Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma
Resumen: Diego Carrasco / Belén Maya – Tres / Navajita Plateá. Festival de Nîmes
FESTIVAL DE FLAMENCO DE NIMES |
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Esta mañana cuando salimos de Nimes para el aeropuerto, la fiesta empezada anoche en el hotel aún tenía mucha cuerda. Pero el Festival Flamenco, edición 2011, ha llegado a su conclusión, y un excelente programa triple fue el broche de oro para la clausura. EL POLIFACÉTICO DIEGO CARRASCO Nuevamente, como está ocurriendo en otros eventos, la necesidad de apretar el cinturón ha conducido a resultados tan admirables como sorprendentes. ¿A quién se le ocurre poner a Diego Carrasco en solitario con su guitarra, el mister showman del flamenco desprovisto de los “niños” que ambientan el desmadre que suele presidir? No se lo creía ni él, pero allí estaba, en el reducido escenario del íntimo Espacio Cultural Pablo Romero, una especie de centro español decorado con cabezas de toro y con aire de peña flamenca. Diego empezó diciendo que era un sacrilegio presentarse en el festival como guitarrista después del recital de Moraíto hacía pocos días, pero ofreció un tema original que según explicó combinaba todos los compases del flamenco, y así fue. Frases de soleá se disolvían en bulerías, tangos o incluso granaína, bamberas, caña….todo convincente y con pulsación segura – fue como mirar dentro de su mente y contemplar la forma de sentir el compás que tan firmemente habita en él.
Siguió en su línea cantautor surrealista. Dos temas dedicados respectivamente a Fernando Terremoto y Moraíto, con emotivos versos e interpretaciones, llegaron hasta el alma de todos los presentes. “El Cachorro lo va a poner bueno” fueron sus palabras para Moraíto antes de dedicarle una densa versión de Las tres hojas. De Terremoto nos aseguró “¡está aquí ahora mismo!”, y una bombilla que en ese momento brilló con fuerza antes de fundirse, parecía confirmarlo. ESTRENO MUNDIAL DE “TRES” DE BELÉN MAYA Lo he dicho muchas veces, no entiendo a qué viene tanto jaleo con respecto a los estrenos, si no son más que obras todavía sin rodar. No obstante, celebro haber estado presente para el estreno de la nueva obra de Belén Maya. Siguiendo una práctica línea minimalista que hará posible su programación en muchos eventos, el título de la obra es “Tres”, que hace referencia a los tres protagonistas, Belén en el baile, Rafael Rodríguez a la guitarra y Jesús Méndez al cante.
Después de un largo y lento comienzo que deja al público distraído, de pronto tenemos baile, y es Belén en todo su esplendor. Fresca, original, valientemente ingenua por alegrías. Es fascinante observar como esta bailaora periódicamente se obsesiona con determinados detalles – ahora mismo está explorando los movimientos de las muñecas. Trabaja cada obsesión hasta exprimir lo que puede, y luego pasa a otra…telas diáfanas, divertidos juegos de dedos, el desplazamiento por el escenario como si sobre raíles, pasos insistentemente repetidos…todo esto lo hemos visto aparecer y desaparecer a lo largo de la carrera de Belén Maya, lo cual indica una inteligencia superior para alimentar su desbordante creatividad. Lo más sorprendente es como logra mantener la flamencura. De hecho, es posiblemente la única bailaora que ha sido capaz de incorporar conceptos de la danza contemporánea sin permitir que el flamenco quedara eclipsado en el proceso. Inteligencia y exquisito buen gusto. Rafael Rodríguez a la guitarra nuevamente se hace imprescindible con sus conocimientos, su sonido tradicional personalizado y su inconfundible y divertido pizzicato. Jesús Méndez demuestra que es capaz de cumplir la difícil tarea de poner voz a este espectáculo. Difícil, porque hay largos solos de cante, y mucho acompañamiento del baile. Los tangos que baila Belén, una pura delicia. Por soleá, fascinante – no es el planteamiento racial que algunos prefieren, sino un camino evolutivo alternativo e igualmente flamenco. Sin grandes pretensiones más allá de la más grande de todas: la de hacer arte de altura. NAVAJITA TUVO LA ÚLTIMA PALABRA Ha terminado el Festival de Nimes. Ignoro el balance económico, pero el artístico ha vuelto a dejar mucha riqueza en este rincón del sur de Francia donde aquello de Patrimonio de la Humanidad se toma en serio, y el arte jondo encuentra anualmente la más calurosa bienvenida.
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