardará en ser sello.

 

Sueñe:

Que tres mujeres hermosas con voces desgarradoras le cantan al hombre bello y todas son amante, madre y hermana al mismo tiempo.

 

Fabule:

Que él se prende de sus vientres, de sus pechos, de sus caras y las cubre con su cuerpo y con su sombra. Y que lo hace igual de bien por malagueñas, por fandango, por verdial o por polo.

 

Llore:

Al ver a una de ellas, Sandra Zarzana, cantarle al hombre-niño una nana mientras él crea verdades con sus dedos y sus manos. Lo hace bailando despacio, líricamente, mientras ambos tensan una cuerda que los une por el vientre y es del color de la sangre. 

 

Tema:

El momento en que aparece May Fernández, rompe la cuerda y el niño se vuelve hombre al son de una bulería por soleá cantada y bailada de tal manera, que le trastocará a usted el ombligo.

 

Tirite:

Cuando vea a Anabel Rivera cantarle al hombre. Por tangos o por zambra y por lo que haga falta. Tiriten cuando la oigan, junto a sus compañeras, cantar por alegrías o recordar los cuplés de Adela la Chaqueta mientras el hombre abandona la danza y se pone muy pero que muy flamenco. Tiriten con Anabel, tiriten que lo merece. 

 

Desee:

Que a Eduardo no le falten escenarios y pueda desarrollar su idea del flamenco, ni danzístico del todo, ni en medio de nada. Deséelo porque su trabajo es exigente. Deséelo porque puede hacerlo mejor. Y decir mejor es decir gloria, porque lo que presenta en “Guerrero” es una magnífica creación. 

 

Recuerde:

Ir a ver “Guerrero” a poco que puedan. 

 

Y no tema si al acabar, nota una inquietud en el pecho: no es más que su corazón aprendiendo otro lenguaje.

 


 

 


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