Música: Andalucía Big Band. Voz: Rosario La Tremendita. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Viernes, 4 de marzo.
Hemos disfrutado tanto de los Delirium tremens de Rosario La Tremendita que acudimos ansiosos a la propuesta que proponía este viernes el Teatro Lope de Vega de fundir la obra de la trianera con la Andalucía Big Band, la maravillosa e innovadora formación jazzística que cumple su 15 aniversario acercando al público el repertorio tradicional y el de otros compositores actuales. Una oportunidad, sin duda, de deleitarse con ese flamenco que transita por nuevos caminos creativos.
Sin embargo, al margen del “sueño” que le supuso a la artista escuchar sus propias composiciones con los matices de esta genial banda y de lo interesante que resultó este experimento a nivel musical, encontramos aquí a una Tremendita más constreñida que en sus directos, como si le costara encajar su voz ante la explosión de la envolvente banda.
De hecho, en lo escénico, a la polifacética, personal y creativa artista, le faltaba, como advirtió en varias ocasiones, sujetar sus propios instrumentos entre las manos. Y en lo vocal, casi no fuimos capaces de distinguir las letras de este gran álbum.
Así, en “este potente viaje emocional” que es Delirium Tremens recorrimos a ritmos de soleás de Triana, bulerías, tangos, marianas, romance, serrana, abandolaos… y hasta por sevillanas las cuatro fases en que se divide este trabajo (Caótica, Fuga, Ahínco y Tedeum) pasando del caos, al agradecimiento. Pero lo hicimos en un clima comedido, lejos de la euforia y el éxtasis al que nos arrastra La Tremendita con los suyos. Con altibajos que dejaron momentos geniales -sobre todo en los temas más rítmicos- y otros más deslucidos donde salió perdiendo la cantaora, que al jugar constantemente con los volúmenes de su voz (más engolada que otras veces) no nos dejaba profundizar en su cante.
En definitiva, una interesante experiencia para sumergirse en las exquisitas versiones que regalaron los músicos de la Andalucía Big Band de esta obra sólida y liberadora de la Tremendita, a la que seguiremos allá donde nos lleve.
Fotos Antonio Torres