Texto y fotos: Estela Zatania
Diego Carrasco «No M'arrecojo. 50 años en familia»
Sábado 11 de noviembre. 2030h. Teatro Villamarta, Jerez de la Frontera
Voz y guitarra: Diego Carrasco. Artistas invitados: Silvia Pérez Cruz, Arcángel, Diego del Morao, Javier Ruibal, Tío Pedro Peña, José Valencia y familia de Lebirja, Chirigota del Selu, Gipsy Rappers, Maloko, Juan de la Morena, Fernando Carrasco, Joselete. Guitarra: Pedro Ma. Peña, Curro Carrasco. Violín: Faiçal Kourrich. Palmas y coros: Ané Carrasco, Juan Martínez, Amparo Lagares, Carmen Amaya. Guitarra acústica y eléctrica: Jorge Gómez Vidal. Bajo: Ignacio Cintado. Dirección musical y artística: Pedro Ma. Peña.
Creo que me estoy convirtiendo irremediablemente en jerezana. Que tampoco es cosa mala, oye. Anoche en el teatro Villamarta me lo pasé de lujo con un espectáculo aparentemente improvisado, pero seguramente trabajado hasta el último detalle. Porque ese es el don, uno de muchos, que tiene este hombre auto inventado; encuentra el equilibrio perfecto entre lo ensayado y lo improvisado, entre lo antiguo y lo contemporáneo, abstrae lo abstracto haciendo que el arte currado a lo largo de una vida, parezca una inspiración puntual tan fresca como la pataíta por bulerías de un viejo en un patio de vecinos. Lo sencillo se eleva a grande en manos y mentes de los artistas grandes.
Siendo rotundamente jerezano, Diego Carrasco es de creación propia. No es que creara un sello; creó toda una oficina particular de correos. Me recuerda lo que se suele decir de Lola Flores: que no sabe cantar ni bailar, pero no te lo pierdas. Después del bum de Paco y Camarón, o imitabas a esos monstruos, o te buscabas la vida con algo original tuyo. Anoche Diego, que “oficialmente” es guitarrista, cantó su flamenco a lo Louis Armstrong, y bien, y con cuatro gestos a compás, fue el mejor bailaor de Jerez.
El pretexto del espectáculo fue los cincuenta años de profesión de Diego con su gente, y la presentación de su nuevo disco al respecto, pero el flamenco es un arte de inmediatez, y la promoción fue lo de menos. Invitados y sorpresas: su majestad, Remedios Amaya, y para el toque de dulzura, Silvia Pérez, Diego del Morao “el primogénito de mi hermano Morao” como puntualizó Carrasco que recordaba al añorado Moraíto una y otra vez. Nostalgia de la infancia, José Monge Cruz desde luego ¡presente! , el fantasioso cante silábico de Diego, que si machaca machaca o alajea…(y tomo aire para seguir)…Arcángel, espectacular recreando el “Dicen de mí” de Camarón, y el brillante inciso de la gente de Lebrija que llegó como una pieza, y se marchó de la misma forma, contestando a la urgencia jerezana con su sublime tranquilidad y compás romanceada, por favor, ese Pedro Peña, no se puede decir más con menos.
Todo eso, y muchísimas más cosas, hasta la chirigota del Selu de Cádiz. Y serán capaces de repetir el happening el 29 de noviembre en Madrid.