De Triana a las Tres Mil, Boboterías

Texto: Estela Zatania
Fotos: La Bienal

17 Bienal de Flamenco
Sábado, 8 de septiembre, 2012. 2330h

Especial 17 Bienal de Flamenco de Sevilla – Toda la información

“Qué bonita está Triana”

Cante: El Vareta, Guillermo Manzano, Mari Vizárraga, Herminia Borja. Baile: Bobote, El Eléctrico, Torombo, Joselito Fernández. Guitarra: Paco Iglesias, Ramón Amador, Eugenio Iglesias, Emilio “Caracafé”. Cajón: José Carrasco. Dirección: José Jiménez Bobote, Eugenio Iglesias.

Si estás leyendo esto, es porque tienes cierto interés en el flamenco, y muy posiblemente la predilección por alguna comarca determinada. Porque así va esto, algunos lugares del mapa jondo desarrollan su sabor peculiar, y es como el picante en la comida, una vez aficionado a ello, te pueden gustar otros sabores pero el paladar siempre tiene esa querencia.

 

 

Triana, la zona al oeste del río de Sevilla, con sus historias de alfareros, gitanos, marineros, herreros y toreros, inundaciones, terremotos, expulsiones diversas, corrales y patios de vecinos, tiene abundancia de referencias para encender la imaginación de cualquiera. Y el flamenco que tomó forma dentro de este marco es uno de los sabores más reconocibles del género, aunque hoy en día, debido a presiones socio económicas, sus gentes viven en barrios periféricos, más notablemente el que es conocido como Las Tres Mil.

De ahí, el título del espectáculo que anoche vimos en el corazón del histórico barrio: “De Triana a las Tres Mil”, con el subtítulo “Boboterías”, para aludir a José Jiménez “Bobote”, el energético travieso bailaor y palmero, conocido y querido por toda la afición, y el responsable de este espectáculo junto con Eugenio Iglesias. Un “espectáculo” que, quitando a algunos segundos de palmas, cante y baile con gritos de “¡Viva Triana!” desde uno de los balcones, fue un cuadro flamenco al uso. Cualquier otro tipo de escenografía o guión hubiera sobrado.

La noche anterior en este mismo escenario, tuvo lugar otra presentación, “Triana toca, canta y baila”, que quedó como una especie de prólogo a Boboterías. Tenía que haber tocado el genio de la guitarra Rafael Riqueni, pero por razones de salud, no fue posible, y la noche se convirtió en homenaje a este singular trianero gracias a diversos artistas del barrio como el cantaor Paco Taranto, la popular cantaora cantante Remedios Amaya o Carmelilla Montoya que bailó y también cantó un par de números de su grabación del año pasado.

Anoche Boboterías quedó como una versión reducida y más concentrada del espectáculo que vimos en la última Bienal, “Ensayo y Tablao”, con objetivos similares. Un surtido selecto de los mejores intérpretes de Triana, con algunas ausencias notables, como la de Juana Revuelo y su marido Martín Revuelo, fallecido a primeros de año, o Angelita Vargas que se recupera de una enfermedad. Pero había esencia. De eso se encargó el brillante elenco de artistas relativamente poco conocidos pero altamente competentes, personas de mucha personalidad y entrega, sin concesiones. ¿Qué “pero” le puedes poner a cantaores como el Vareta, Guillermo Manzano, Mari Vizárraga o Herminia Borja? Nombres que quizás no significan tanto para el no aficionado, pero individuos de absoluta integridad y conocimientos vivenciales. Otro tanto se puede decir de los bailaores Joselito Fernández, hermano de Esperanza, elegante y varonil en el estilo de Rafael el Negro, o el siempre sorprendente Torombo. Tampoco flaqueaba el surtido de guitarras con el veterano Ramón Amador y los hermanos Iglesias, Paco y Eugenio, además de un par de solos de Emilio “Caracafé”. El palmero “Eléctrico” contribuyó su extravagante baile para deleitar al numeroso público y Bobote hizo de Bobote, no le pedimos más ni esperamos menos.

Entre unos y otros, se desplegó un generoso muestrario de los cantes de Triana, siendo los característicos tangos del Titi la omisión más notable. Un niño jovencito muy prometedor puso el broche final con su cante, y sólo puedo concluir diciendo que si la fusión es tu preferencia, allá tú…yo me quedo con la carta de sabores bien definidos del flamenco donde Triana figura como uno de los platos principales más ricos.

 

 


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