Este sábado 26 de noviembre se celebró la Gala de Entrega de Premios del Concurso de Arte Flamenco de Córdoba, la que encumbró al cantaor Rafael del Calli con el Premio de Cante, Juan Tomás de la Molía el Premio de Baile, dejando el Premio de Guitarra desierto, precisamente en la ciudad tan identificada con la guitarra.
En realidad, el concurso finalizó el pasado jueves 24 de noviembre a las 11 de la mañana cuando se publicó el acta de premiados, con la alegría de los ganadores y la decepción, unos más que otros, de los que se quedaron sin premio, especialmente en la modalidad de guitarra. Previamente las decepciones llegaron con los participantes que no llegaron a la final y creían merecerlo.
Así, en la gala final de entrega de premios, es difícil mantener el interés y tan sólo se apuntan a la celebración los más cercanos al concurso y los que han considerado acertado el fallo del jurado, quedando deslucida la gala con tres cuartos de entrada en el Gran Teatro de Córdoba.
En los concursos siempre surgen las críticas, normalmente en torno al fallo del jurado, eso que en Córdoba está todo muy calculado, se hace cada 3 años para evitar repeticiones y buscar realmente los mejores, la fase de selección -dicen que son demasiados los participantes- todos tienen la oportunidad de competir, la fase de opción a premio con 4 clasificados por categoría, y finalmente la unificación de 3 únicos premios globales. Del jurado, además de ser inapelable como marcan las bases, también lo es indiscutible, sólo hay que ver los artistas que lo componen en cada especialidad.
A pesar de todo ello, son muy pocos a los que parece que les va bien, debe ser una cualidad de los flamencos, no estar nunca conformes con lo que sucede en torno a los concursos. A los artistas ganadores si les debe de ir muy bien, quizás les falte proyección y apoyo de la organización, para darle algo más de visibilidad, tan buena para los artistas como para el propio concurso. El caso es que pasan a ser ‘Premios Nacionales’ y ese es el principal apoyo que les brinda el concurso, aunque dependen más de ellos mismos que del premio. Si finalmente consiguen hacer una carrera exitosa, el concurso, entonces si, presumirá de sus premios nacionales.
El inicio de la gala estuvo marcado por el nombramiento honorífico a D. Antonio Fernández Díaz “Fosforito” como Presidente Honorífico del Jurado del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, mostrando su agradecimiento por acordarse de este ‘viejo cantaor’ y recibiendo la gran ovación de la noche.
En esta edición Rafael del Calli, con 29 años intentará rentabilizar su premio comenzando carrera como cantaor ‘de alante’, de familia cordobesa, gitana y flamenca, hijo de José Antonio Plantón Moreno “El Calli”, ha conseguido saldar la ‘deuda’ que tenía el concurso hacía la figura de su padre, que tan sólo pudo ser finalista. Rafael del Calli recogió su premio de la mano de Fosforito con especial dedicación a su padre. Junto a la guitarra de Luis Medina y palmas de Alberto Rodríguez “Parraguilla” y Richard Gutiérrez ofreció un recital cantando Malagueña y Abandolao, Cantiñas, Cantes de Levante y Tangos finalizando cantando por Romances.
Finalistas de Cante fueron la joven Lucía Beltrán, Rocío Luna y Juan de Mairena -no asistió- que recibieron sus diplomas acreditativos.
En la modalidad de guitarra, sin ganadores, los 4 finalistas recibieron sus diplomas de las manos de Gerardo Núñez que formaba parte del jurado, Alba Espert, Niño Martín, Álvaro Linares y Daniel Mejía que no asistió a recogerlo.
En el baile, Olga Pericet miembro del jurado entrego los diplomas acreditativos a las finalistas Lucía la Bronce, Irene Rueda y a Carmen La Talegona.
Juan Tomás de la Molía, con tan sólo 22 años, el de Trebujena, se le vislumbra una fulgurante carrera en el baile flamenco, a la vista de los triunfos obtenidos estos dos últimos años, culminando con el Premio Nacional de Baile. Quiso acordarse de todos los participantes en el concurso y felicitó a los finalistas, también merecedores del mismo.
En su actuación de hoy, estuvo acompañado a la guitarra por Juan Campallo, el cante de Jesús Corbacho y Manuel de la Nina, las palmas de José Manuel El Oruco. Bailó por Soleá al principio de la gala y la cerró bailando por Tangos
Posiblemente no se vuelva a hablar del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba hasta dentro de tres años, y volverá en 2025 con las mismas dudas y problemas de siempre, y seguirá siendo necesario para el flamenco.