Dorantes & Marina Heredia «Esencias» en Suma Flamenca

Dorantes & Marina Heredia Esencias

Dorantes & Marina Heredia Esencias

Texto: Silvia Cruz Lapeña
Fotos: David Mudarra (Suma Flamenca)

Dorantes & Marina Heredia «Esencias»
Teatros del Canal – Sala Verde
28 junio 2016

Matar con miel

Marina Heredia y Dorantes llegaron a la Suma Flamenca con el espectáculo rodado y no porque ya hayan hecho más de un concierto con su última propuesta, Esencias, sino porque ese espectáculo, tan natural, casi existe antes que ellos. Marina y David llegaron y arrancaron con calma, con una nana preciosa dicha con la versión más sutil de la voz de Marina. A partir de ahí, todo fue un crescendo. Se divirtieron por alegrías y se pusieron tremendos por siguiriyas. Ese fue el primer palo que sobrecogió de veras, cantado con un acompañamiento atípico, el de un piano que casi fue percusión aunque en el escenario ya había un monstruo dándole a los platillos: Javi Ruibal.

Con los tangos, arrebatadísimos, ya estaba Heredia templada de voz y de postura, perfecta para exhalar frases como estas: 

Haces conmigo herejías,
tú de mi no te adoleces 
a ninguna hora del día.

Yo navego buscando tu piel
con mis dedos temblando de sed.

 

Las palmeras Anabel Rivera y Jara Heredia y Ruibal desaparecieron para dejar a pianista y cantaora solos. La de Granada se quitó los zapatos y se marcó una granaína sostenida en el piano que hizo temblar la sala verde de los Teatros del Canal. Los fandangos que siguieron hicieron que el público empezara a jalear ya sin frenarse. Sucedió porque entre ellos se coló el sonido de “Orobroy”, que como bien dijo Heredia es uno de los sonidos más identificables del flamenco del siglo XX. La cantaora jaleó a Dorantes, que estuvo de diez y al final de esa pieza, no contestó al aplauso sino que se unió a él para reconocer el enorme talento del lebrijano, que arropó su voz de tal forma que nadie echó de menos una guitarra en la sala.  

El show fue a lo seguro, con repertorio clásico, pero bien ordenado y compensado. Todos tuvieron su momento, también las acompañantes que pudieron mostrar sus habilidades al cante y su buen compás. Ruibal hizo lo de siempre, destacar lo mejor de los artistas a quienes marca el ritmo y sus diálogos con Dorantes fueron muy aplaudidos. 

El grupo acabó por bulerías recordando a Lole y Manuel con un popurrí de versos de varias canciones popularizadas por la pareja de trianeros más atrevida que ha dado el flamenco. El público quería más y entonces Marina hizo un bis metiendo por bulerías el “Se nos rompió el amor” de Rocío Jurado. Cómo se abrió Marina, de qué manera puso la voz, el grito y cómo la interpretó. David la miró impactado pero no sorprendido porque sí, porque ese espectáculo llevaba años deseando ser prendido por estos dos artistas de primera, dos que mataron de placer a un público que los ovacionó con frenesí. Y lo hicieron sin estridencias, sólo con miel: ella con la que tiene en los labios,  él con la de sus yemas. 

 


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