Marina Heredia protagonizó el momentazo del festival cuando preguntó ¿queréis más cante? Y el respetable público embelesado por su interpretación junto a José Quevedo “Bolita” respondió un siiiií rotundo y unánime.
Texto: José Manuel Gómez Gufi , Fotos: Paco Manzano
Ver nacer un festival y participar en el parto anula cualquier posibilidad crítica. Así que toca narrar desde las emociones. Miguel Morán vuelve al ruedo flamenco tras montar el Flamenco On Fire de Pamplona hace diez años, Mucho más lejos queda el festival de Benicassim (FIB). En ambos casos se trata de convocatorias referenciales para la música “pop-indie” y el flamenco respectivamente. El reto de hacer un festival en Ponferrada en un lugar moderadamente alejado del centro de una ciudad de 65.000 habitantes supone la imposibilidad de calcar cualquier modelo de éxito conocido.
Ponferrada es la capital de El Bierzo una zona minera que ha sufrido la reconversión del sector. Para el impulsor del festival es una vuelta a casa. Una apuesta de cariño por su tierra. El contenedor de la propuesta es La Térmica Cultural un edificio singular que hace unos años albergaba un planta de producción eléctrica alimentada por carbón. Hoy queda el formidable esqueleto de una fábrica de luz que parece el plató de rodaje de una película sobre Frankestein y que hoy contempla un museo de la energía. Así que uno presiente esta convocatoria de festival como un faro para la región.
El festival se abrió con una cata de vinos de la tierra en la sala de los helechos cantada por Arcángel según los testigos todo estuvo afinado y en su lugar, el cante y los caldos de la bodega de los descendientes de J. Palacios.
La presentación de el libro “Ni tribus ni movidas”, una selección antológica de las fotos de Paco Manzano durante la transición española con textos de un servidor, podía despistar a un auditorio flamenco, cuando se contemplan a Farruco, Fernanda de Utrera, Camarón, Paco de Lucía o Morente en el “Johnny” o en la sala Revólver al lado de Miles Davis, Chet Baker, Alaska, Rubén Blades, Rosendo, Sabina, Barón Rojo o Siniestro Total. Sin embargo, la mayoría de los aficionados al flamenco, también lo son a la música. Y la selección de personajes desmonta algunos mitos de los años ochenta, la movida y las tribus urbanas. Las magníficas fotos de Paco Manzano hablan por sí mismas.
Pablo Calatayud abrió los conciertos con una sesión de dj que dio paso al guitarrista Carlos de Jacoba al que no habíamos escuchado cantar y lo hizo de forma convincente, luego salió su hermano el cantaor David de Jacoba. Siguió Arcangel acompañado de los Mellis (que ofrecieron un taller de compás) y Tomasito, su repertorio y su banda. Tomás Moreno cuida cada día mejor los detalles visuales. Espectacular un sutil balanceo a lo Michael Jackson. Cerró la noche Soleá Morente.
EL FLAMENCO Y EL VINO
Asistir a una cata de flamenco y vino es una de esas experiencias que uno agradece con el alma abierta a nuevas sensaciones. La bodega Verónica Ortega presentó un blanco espectacular llamado “La llorona” de una uva criada entre arena que fue degustado con la interpretación de “la Llorona” del repertorio de Chavela Vargas interpretada por Carlos de Jacoba que luego comenzó a recordar sus comienzos en la música con un tinto muy suave apodado “kinki” para el que construyó una rumba. Del tercer vino de la tanda un tinto elaborado con uva mencia recordamos la sensación de musicalidad del momento.
MORENTE, MANERAS DE SER Y DE CANTAR
La tarde comenzó con la proyección de “pájaros de agua” un audiovisual dirigido por el fotógrafo Manuel Montaño sobre la figura y el pensamiento de Enrique Morente. Aquí tampoco somos neutrales al afirmar la trascendencia del cantaor que ha influido a varias generaciones con su maneras de ser y de cantar.
Cada aficionado al flamenco es un mundo particular, un planeta único, cada quién tiene su punto de vista y si colocamos a Morente en el centro de la conversación necesitaríamos varias vidas para describirlo. Si seguimos las fotos de Paco Manzano y Manuel Montaño sobre Morente descubriremos que cuentan cosas distintas, que el objetivo de una cámara de fotos tampoco es neutral.
UN AÑO SIN MANOLO SANLÚCAR
Las conferencias forman parte de la historia del flamenco. Necesitamos acordarnos de los creadores y de sus aportaciones. Aquí cada cual narra la historia a su manera y fueron dos personalidades como Fermín Lobaton y José María Velázquez Gaztelu los encargados de analizar la influencia de Sanlúcar y su personalidad artística y humana.
PONERSE FLAMENCO EN PONFERRADA
Los edificios son como los seres humanos, necesitan un tiempo para ponerse flamencos. Adaptarse a su manera de sentir, acercarse al otro y saber cómo son las cosas. En esa tarea podemos destacar a los técnicos de sonido y a los dj´s. Los primeros tuvieron que enfrentarse a una tarea épica. Un salón descomunal de la Térmica en el que probablemente se quemaba carbón o se producía electricidad y que ahora es una inmensidad compuesta de acero, cristal y hormigón. Materiales que son enemigos directos de la claridad en la transmisión musical y su recepción
Por otro lado un flamenco es un ser extremadamente sensible a los inconvenientes, sean sónicos o de cualquier otra naturaleza. Ustedes/vosotros conocen bien estas facetas de los artistas legendarios a la hora de alcanzar un grado pertinente de magisterio flamenco. El caso es que en el segundo día del BIERZO AL TOQUE todo sonó mejor. ¡Aleluyah!
Sobre el papel de los djs en el flamenco, uno tiene su propia teoría que consiste en preparar al público para lo que va a venir y ser un puente con los artistas. Es decir, si pinchas antes de un concierto no puedes arruinarle el repertorio a los músicos, nunca eres más importante que los seres humanos que van a tocar en directo. ¿Mi gran aportación en la sesión? Pinchar una canción escrita por Amancio Prada con letra de Agustín García Calvo interpretada en clave de rumba por María Jiménez. “Libre te quiero”.
Y salieron los artistas, el grupo Planeta Jondo primero y después Marina Heredia con Jose Quevedo “Bolita” que protagonizaron el momento más bonito e intenso del festival con la de Granada llegando a cada uno de los espectadores (vale, dos o tres se quedaron fuera de esa sensación). Y ocurrió:
-¿Queréis más cante? pregunto Marina
Fue entonces cuando la gente de Ponferrada se manifestó clara y rotunda:
-Siiiiiiiiiií
LOS DUENDES Y LOS FAROS
Los faros, deben guiarte hasta el puerto de destino. Sirven para evitar naufragios y que te choques con los arrecifes. No está claro el papel de los duendes. Hay gente que niega su existencia, otros proclaman su extinción. En el flamenco contemporáneo el que nos fue entregado y renovado por figuras como Paco de Lucía, Camarón y Morente los duendes meten los dedos en el enchufe y buscan los calambres por los rincones. Rosario la Tremendita y Christian de Moret están en esa pelea. ¡Dios les bendiga!
¿NADIE VA A PENSAR EN LOS NIÑOS?
Hay un personaje en la serie de dibujos animados South Park que pregunta angustiado ¿Es que nadie va a pensar en los niños? El festival finalizó cuando El Torombo protagonizó la segunda sesión de su espectáculo para niños que cambia según las circunstancias, los niños y sus padres.
Si el lector tiene dudas sobre el futuro del flamenco lo mejor es que lleve al niño, al nieto o a sí mismo a una de las sesiones de El Torombo. Eso despejará cualquier duda.
El horizonte del festival parece cristalino. Lo más difícil está hecho. Imaginar ese festival en Ponferrada y realizar la primera edición.
BIERZO AL TOQUE. 21, 22 y 23 de julio. La Térmica cultural. Ponferrada.
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