Espectáculo: Así es la Navidad. Cante: Ezequiel Benítez, Sandra Rincón, María del Mar Barea, Mari Ángeles García de Quirós, Gema la Cantarota y Tamara de Tañé. Guitarra: Paco León y Vicente Santiago. Zambomba: Israel López. Lugar: Sala Chicarreros. Ciclo Jueves Flamencos de Cajasol. Fecha: Jueves 19 de diciembre de 2019. Aforo: Lleno
En un día en el que a los enormes angelitos luminosos colocados en estas fechas en la plaza de San Francisco les costaba mantener el tipo frente a los fuertes vientos y las lluvias torrenciales, dentro del Teatro Cajasol Ezequiel Benítez traía a parte de su gran familia jerezana para decir adiós a la temporada del ciclo de los Jueves Flamencos y dar la bienvenida a la Navidad con la mejor de las sonrisas.
En concreto, el cantaor presentó una revisión de su disco Así es la Navidad, publicado en 2003 y que ahora ha reeditado en su versión 2.0 con fines benéficos, incluyendo algunos de los grandes clásicos del repertorio de la tierra (como Los Quintos, Calles de San Francisco, Los caminos se hicieron, del Niño Gloria o el Melo Melo) y composiciones completamente actualizadas como Alegría, Alegría, Ya viene la esperanza o Nuestros Reyes Magos.
Así, Benítez puso la deseada calidez a esta noche con un recital dulce, elegante y equilibrado en el que con la habitual naturalidad de su cante, su sensibilidad y su dominio de los medios tonos fue invitándonos a vivir la faceta más íntima y recogida de estas fiestas con villancicos como Tengo una tierra, los Campanilleros y los Fandangos navideños, que arrancaron ya desde el principio las ovaciones del público.
Tras esta introducción más recogida, el artista cedió el protagonismo al cuadro solvente, luminoso y enérgico formado por las cinco voces poderosas de Sandra Rincón, María del Mar Barea, Mari Ángeles García de Quirós, Gema la Cantarota y Tamara de Tañé, las guitarras de Paco León y Vicente Santiago y la zambomba de Israel López, encargado también de contagiar la alegría y el buen ambiente.
Juntos supieron mantener el ritmo y la emoción durante todo el concierto intercalando cantos al niño Dios al compás de tangos y bulerías y mostrando también, en las intervenciones que tuvieron en solitario, los distintos colores y matices que tiene la Navidad –y el flamenco- en Jerez. Con el gran Parrilla como faro y otros tantos, como Terremoto o Gallardo, en la cabeza y en el corazón.
Por tanto, de una manera cercana, sencilla y nada machacona, los artistas se fueron metiendo al público en el bolsillo hasta ponerlos a cantar y tocar las palmas en el popular Popurrí Navideño con que se iba poniendo fin a esta cena.
Ya de vuelta, Ezequiel Benítez regaló uno de los momentos más bonitos del recital con la canción que da título al álbum y que interpretó, junto a su mujer la cantaora María Ángeles García de Quirós en un derroche mutuo de delicadeza. Por último, no podía faltar el fin de fiesta por bulerías donde todos fueron mostrando sus colores y como regalo esos fandangos casi susurrados con los que el cantaor se despidió entre aplausos.
Fotos: Remedios Malvarez
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