Diego Amador. El Aire de lo puro. Presentación en Madrid. Colegio Mayor San Juan Evangelista

 
Joaquín
Grilo
y El
Churri

25 de Enero de 2002.

DIEGO AMADOR «El Churri». Presentación
de su disco
«El Aire de lo Puro»

Colegio Mayor San
Juan Evangelistas. Madrid

Diego Amador presentaba oficialmente
su último disco «El aire de lo puro» y desde luego salió airoso
de este recital que ofreció en el colegio San Juan Evangelista de
Madrid. Comenzó el espectáculo sentado al piano de cola y por bulerías
acompañado de su grupo: Miguel Vargas al bajo, Javier Carmona a
la guitarra, Luis Amador al cajón y María y Alicia a los coros.
Un anticipo de que con este instrumento Diego es atrevido y audaz,
pero demostrando que para ello hay que tener mucho conocimiento
de lo que se toca. El flamenco lo controla de sobra y también el
jazz cuando introduce los ritmos de este género.

Solo demuestra su timidez a la hora de dar su agradecimiento
al público, solo aquí le faltan tablas al pequeño de los Amador,
aunque vemos que este gran músico todavía tiene mucho que decir.
Al piano también tocó una rondeña, una seguiriya y de nuevo bulerías.
Las teclas del piano le suenan muy flamencas y a la vez Diego le
infunde a estas mucha frescura a la hora de abordar este arte. Es
moderno sin abandonar las raíces que es para él uno de sus objetivos.
Para terminar la primera parte salió al escenario el invitado estelar
de la noche, el bailaor Joaquín Grilo y Diego se arrancó por soleá.
Los pies del bailaor acompasaban el piano de Diego Amador a la perfección,
a parte Grilo siempre refleja en su baile los modos de Jerez aportando
con ellos una flamencura especial a lo que hace. Además clava los
giros y posee un braceo templado y elegante.

En la segunda parte Diego Amador se presentó con
su guitarra y cantó alguno de los temas del disco. Comenzó por un
cante serio una taranta. Su cante es muy sentido y su voz que suena
muy camaronera es suave, pero jonda. Impresiona ver a alguien que
lo sabe hacer todo. Posteriormente cantó unos tangos más pegadizos
acompañado por los coros femeninos . Luego cambió la guitarra por
la mandolina y con ella tocó unos tanguillos, está claro que nos
encontramos ante un intrumentista plural, que aborda todo lo que
toca con mucha seriedad.

Evidentemente la gente pidió un bis, Diego volvió
al piano e invitó de nuevo al escenario a Joaquín Grilo para realizar
una bulería que resultó apoteósica. De nuevo el piano y el zapateado
de Grilo se fundieron de forma trepidante. A veces daba la sensación
de que nos encontrábamos ante un flamenco contemporáneo con el toque
de Amador y las formas que introducía el bailaor. .

 

Diego Amador se pudo en pie y tocó las cuerdas
del piano por dentro, a modo de los pianistas de jazz, lo que resultó
de lo más espectacular y más junto al baile de Joaquín que se le
veía disfrutar plenamente con la música que bailaba.Vimos ahí mucho
arte. Fue una auténtica exhibición de ambos donde pudimos presenciar
que en la actualidad se puede renovar y fusionar el flamenco con
mucha dignidad y el público disfrutó mucho de este bonito espectáculo.

 

 



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